Luis Posada Carriles aseguró que fue asesor del gobierno y de la Policía salvadoreños. Cuando el anticastrista vivió en bases militares y usó recursos del ejército ya era un prófugo por un caso de terrorismo en Venezuela. Pese a ese antecedente el cubano asegura que tenía "protección completa" del gobierno y de la Fuerza Aérea y que luchó contra la guerrilla del FMLN.
El anticastrista Luis Posada Carriles aseguró que después de escapar de una cárcel en Venezuela, el gobierno que dirigía José Napoleón Duarte (1984-1989) lo contrató como asesor y hasta le permitió vivir en bases militares y usar vehículos blindados del ejército salvadoreño.
“Fui a El Salvador, había un presidente de nombre Duarte y a mí no se me consideró un fugitivo. Yo era un asesor del gobierno y de la Policía”, dijo Posada Carriles en una entrevista que difundió la cadena de noticias CNN.
Hace tres semanas, un tribunal de El Paso, Texas, declaró inocente a Posada Carriles de 11 acusaciones de perjurio, fraude y falsas declaraciones a funcionarios. Pese a esa exoneración, la diplomacia venezolana presentó una segunda solicitud de extradición por el atentado contra un avión de la empresa Cubana de Aviación, ataque en el que murieron 73 personas, el 6 de octubre de 1976.
Posada Carriles insistió en la entrevista en que no es un prófugo de la justicia venezolana porque no usó la violencia para escapar de la cárcel. “Eso es evasión”, justificó y aclaró que las leyes de ese país no sancionan esa situación. Además, intentó borrar la acusación de Venezuela con el trabajo que hizo para varios gobiernos centroamericanos en la década de los 80s. “Todo el mundo lo sabía, oye, yo vivía en mi casa, tenía sirvienta, tenía chofer, tenía de todo. Eso fue una falacia, yo ya no fui un fugitivo más nunca”, relató, en referencia a su estadía en El Salvador.
Las afirmaciones del anticastrista no son nuevas, aunque algunos matices o detalles aportan nueva luz, como el hecho de que tenía respaldo específico del Ministerio de Educación de aquellos años.
La documentación desclasificada por el gobierno de los Estados Unidos y difundida por el Archivo de Seguridad Nacional estadounidense señala que Posada Carriles dejó Miami en 1967 y, en las siguientes dos décadas, realizó trabajos para los servicios secretos de Venezuela, Guatemala, El Salvador, Chile y Argentina. En Nicaragua, colaboró en armar a los contras contra el gobierno de Daniel Ortega.
Los pasos de Posada Carriles también están documentados, en parte, en un expediente abierto en el Juzgado Tercero de Instrucción de San Salvador. El anticastrista obtuvo una fe de bautismo, una partida de nacimiento y una cédula de identidad en la alcaldía de Tecapán, Usulután, a nombre de Franco Rodríguez Medina. En la alcaldía de Ilopango también obtuvo una cédula a nombre de Ramón Medina Rodríguez.
En el expediente también consta que Posada Carriles utilizó un vehículo del Ministerio de Educación para obtener esos documentos. “Yo tenía una protección presidencial completa y de las Fuerzas Aéreas”.
En el gobierno de Duarte, el ministro de Educación fue el profesor José Alberto Buendía Flores. Posada Carriles estuvo afincado en la base aérea de Ilopango, desde donde preparaba operaciones para ayudar a la Contra nicaragüense.
Posada Carriles justifica que esa protección era para defender a los gobiernos de la amenaza comunista y, desde su perspectiva, los terroristas son otros. “Varias veces, yo luché contra la guerrilla cubana que estaba en las montañas, luché contra el Frente Farabundo Martí, yo era asesor de la Policía. Estuve en Centroamérica por otros lugares, estuve en Honduras, estuve a favor de los contras. Eso no es terrorismo, yo estaba al lado del gobierno, en contra de los terroristas que formaban el Frente Farabundo Martí, un frente militar guerrillero. Hubo combates en los que murieron 87 personas del frente Farabundo Martí, ahí se peleó duro”, dijo.
En la entrevista, el anticastrista se niega a responder si tuvo autoría intelectual en los atentados con bombas en La Habana a finales de los 90s, que terminaron causando la muerte de un turista italiano. Por dicha serie de ataques están detenidos en la isla tres salvadoreños, y los tres han asegurado que fueron reclutados por la red de Posada Carriles, a cuyos planes atendían introduciendo explosivos a Cuba y preparando los atentados dinamiteros en zonas turísticas.
El último de los salvadoreños capturados es Carlos Chávez Abarca, quien fue detenido en 2010 en Venezuela, de donde luego fue enviado a Cuba. Este, al igual que René Cruz León y Otto Rodríguez Llerena confesaron su participación en los atentados e incriminaron a Posada Carriles.
La inteligencia cubana reveló en los 90s que el anticastrista tenía una red de contactos y apoyos en El Salvador y el gobierno de Fidel Castro denunció públicamente que el gobierno de derecha salvadoreño le daba cobijo en este país.
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