El expresidente de Bolivia, Evo Morales, destacó un informe presentado por la CIDH
Página/12
El organismo aconsejó crear un "grupo internacional de expertos independientes" para investigar las matanzas de Sacaba y Senkata e "identificar debidamente a los responsables". El gobierno de facto rechazó el informe. |
El expresidente de
Bolivia, Evo Morales, aseguró que los principales involucrados en el
golpe de Estado serán juzgados por las masacres cometidas en las
poblaciones de Sacaba y Senkata. Morales destacó el informe preliminar
presentado por una misión de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) que confirma las masacres cometidas en ambas regiones. La
CIDH aconsejó crear un "grupo internacional de expertos independientes"
para investigar los crímenes e "identificar debidamente a los
responsables". El gobierno de facto rechazó el informe de la comisión,
al que calificó de "sesgado" y favorable al "narcoterrorismo" en el
país.
"El informe de la CIDH confirma que hubo masacres
contra mis hermanas y hermanos en Sacaba y Senkata. Los golpistas Añez,
Camacho, Mesa y todos los que dispararon, creyeron que podían matar sin
ninguna consecuencia", escribió el líder boliviano en su cuenta de Twitter.
"Ahora
serán juzgados por tribunales nacionales e internacionales", agregó
Morales, obligado a abandonar Bolivia el 10 de noviembre tras un golpe
de Estado encabezado por la derecha opositora con el respaldo de las
fuerzas armadas y la policía.
Un extenso informe difundido en
las últimas horas por la CIDH califica de "masacres" las muertes de
civiles en dos ciudades bolivianas, entre otras posibles violaciones de derechos humanos tales como "ejecuciones extrajudiciales". En ese sentido, aconseja
crear un "Grupo Internacional de Expertos Independientes, con garantías
de autonomía e independencia para asegurar el derecho a la verdad e
identificar debidamente a los responsables".
El informe es el
resultado de una visita de observación de la comisión por "invitación
del Estado" boliviano entre los pasados 22 y 25 de noviembre a cuatro
ciudades de Bolivia, entre ellas Sacaba y El Alto. La comisión
confirmó que desde los comicios del pasado 20 de octubre murieron 36
personas por la violencia y la represión estatal en el país.
“La delegación de la CIDH recibió abundante información sobre dos masacres cometidas en Sacaba y en Senkata, los días 15 y 19 de noviembre, respectivamente, en las cuales perdieron la vida por lo menos 18 personas”, expresa el documento. El
informe advierte que en ambos casos fuerzas conjuntas policiales y
militares "habrían abierto fuego contra la población civil".
Para
la CIDH, estos hechos pueden caracterizarse como masacres "dado el
número de personas que perdieron la vida en un mismo modo, tiempo y
lugar, y a que se cometieron en contra de un grupo específico de
personas". El documento alerta además sobre casos de "incitación a la violencia y a la discriminación étnica y racial", y condena al Estado por "la persecución penal de los opositores políticos".
Si
bien la comisión aseguró que el gobierno interino de Bolivia se mostró
desde un principio "plenamente de acuerdo" con una investigación
internacional, horas más tarde el ministro del Interior, Arturo Murillo, refutó esa versión. Respondió "con mucho dolor" al informe, por considerarlo "totalmente sesgado" y porque "no refleja la realidad".
"Está favoreciendo solamente al narcoterrorismo",
lamentó Murillo en rueda de prensa, horas después de la publicación del
documento. "Lo vamos a revertir y mostrar las pruebas de lo que ha
sucedido en nuestro país", dijo el ministro.
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