Quito, 13 ago (PL) Concentrados en vigilia en la Plaza de la Independencia, centenares de ecuatorianos partidarios del gobierno de la Revolución Ciudadana ratifican su apoyo al presidente Rafael Correa y esperan a los opositores que inician hoy un paro nacional.
Ante la convocatoria a la paralización de labores, el mandatario volvió a llamar al diálogo y alertó de una guerra permanente y golpes blandos internos, que en Ecuador se denomina restauración conservadora.
Esas élites, subrayó, entre otras prácticas, usan la arremetida brutal mediante métodos ilegales e ilegítimos contra un gobierno como el ecuatoriano, con inmensa legalidad democrática y apoyo popular.
Denunció que con esas acciones desestabilizadoras la oligarquía nacional pretende darle un golpe de Estado blando.
Pese al llamado opositor del Frente Unitario de Trabajadores y una fracción de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador, los seguidores de la Revolución Ciudadana acampan frente al Palacio de Gobierno de Carondelet en respaldo a Correa.
La Plaza de la Independencia cobija a organizaciones sociales, de campesinos, trabajadores y afroecuatorianos, que portan pancartas de soporte a la gestión del mandatario y al llamado al diálogo nacional.
La convocatoria masiva a conversaciones inició en junio pasado, después que Correa presentó proyectos a las leyes de herencias y plusvalías, usados por grupos de la ultraderecha para incitar a marchas violentas contra el Gobierno y buscar la desestabilización.
Frente a tales intentos, el jefe de Estado retiró temporalmente las propuestas legislativas -que afectarían solo al dos por ciento más rico de los ecuatorianos- y citó al debate para abordar temas como una justa distribución de la riqueza.
Pero los grupos opuestos al Ejecutivo se han negado a participar en el diálogo y continúan calentando las calles e incitando a la desobediencia ciudadana.
lam/ydg
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