Gara/Rebelión
Después de cinco siglos de enseñar al mundo lo que debía hacer, Europa
no tiene nada que enseñar ahora y lo más grave es que el colonialismo
anula su capacidad de aprender
Boaventura de Sousa Santos, sociólogo portugués
No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y
copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra
propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo
indoamericano. He aquí una misión digna de una generación nueva
José Carlos Mariátegui, pensador marxista peruano
Evo
Morales acaba de ganar las elecciones en Bolivia con el 61% de los
votos y más de 36 puntos de ventaja sobre el segundo candidato más
votado. Es innegable el éxito que supone una victoria tan contundente
tras 8 de gobierno, y una mirada en profundidad a lo que sucede en
Bolivia y los procesos de cambio en América Latina puede dejarnos
algunas enseñanzas a la hora de pensar el proceso político puesto en
marcha en Euskal Herria
En primer lugar mirar a América
Latina no solo es un ejercicio de descolonización epistemológica
después de haber contribuido a la colonización de ese continente, sino
que en estos momentos y ante la situación de crisis estructural del
capitalismo en la que nos encontramos, con una economía cada vez más
financiarizada y de una medida geopolítica planetaria, global, si de
algún lado va a surgir una alternativa al modelo del capitalismo, más
allá de experiencias puntuales y nacionales, es de América Latina, el
único lugar del mundo donde regionalmente se están poniendo en marcha
proyectos posneoliberales. Ante la ingenuidad de quienes todavía siguen
dando vivas a la socialdemocracia a pesar de la muerte de esta, solo
cabe decirles que es imposible gestionar un capitalismo con rostro
humano, que el sistema capitalista solo puede mantener sus tasas de
ganancia (y en todo caso reparto de migajas) si en algún otro lugar del
mundo se da explotación. Pero en la medida en que el Sur (entendido
geopolíticamente, no solo geográficamente) recupera la soberanía
política y económica, además del control sobre sus áreas estratégicas y
recursos naturales, el Norte (y ahí es donde nos encontramos) acelera
su crisis.
Enseñanzas desde Bolivia
En ese
sentido y más allá de circunstancias puntuales, Bolivia nos deja tres
enseñanzas muy concretas para aprender de ellas. La primera es que
llegar al gobierno, el ganar espacio y cuotas en las instituciones, no
significa tener el poder. Fueron necesarios varios años entre ganar las
elecciones y adueñarse de las instituciones, hasta que los sectores
populares realmente conquistaron el poder que tienen, y ejercen, en la
actualidad.
La segunda enseñanza es que precisamente el
proceso boliviano solo es sostenible en el tiempo en la medida en que
es un gobierno de los movimientos sociales. En esa tensión creativa
permanente o contradicción en el seno del pueblo, es que se desarrolla
el proceso de cambio. Necesita ser eficiente como Estado, pero
ampliando permanentemente los límites y márgenes de la democracia
mediante la ocupación que del mismo hacen los movimientos sociales. El
gobierno es del pueblo y para el pueblo construyendo una democracia sin
fin que es parte de la construcción del socialismo.
La
tercera enseñanza es un cuestionamiento permanente a la herencia
colonial de la modernidad y el capitalismo. Es muy difícil construir
socialismo a partir de capitalismo de Estado y dentro de un
sistema-mundo capitalista, pero hay dos elementos que permiten hablar
de trazas de socialismo, la esencia de lo comunitario, con un modelo
económico en el que el reforzamiento de la economía estatal está
pensado como una transición hacia formas de economía comunitaria, y
además la economía se piensa como un equilibrio permanente entre el
derecho al desarrollo, a sacar a tu población de la pobreza y mejorar
sus condiciones de vida, y los derechos de la Madre Tierra, que llevan
a cuestionar un modelo de desarrollo que, de nuevo aunque la ingenuidad
de muchos lleve a pensar que sigue siendo válido, cada vez demuestra
más sus límites, tanto ecológicos del planeta, como límites del propio
sistema capitalista que profundiza en su modelo de acumulación por
desposesión.
Sujeto, proyecto, instrumento
Pero si Bolivia nos deja estas, y otras muchas más enseñanzas, es
porque supieron identificar, agrupar y articular un sujeto. Sujeto que
en el caso boliviano además conjuga clase e identidad y se autodenomina
movimiento indígena originario campesino. Y solo a partir de ese
sujeto, las clases subalternas y sectores populares, comenzaron a
irradiarse e incorporar a otras clases y sectores sociales.
Asimismo supieron definir un proyecto político claro, sin miedo de
definirlo como socialista, y que tomando como horizonte la justicia
social, la soberanía política y la independencia económica, está
sólidamente sustentando sobre los pilares del antiimperialismo,
anticolonialismo y el anticapitalismo. No por algo Evo como líder de
ese sujeto es la cristalización de esos tres pilares.
Finalmente se dotaron de un instrumento para lograr sus objetivos. El
MAS no es más que la sigla electoral del IPSP (Instrumento Político
para la Soberanía de los Pueblos). Los compañeros no son del MAS, sino
que el MAS es de ellos y ellas. En esa sencilla frase se sedimenta una
herencia de lucha y construcción del proyecto político.
De
todo esto, brevemente telegrafiado en estas líneas, y mucho más, vamos
a dialogar, debatir y discutir si hace falta estos días en Bilbao en
las dos citas organizadas por GITE-IPES, tanto el jueves 23 en la
charla “América Latina y la nueva Geopolítica del Sur: crisis del
capitalismo y alternativas socialistas” (sede de la UPV del Casco
Viejo) como en el seminario del sábado 23 (La Bolsa) donde mano a mano
con Joseba Álvarez trataremos de construir colectivamente un
diagnóstico común sobre el momento actual y la posibilidad de un
proyecto que, al igual que el socialismo que pensaba Mariátegui, no
puede ser ni calco ni copia, sino creación heroica desde Euskal Herria
y para Euskal Herria.
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