La Paz, 26 ago (PL) El intento de los manipuladores intelectuales de la derecha por convertir una protesta de cooperativistas mineros en una escalada desestabilizadora contra el gobierno boliviano, se revirtió hoy contra ellos tras el vil asesinato del viceministro Rodolfo Illanes.
La denuncia del
presidente Evo Morales calificando estos hechos como parte de una
conspiración política permanente contra su gobierno, movilizó a un país
conmocionado por la barbarie criminal contra el funcionario que fue a
buscar un diálogo pacífico con los dirigentes de la protesta.
El método empleado por los estrategas de Washington, cuyas instituciones se ha denunciado financian las protestas con partidos políticos nacionales y medios de comunicación como ejecutores, es la superposición de conflictos para tener en jaque permanente al gobierno.
Primero, alertó Morales en conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno, fueron las movilizaciones de un grupo de personas con discapacidad, luego los dueños y choferes del transporte de carga, y ahora un sector del cooperativismo minero.
En estos casos es importante subrayar la manipulación informativa para distorsionar ante la opinión pública que este gobierno es quien más apoyo ha brindado a los discapacitados en toda su historia, y defendido además con firmeza los derechos de los transportistas.
La actual protesta de cooperativistas mineros esconde el verdadero interés de empresarios que contratan mano de obra barata y demandan se elimine de una reciente ley boliviana de cooperativas el derecho de sus empleados a sindicalizarse para defender sus intereses.
Pero, más aún, aprovechando la exoneración de impuestos fiscales a las cooperativas, esos 'cooperativistas-empresarios' pretendían legalizar sus acuerdos con empresas transnacionales extranjeras para burlar la nacionalización establecida por la Constitución.
Morales denunció que elementos opositores de derecha respaldaron las demandas de carácter privatizador de estos mineros movilizados desde hace varios días, en lo que llamaron la capitalización de esos recursos naturales.
Nosotros luchamos por los recursos naturales y estos pertenecen a los bolivianos, se trata de una provocación y el pueblo no va a ceder, no vamos entregar nuestras riquezas a las empresas extranjeras, aseguró Morales y la movilización nacional no se hizo esperar.
Lo más contradictorio es que el viceministro Illanes, hoy proclamado héroe, era un defensor de la solución de conflictos mediante el diálogo el que fue a buscar con los mismos dirigentes que lo secuestraron, torturaron, mataron a golpes y tiraron su cadáver en una carretera.
Los movimientos sociales, campesinos, obreros, de mujeres, estudiantes, reclaman ahora la intervención estatal de las minas que pretenden privatizar y demandan someter a la justicia a los mineros que intentaron sembrar el caos con una escalada de violencia.
Sospechosamente se reportaron movilizados muertos, y es algo que hay que investigar a profundidad, porque los policías estaban en los puntos de bloqueo de carretera sin portar armas letales, alertó el primer presidente indígena boliviano.
Sin duda alguna, como dice el refrán popular, 'el tiro les salió por la culata' a quienes proyectaron desestabilizar el país con la muerte sin aclarar de dos mineros, decenas de policías heridos por la dinamita que lanzaban a diestra y siniestra, periodistas golpeados, y varias carreteras bloqueadas.
El rechazo nacional a estas acciones criminales, y a la utilización de turbas alcoholizadas para sus fines, rompió hoy los bloqueos de carreteras y obligará a los dirigentes mineros a sentarse a dialogar, pero los culpables del asesinato de Illanes tendrán que responder ante la justicia.
mem/prl
El método empleado por los estrategas de Washington, cuyas instituciones se ha denunciado financian las protestas con partidos políticos nacionales y medios de comunicación como ejecutores, es la superposición de conflictos para tener en jaque permanente al gobierno.
Primero, alertó Morales en conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno, fueron las movilizaciones de un grupo de personas con discapacidad, luego los dueños y choferes del transporte de carga, y ahora un sector del cooperativismo minero.
En estos casos es importante subrayar la manipulación informativa para distorsionar ante la opinión pública que este gobierno es quien más apoyo ha brindado a los discapacitados en toda su historia, y defendido además con firmeza los derechos de los transportistas.
La actual protesta de cooperativistas mineros esconde el verdadero interés de empresarios que contratan mano de obra barata y demandan se elimine de una reciente ley boliviana de cooperativas el derecho de sus empleados a sindicalizarse para defender sus intereses.
Pero, más aún, aprovechando la exoneración de impuestos fiscales a las cooperativas, esos 'cooperativistas-empresarios' pretendían legalizar sus acuerdos con empresas transnacionales extranjeras para burlar la nacionalización establecida por la Constitución.
Morales denunció que elementos opositores de derecha respaldaron las demandas de carácter privatizador de estos mineros movilizados desde hace varios días, en lo que llamaron la capitalización de esos recursos naturales.
Nosotros luchamos por los recursos naturales y estos pertenecen a los bolivianos, se trata de una provocación y el pueblo no va a ceder, no vamos entregar nuestras riquezas a las empresas extranjeras, aseguró Morales y la movilización nacional no se hizo esperar.
Lo más contradictorio es que el viceministro Illanes, hoy proclamado héroe, era un defensor de la solución de conflictos mediante el diálogo el que fue a buscar con los mismos dirigentes que lo secuestraron, torturaron, mataron a golpes y tiraron su cadáver en una carretera.
Los movimientos sociales, campesinos, obreros, de mujeres, estudiantes, reclaman ahora la intervención estatal de las minas que pretenden privatizar y demandan someter a la justicia a los mineros que intentaron sembrar el caos con una escalada de violencia.
Sospechosamente se reportaron movilizados muertos, y es algo que hay que investigar a profundidad, porque los policías estaban en los puntos de bloqueo de carretera sin portar armas letales, alertó el primer presidente indígena boliviano.
Sin duda alguna, como dice el refrán popular, 'el tiro les salió por la culata' a quienes proyectaron desestabilizar el país con la muerte sin aclarar de dos mineros, decenas de policías heridos por la dinamita que lanzaban a diestra y siniestra, periodistas golpeados, y varias carreteras bloqueadas.
El rechazo nacional a estas acciones criminales, y a la utilización de turbas alcoholizadas para sus fines, rompió hoy los bloqueos de carreteras y obligará a los dirigentes mineros a sentarse a dialogar, pero los culpables del asesinato de Illanes tendrán que responder ante la justicia.
mem/prl
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