Rousseff, una ex militante de grupos guerrilleros que fue torturada durante el régimen militar brasileño (1964-1985) , pidió que la reunión con las Madres de la Plaza de Mayo fuera incluida en su agenda oficial en Argentina, dijo el asesor de la Presidencia para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García, en declaraciones citadas hoy por la oficial Agencia Brasil.
La presidenta “tiene una gran sensibilidad para los asuntos relativos a los derechos humanos” , aseguró García, que ocupó el mismo cargo durante el Gobierno del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Según el asesor, la decisión de la jefe del Estado de reunirse con las mujeres que se han convertido en símbolo de la lucha por la defensa de los derechos humanos en su país “valoriza mucho la lucha emblemática que esas señoras tienen en la historia política reciente de Argentina” .
Las madres y abuelas de la Plaza de Mayo se han hecho famosas por sus iniciativas para buscar a sus hijos y nietos desaparecidos durante la dictadura argentina y para exigir el enjuiciamiento de los responsables por crímenes de lesa humanidad en Argentina.
García lamentó que, por falta de tiempo, Rousseff no podrá visitar durante su estadía en Buenos Aires el Museo de la Memoria Abierta, construido en la antigua sede de la Escuela de Mecánica Armada de la Marina (ESMA) , un local que fue uno de los principales centros de tortura en Argentina.
La visita de Rousseff al emblemático museo era planeada con el Gobierno argentino, pero finalmente no fue incluida en la agenda.
La presidenta de Brasil, que tiene previsto llegar a Buenos Aires hacia las 20.30 GMT del domingo, realizará su primer viaje al exterior en la compañía de sus ministros de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota; Defensa, Nelson Jobim; Desarrollo, Industria y Comercio, Fernando Pimentel, y Ciencia y Tecnología, Aloizio Mercadante.
El primer acto de la agenda en su visita oficial el lunes será un encuentro con la presidenta argentina, Cristina Fernández, que será seguido por una reunión ampliada con varios ministros argentinos y brasileños.
Las dos gobernantes firmarán en la mañana del lunes varios acuerdos y actos de asociación, y realizarán una declaración conjunta a la prensa.
Según fuentes diplomáticas brasileñas, Rousseff pretende aprovechar su visita a Argentina para mostrar el perfil de la política externa de su Gobierno, basado en la valorización de las relaciones con los países latinoamericanos y suramericanos en especial.
La mandataria, según las mismas fuentes, pretende negociar y ampliar las asociaciones con Argentina en las áreas de energía eléctrica y nuclear, proyectos de desarrollo social y tecnología digital, e inversiones en el sector minero.
Argentina es el principal socio comercial de Brasil en América Latina, con un flujo comercial entre los dos países que llegó a 32.900 millones de dólares el año pasado.
Tras su viaje a Argentina, Rousseff realizará en febrero y marzo visitas oficiales a Perú, Paraguay y Uruguay antes de recibir en Brasilia a finales de marzo al presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
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