China, Cuba y la
Organización Panaméricana de Salud (OPS) enviaron 933 toneladas de ayuda
humanitaria a Venezuela solicitada por el Gobierno. Los contenedores
llegaron el 14 de febrero al puerto de La Guaira, Venezuela. Los países
solidarios coordinaron con los organismos de la ONU y con el Estado
venezolano en tiempo y forma la llegada y posterior distribución en el
país.
Rusia envió 300 toneladas de ayuda humanitaria que entraron
el 20 de febrero por el aeropuerto Maiquetia. El 21 de febrero, Rusia
envió otra partida de 7,5 toneladas de medicamentos para la población
venezolana (4).
En conversación con la delegación del Grupo
Internacional de Contacto (GIC) de diálogo en Caracas el 21 de febrero,
la vicepresidenta Delcy Rodriguez entregó una lista con medicamentos y
dispositivos médicos solicitando su entrega y facilidades de
financiación. Se entregarán a través de la ONU.
Las llegadas de
las ayudas humanitarias fueron anunciadas públicamente por el Gobierno
venezolano, aunque reportadas solo por un reducido número de medios de
prensa, es decir, fueron silenciadas. No obstante, los organizadores de
los hechos violentos en las fronteras colombo-venezolanas tuvieron pleno
conocimiento de las mismas.
Dada la cantidad en toneladas y su
calidad en cuanto a las ayudas humanitarias ya presentes en el país el
22 de febrero, era obvio que podían cubrir las necesidades de la
población vulnerable por un tiempo. En este fin de semana no existía,
bajo ningún concepto, una situación en Venezuela que requiriera una
irrupción forzosa al territorio, desconociendo sus fronteras.
Los
pedidos de material humanitario en tan enormes dimensiones muestran la
preocupación de los gobernantes y sus esfuerzos para mitigar la crisis
en lo inmediato, siendo respondido a su vez por enormes esfuerzos de
otros pueblos solidarios. Los hechos deben ser reconocidos, las fuerzas
democráticas deberían tomar nota de los mismos y no caer en la trampa de
las manipulaciones mediáticas.
La cooperación con organismos
humanitarios por parte de las autoridades de Venezuela no es nueva,
viene de larga data. Ya en noviembre de 2018 las Naciones Unidas, en
cooperación con el Fondo de Emergencias (Common Emergency Response Fund,
CERF) destinaron unos 9,2 millones de dólares en programas humanitarios
en Venezuela. El objetivo era mejorar la salud y la atención
nutricional de las mujeres embarazadas, las madres lactantes después de
embarazos de alto riesgo y los niños menores de cinco años.
En
enero de 2019, el CERF suministró medicamentos a las autoridades
venezolanas para unos 3.000 pacientes, además de tres millones de
pastillas para la terapia antirretroviral. En el curso de la
cooperación, se logró también una tasa de vacunación de más del 95 %
contra el sarampión y la difteria. Venezuela mantiene una estrecha
cooperación con la Organización Mundial de la Salud desde hace varios
años.
Lo mismo sucede con la cooperación con UNICEF. El 7 de
octubre 2018, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)
firmó un plan de acción por el orden de 32 millones de dólares con el
Gobierno de Venezuela. Con ello se busca la reducción de la mortalidad
materno-infantil y la mejora de las condiciones para la protección y el
desarrollo de niños, niñas y adolescentes.
El 27 de noviembre
Venezuela firmaba un acuerdo con UNICEF de un suministro de mas de 130
toneladas de insumos (alimentos y medicamentos) a Venezuela, a través de
un programa desarrollado en conjunto con el Gobierno venezolano, en
aras de optimizar los programas sociales que ya se desarrollan en el
país.
Los esfuerzos han beneficiado a unas 350.000 personas,
entre ellas mujeres y niños, quienes han recibido asistencia médica y
nutricional.
Asimismo, en cooperación con el Ministerio de
Sanidad se enviaron al país unas 30 toneladas de medicinas y productos
sanitarios con la intención de frenar la propagación de enfermedades y
mejorar la salud en las comunidades de menos recursos.
Según
UNICEF, esos productos se usarán para tratar a unas 25.000 embarazadas, a
unos 10.000 recién nacidos y a unos 2.300 niños portadores del VIH.
El
mismo viernes pasado, cuando la ayuda humanitaria de EE.UU. iba a
"entrar por mar, tierra y aire" a Venezuela, el canciller venezolano
Jorge Arreaza informó de una nueva conversación con el secretario
general de la ONU, Antonio Guterres, acordando la cooperación en el
ámbito de la ayuda humanitaria.
Confirmaron el apoyo técnico por
parte de la ONU para facilitar la compra de alimentos, medicamentos y
equipos hospitalarios. El Gobierno de Venezuela pretende financiar las
ayudas. Por el bloqueo económico las posibilidades de compra e
importación de medicamentos e insumos médicos son extremadamente
restringidas.
* Gabriele Kuehnle Psicóloga y socióloga,
periodista colaboradora en medios de prensa europeos y latinoamericanos
en temas de derechos humanos, democracia y medio ambiente. Colaboradora
del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE).
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