Solicita estatus de
refugiado
Agradece al presidente López Obrador
por salvarme la vida
▲ El presidente de Bolivia en el exilio, Evo Morales, llegó ayer al
aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires, acompañado del vicepresidente
Álvaro García Linera y la ministra Gabriela Montaño. A su izquierda
aparece Diego Pary, ex ministro de Relaciones Exteriores.
Buenos Aires. El presidente de Bolivia en el exilio, Evo
Morales Ayma, llegó ayer a Buenos Aires, acompañado del vicepresidente
Álvaro García Linera y la ministra de Salud, Gabriela Montaño, después
de haber sido recibido como asilado político en México tras golpe de
Estado y recibir amenazas de muerte. Agradeció profundamente al
presidente Andrés Manuel López Obrador por haber brindado a todos ellos
protección en circunstancias dramáticas, y también al pueblo mexicano.
Morales y sus acompañantes ingresaron a Argentina como asilados,
aunque ya habían solicitado ser admitidos como refugiados, lo cual se
está preparando en la nueva cancillería, como admitió el actual ministro
de Relaciones Exteriores, Felipe Solá.
Lo esperaban aquí sus hijos Eva Liz y Álvaro desde el pasado 23 de
noviembre. Hay gran cantidad de bolivianos que huyeron de su país, entre
ellos periodistas, todos perseguidos en lo que se anunció como
una caceríade los funcionarios golpistas.
Aquí existe una numerosa comunidad boliviana que suma casi medio
millón de residentes, quienes fueron sorprendidos ayer por la mañana con
la llegada de Evo Morales.
Integrantes de movimientos de solidaridad con Bolivia permanecen
afuera del consulado y la embajada, donde resisten los diplomáticos del
gobierno de Morales, ya que llegaron representantes de los golpistas
queriendo tomar esas representaciones agrediendo y golpeando al personal
de las mismas, cuando aún estaba Mauricio Macri en el gobierno,
amparados por la policía de la ciudad.
Ante esta situación decidieron quedarse e incluso en la embajada
estaban en huelga de hambre dos diplomáticos. El gobierno de Alberto
Fernández no reconoce a la proclamada presidenta Jeanine Áñez, surgida
del golpe de Estado, quien rindió protesta rodeada de militares
responsables del golpe de Estado y de las muertes, torturas,
persecuciones y detenciones que ocurren en el país andino, de donde
llegan con frecuencia denuncias a esta capital que procesan organismos
humanitarios.
Alberto Fernández, siendo presidente electo, y López Obrador ayudaron
en una increíble y casi cinematógrafica red solidaria a Morales y sus
acompañantes, que estaban cada vez más aislados por los golpistas,
literalmente cercados por civiles racistas, paramilitares, militares y
policías en la zona del Chapare.
Fernández hizo llamados en horas dramáticas para lograr que se
permitiera que el avión de la Fuerza Aérea Mexicana que recogió a los
perseguidos en Cochabamba pudiera pasar por países como Paraguay, Brasil
y en el caso de Ecuador el presidente Lenín Moreno le negó esa
posibilidad, haciendo más extenso el viaje.
En la embajada de México en Bolivia hay varios exiliados, entre ellos
el ministro Juan Ramón Quintana, buscado por los violentos grupos
cívicos, policías y militares en su país y al que increíblemente acusan
de
sedición y terrorismo, como quieren acusar a todos los funcionarios del Movimiento al Socialismo (MAS), cuyo gobierno fue interrumpido por el golpe de Estado.
El MAS, partido de Evo Morales, ganó las elecciones del pasado 20 de
octubre en primera vuelta y fue el secretario de la Organización de
Estados Americanos, Luis Almagro, quien sin haber cumplido su misión de
realizar un recuento –que otras importantes instituciones
internacionales hicieron– y antes de conocer los resultados finales ya
había hablado de la
necesidadde una
segunda vueltay había hecho correr la idea de un
fraudeque no existió, dando comienzo al golpe de Estado y la extrema violencia racista aplicada al pueblo boliviano que dejó varios muertos, heridos y detenidos,
advirtiendode las mujeres de pollera, como visten las mujeres indígenas que representan a 67 por ciento de los habitantes de Bolivia.
El contacto entre Morales y Alberto Fernández para preguntar si podía
empezar los trámites para ser admitido como refugiado se realizó el
mismo día de la ceremonia de investidura del nuevo presidente. Se sabe
que Fernández accedió de inmediato comunicándose con la vicepresidenta
Cristina Fernández de Kirchner y el nuevo canciller, Felipe Solá. Todo
esto se realizó en un discreto operativo político diplomático. El pedido
de refugio llegó y comenzó a trabajarse de inmediato con la Comisión
Nacional de Refugiados, lo que permitió a Evo Morales y sus acompañantes
ingresar al país, adonde llegaron en un vuelo regular de Aeroméxico
acompañados de dos diplomáticos mexicanos.
Evo Morales se propone descansar y estar con sus hijos y, a pedido
del gobierno, el líder del MAS tendrá custodia permanente de la policía
federal. Existe una fuerte expectativa en la comunidad local, en
diversos círculos políticos e intelectuales, en un país donde el
presidente boliviano es muy querido y reconocidos por varias
universidades locales.
Mi eterno agradecimiento al presidente López Obrador, al pueblo y al Gobierno de #México por salvarme la vida y por cobijarme. Me sentí como en casa junto a las hermanas y hermanos mexicanos durante un mes,tuiteó Morales.
Hace un mes llegué a México, país hermano que nos salvó la vida, estaba triste y destrozado. Ahora arribé a Argentina, para seguir luchando por los más humildes y unir a la PatriaGrande, estoy fuerte y animado. Agradezco a México y Argentina por todo su apoyo y solidaridad.
Foto Afp/ATE y CTA
Stella Calloni, Corresponsal
Periódico La Jornada
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