Noticias Aliadas
Adital
Al menos tres muertos, una decena de heridos, 4% de los
1,508 centros de votación saqueados, afectando a 5% de los más de 5.8 millones de
electores inscritos, 137 detenciones, fue el saldo de las elecciones parlamentarias
realizadas el 9 de agosto tras casi cuatro años de atraso
A estos incidentes
se sumaron la ausencia de representantes de ciertos partidos en numerosos centros
de votación, omisión de los nombres de votantes en los padrones electorales, sabotaje
a las materiales de votación, urnas llenadas con votos falsos, altercados entre
miembros de los partidos políticos, ataques con piedras, incursiones armadas en
la zona reservada en los centros de votación, entre otras irregularidades que han
marcado las legislativas.
Denuncias de irregularidades marcan elecciones legislativas de Haití, después de tres años de atraso. |
"Fue una jornada difícil”, reconoció Pierre Louis Opont,
presidente del Consejo Electoral Provisional (CEP) a la prensa. No obstante, Opont
y las autoridades haitianas manifestaron su satisfacción con el proceso.
En estos comicios participaron 129 organizaciones políticas,
232 candidatos al Senado para los 20 escaños disponibles, 1,621 postulantes a las
119 vacantes en la Cámara de Diputados.
Las elecciones se llevaron a cabo en un contexto sociopolítico
y económico marcado por una crisis generalizada debido a la depreciación de la moneda
nacional, el gourde, la inexistente reconstrucción del país tras el devastador terremoto
del 2010, elevado desempleo y el vacío institucional. Desde el pasado 12 de enero,
el presidente Michel Martelly y sólo 10 senadores son las únicas autoridades constitucionales
en funciones en Haití. En esa fecha expiró el mandato del Parlamento y, tal como
establece la Constitución, se disolvió automáticamente luego que Martelly no lograra
un acuerdo con la oposición para evitarlo.
"Es imperativo que volvamos al orden constitucional y
sobre el camino de la democracia. [Con estas elecciones] los haitianos dan un gran
paso”, afirmó Elena Valenciano, jefa de la Misión de Observación Electoral de la
Unión Europea (UE) en Haití, durante una visita al centro de votación ubicado en
el Liceo Nacional de Pétion-Ville, localidad en las afueras de Port-au-Prince, la
capital.
Indiferencia
La mayoría de las calles de la zona metropolitana de
Puerto Príncipe se encontraban vacías y desoladas durante el acto electoral. A diferencia
de anteriores comicios, no se observaban largas filas de votantes frente a los centros
de votación. Los ciudadanos han mostrado poco interés en votar y se calcula que
el ausentismo ha sido elevado. Francis Clédanor, 47 años, vive en Juvenat, Pétion-Ville
y afirmó que fue a votar solamente para cumplir con sus deberes políticos y civiles
pero no espera nada como transformación.
"Yo no voté por el cambio”, dijo a Noticias Aliadas.
"Las autoridades creen más en la corrupción en lugar de trabajar por el desarrollo
del país. Eso me indigna. No hay trabajo aquí, el medio ambiente está totalmente
destruido, la miseria se agrava y las autoridades no hacen nada para resolver los
problemas”.
Franck Seguy, sociólogo haitiano y profesor en la Universidad
Estatal de Haití, señaló a Noticias Aliadas que "estas elecciones son una estrategia
que utilizan los gobernantes para empujar la población a olvidar los verdaderos
problemas del país”.
Sólo entre el 9 de julio y el 2 agosto de este año, durante
la campaña electoral, la no gubernamental Red Nacional de Defensa de los Derechos
Humanos (RNDDH) identificó varios casos de violencia, incluyendo nueve enfrentamientos
armados, cinco asesinatos, dos intentos de asesinato, siete personas heridas de
bala, dos heridas por cuchillos, 17 lesionadas por pedradas y 10 casos de palizas
a bastonazos.
Estas elecciones se realizan en medio de protestas contra
la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINUSTAH) —a la que
acusan de ser responsable del brote de cólera en el 2010 que desde entonces ha causado
la muerte de al menos 9,000 personas y más de 700,000 infectados—, la temporada
de huracanes y el incremento de la inseguridad ciudadana. A ello se suma que cinco
años después del terremoto que dejó más de 200,000 muertos y 1.3 millones personas
sin hogar, todavía hay miles de personas viviendo en campamentos.
Se estima que la ausencia de los electores en los lugares de votación está motivada por la falta de credibilidad en el proceso electoral y en los candidatos. |
El rol de la comunidad internacional
La comunidad internacional, particularmente EEUU y la
Unión Europea, no cesó en reclamar la realización de estos comicios.
Este año se cumplen 100 años de la primera ocupación
de EEUU a Haití y, a pesar del rol que este país jugó en las elecciones del 2010
al presionar para que Martelly fuera elegido, esta vez la embajada estadounidense
emitió una declaración dirigida al pueblo haitiano señalando que "estas elecciones
son importantes. En cualquier sistema democrático, las legislaturas constituyen
un lazo directo con la voluntad del pueblo. Los parlamentarios los representan y
ponen sus deseos a consideración del gobierno. Hagan oír su voz a través de su voto”.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas,
Ban Ki-moon, señaló en un comunicado que "estas elecciones largamente esperadas
constituyen un hito muy importante para la democracia en Haití” y saludó que "cada
vez más el pueblo haitiano se haya apropiado del proceso electoral”.
"Elecciones confiables, inclusivas y transparentes son
la clave para la estabilidad a largo plazo y la promoción de una democracia vibrante”,
dice la declaración.
Pero el número de partidos políticos no ha cesado de
aumentar en los últimos meses, lo cual puede impactar sobre la gobernabilidad del
país con un Parlamento con múltiples pequeños partidos sin una mayoría. La enorme
crisis entre el Ejecutivo y la oposición también explica el retraso de las legislativas
en Haití, sin mencionar la incapacidad del presidente Martelly en asegurar las condiciones
necesarias para los comicios.
Además de las legislativas, antes que finalice el 2015
deben realizarse elecciones presidenciales, municipales y locales que costarán US$74
millones.
Seguy considera los fondos destinados a esas elecciones
podrían ser utilizados para mejorar las condiciones de vida de la gente.
"Esto sólo puede conducir a un baile de máscaras”, dijo.
"Se convocan a elecciones para poder continuar ejecutando el proyecto de antes del
2010, que consiste en ratificar a funcionarios que permitan a las grandes compañías
mineras canadienses y estadounidenses, entre otras, acaparar los recursos mineros
del país”.
Clédanor coincide con Seguy en afirmar que las elecciones
se realizan por dictado de países como EEUU, Canadá y Francia.
"Haití no tiene la libertad para poder realizar las elecciones
cuando quiere. Se hacen elecciones cuando encuentra financiamiento externo. Las
elecciones se llevan a cabo en el momento en que las exige la comunidad internacional”,
concluyó Seguy.
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