La jefa del equipo negociador del proyecto ecuatoriano Yasuní ITT, Ivonne Baki, defendió en París, Francia, esa iniciativa que prevé la no explotación de reservas de crudo, aunque para eso requieran US$3 mil 600 millones que pocos países quieren financiar.
“No es falta de confianza. Es falta de compromiso”, dijo Baki interrogada sobre la escasa adhesión internacional que despertó el proyecto que prevé mantener inexplotados al menos 846 millones de barriles de crudo de la reserva más importante de biodiversidad del planeta, compuesta por 982 mil hectáreas.
A cambio de esos US$3 mil 600, Ecuador propone avanzar hacia un “modelo de desarrollo sostenible” e invertir en reforestación, energía renovables, desarrollo social en zonas de influencia, en comunidades indígenas, investigación y ciencia.
Hasta ahora Yasuní ITT —por el nombre de los tres bloques de exploración de crudo en el parque Yasuní: Ishpingo, Tambococha y Tiputini— recibió pequeños aportes de Chile, España, Bélgica e Italia, pero confía en obtener el respaldo de Francia y Alemania.
Baki insiste en que se trata de un “proyecto único e innovador” y el “primero en concreto” en la lucha contra el cambio climático, pues dejar sin explotar esas reservas de petróleo evitaría la emisión de 407 millones de toneladas de dióxido de carbono.
En mayo próximo, Ecuador lanzará una campaña nacional y otra internacional que incluirá a las redes sociales Twitter y Facebook.
Además, el productor Emilio Estefan propuso hacer un documental en defensa de Yasuní.
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