HispanTV
Para
el 72 % de los mexicanos, el político más corrupto no es sino el
presidente, concluye un sondeo publicado el lunes por la organización
civil Opciona.
La encuesta, bautizada "Corruptómetro", buscaba
conocer el punto de vista de los mexicanos sobre la corrupción, a
través de su opinión sobre posibles candidatos presidenciales en 2018
como Margarita Zavala, Miguel Ángel Osorio Chong y Miguel Ángel Mancera,
además del actual presidente, Enrique Peña Nieto; el gobernador de
Puebla, Rafael Moreno Valle; el dirigente de Acción Nacional, Ricardo
Anaya y Aurelio Nuño, titular de la Secretaría de Educación Pública
(SEP).El sondeo deja claro que un 72 por ciento de los mexicanos creen que Peña Nieto es “corrupto”, mientras sólo un 20 por ciento considera que el mandatario es "honesto".
Asimismo, el 74 por ciento de los mexicanos asegura que la corrupción ha ido en aumento en el último año y el 60 por ciento considera que el próximo año aumentará.
En la lista de "corruptos", Peña Nieto es seguido por el secretario de Gobernación Osorio Chong, con un 64 %, y el jefe de gobierno de la Ciudad de México, Ángel Mancera, con un 58 %. La personas menos corrupta y más confiable, según la encuesta, es la ex primera dama Margarita Zavala.
Zavala obtuvo un 42 por ciento de los votos como la menos corrupta, seguida del secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, con un 31 por ciento.
En cuanto al nivel de confianza, la encuesta revela que solo el 12 por ciento confía en los partidos, 13 por ciento en los legisladores, un 19 por ciento en el Gobierno y los Ministerios Públicos y 20 por ciento en el presidente.
El 80 por ciento de los mexicanos indicó que ha escuchado hablar sobre el escándalo de la 'Casa Blanca', como se llama a la mansión de Peña Nieto en las Lomas de Chapultepec, uno de los barrios más exclusivos de la capital mexicana. El escándalo de corrupción afecta tanto al mandatario como a su esposa, Angélica Rivera.
Esta encuesta sale además a la luz en medio de un nuevo escándalo, que rodea al mandatario por haber supuestamente plagiado casi un tercio de su tesis universitaria para graduarse en la Universidad Panamericana en 1991, además de otros desafíos a los que se enfrenta, como la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y masivas protestas contra la reforma educativa.
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