La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llama a la población a mantener la “tranquilidad” en los momentos difíciles que vive el país y arremete contra la campaña “vale todo” por intentar perjudicar su Gobierno.
"Este es un periodo de dificultades, que generalmente genera incertidumbre. Por eso quiero decirles: no estén inseguros ni aprehensivos. Esta es una situación temporaria y va a pasar (...)”, ha expresado este lunes la mandataria brasileña en un acto público realizado en la ciudad de Sao Luís, capital de Maranhao (oeste).
Este es un periodo de dificultades, que generalmente genera incertidumbre. Por eso quiero decirles: no estén inseguros ni aprehensivos. Esta es una situación temporaria y va a pasar (...)”, ha expresado la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Asimismo ha instado a los brasileños a dar prioridad a su país frente a sus partidos y proyectos personales, ya que, a su juicio, se necesita estabilidad para hacer "la travesía", término con el que hace referencia a la crisis económica que afecta al país.
"Es como en una familia. En una dificultad no sirve de nada pelearse unos con otros. Hay que tomar medidas. Nadie piensa que Brasil debe aceptar la teoría de los que piensan así: A mí no me gusta el Gobierno, así que voy a debilitarlo", ha explicado.
Luego de reconocer que Brasil se encuentra en una situación complicada, Rousseff ha asegurado que trabaja "incansablemente" día y noche para superar los embates contra la economía del país.
En otra parte de sus declaraciones, la dignataria ha aseverado su rechazo a medidas que lleven al caos el gobierno, de los estados y de los municipios y ha convocado a la nación brasileña a repudiar “el 'vale-todo' que intenta afectar a cualquier gobierno, sea federal, regional o municipal”.
Para la presidenta tomar parte o adherirse a acciones tendientes únicamente a debilitar las gestiones gubernamentales equivale a optar por el 'cuanto peor, mejor'.
Sin embargo, se ha preguntado: "¿(Pero) mejor para quién? Esa es la pregunta. Es peor para la población, es peor para el pueblo. Es peor para todos nosotros".
Igualmente ha sostenido que el Gobierno, mediante todas las iniciativas, busca crear las condiciones para que el país retome el camino del crecimiento y la generación de empleos, y se pueda garantizar a las familias más ingresos y oportunidades de desarrollo.
Según las encuestas, Dilma Rousseff se ha convertido en la presidenta más impopular de la historia de Brasil, con un 71 % de los ciudadanos que piensa que su gestión es “mala o pésima”.
En reacción a las críticas de la oposición y las protestas populares, Rousseff presentó el pasado mes de marzo una serie de medidas para endurecer la lucha contra la corrupción.
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