El misterioso regreso a Haití del ex dictador haitiano Jean Claude Duvalier, tras 25 años de exilio en Francia y en momentos en que ese país está inmerso en una grave crisis política, podría explicarse no por el ansia de poder, sino por el afán de lucro.
El ex hombre fuerte de Haití (1971-86), desembarcado el domingo pasado en Puerto Príncipe para sorpresa general, afirma haber vuelto para ayudar a la reconstrucción del país a un año del sismo del 12 de enero de 2010. También pretende no tener ninguna ambición política y no querer perturbar la elección presidencial en curso.
Pero asociaciones de defensa de los derechos humanos y expertos estiman que su regreso es parte de una maniobra que le permitiría recuperar sus activos congelados en Suiza.
"Esa parece ser la explicación más plausible cuando se unen todas las piezas del rompecabezas", dice Reed Brody, asesor de la organización humanitaria Human Rights Watch y ex fiscal en Haití.
Esta hipótesis se funda en una ley suiza que entrará en vigor el 1 de febrero y que debería permitir la restitución al país de unos 5,7 millones de dólares depositados por la familia Duvalier en cuentas suizas.
El nuevo texto le permite al gobierno helvético devolver a las poblaciones expoliadas fondos ilícitos bloqueados en Suiza aún si los países involucrados no han iniciado acciones judiciales contra el autor de la expoliación.
Sin embargo, es preciso que la acción judicial no haya sido intentada por alguno de estos dos motivos: porque las estructuras judiciales del país son demasiado débiles, o porque la persona afectada no se encuentra en el país.
De ahí el regreso de Duvalier.
"Eso significa que Suiza puede confiscar el dinero y devolvérselo a Haití, sin que Haití tenga que demandar judicialmente a Duvalier", explica Brody en una entrevista telefónica. "Pero si Duvalier regresa a Haití y no es querellado, entonces puede decir: 'Estoy disponible para demandas, pero si ustedes no me demandan, entréguenme mi dinero'".
Duvalier esperaba ingresar a Haití y volver a salir discretamente, pero el martes fue inculpado de corrupción, desvío de fondos públicos y asociación ilícita. Y el miércoles se presentaron cuatro demandas por crímenes de lesa humanidad en su contra. Las autoridades le han impuesto una prohibición de salir del país.
Hace un año Duvalier estuvo a punto de recuperar su dinero, cuando la más alta instancia judicial helvética, el Tribunal Federal, anuló la restitución a Haití de una parte de sus haberes.
Pero la decisión, enunciada cuando Haití venía de ser sacudido por el sismo de enero, que dejó más de 250.000 muertos, desató una ola de indignación en Suiza, obligando a Berna a sancionar un decreto que bloqueó la restitución a Duvalier de sus haberes hasta la entrada en vigor de una nueva ley.
El gobierno suizo estima que Duvalier ha robado entre 400 y 900 millones de dólares a su país durante sus 15 años al frente de un régimen notoriamente corrupto y violento fundado en 1957 por su padre François Duvalier.
"Lo único que parece tener sentido es probablemente la cuestión financiera", coincide Alex Dupuy, un sociólogo haitiano de la Wesleyan University. "Si él está, como se dice, tan desesperadamente falto de dinero, ésa podría ser una razón suficiente para intentar regresar a Haití para quedarse unos días antes de volver a irse".
Pero para uno de sus abogados, Gervais Charles, no fue una buena idea.
"Nadie lo esperaba en Haití y volvió como alguien de quien nadie se acuerda. Pero desde que está aquí, los medios también están aquí y las asociaciones de defensa de los derechos humanos le exigen rendir cuentas. Volvió en un mal momento", admite el abogado.
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