Cientos de activistas e indocumentados comenzaron este lunes una semana de protestas en Florida que se extenderán a varios puntos del estado para reclamar el rechazo del Congreso local a dos proyectos de ley que criminalizan a la inmigración ilegal, informaron organizaciones sociales.
Un proyecto, que la Cámara de Representantes local se dispone a tratar, establece que la Policía puede exigir documentos para verificar el estatus migratorio de una persona, así como detenerla e iniciarle una investigación penal si existe una sospecha razonable de que es indocumentado.
Otra iniciativa similar avanza en el Senado del estado.
Grupos de inmigrantes realizaron este lunes una marcha por la Pequeña Habana, cerca del centro de Miami, mientras agricultores y estudiantes, hijos de indocumentados, llegarán desde distintas ciudades el martes y miércoles a Tallahassee, capital de Florida, para reclamar ante los legisladores.
“Florida tiene una enorme inversión de empresas y de turismo de América Latina, y muchos inversionistas o turistas podrían dejar de venir a este estado si comienzan a aplicarse leyes discriminatorias contra los latinos” , dijo a la AFP Natalia Jaramillo, de la Coalición de Inmigrantes de Florida.
Un proyecto similar, que permitía verificar el estatus legal de una persona por su sola apariencia de que podría ser un inmigrante ilegal, causó gran polémica en Arizona el año pasado, y la ley fue suspendida por un juez tras una intervención directa del presidente Barack Obama.
Las organizaciones sociales denuncian la discriminación que promueve en las comunidades este tipo de leyes duras contra los inmigrantes, por las que se podría considerar sospechosa a una persona por su simple aspecto.
En Florida, al igual que en Arizona, la inmensa mayoría de indocumentados a los que la Policía podría detener para exigir los papeles son hispanos.
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