"La política es la lucha por la felicidad de todos”, sostuvo el presidente de Uruguay.
Redacción AN
Hay que fortalecer la vida partidaria, porque los partidos son débiles y no educan a su gente, afirmó el presidente de Uruguay, José Mujica, quien dijo que no está contra la gente a la que le gusta la plata y se vuelve loca por ella, “pero en la política tenemos que separar. A los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política, son un peligro en la política”.
“Lo cual no quiere decir que en la política no existan intereses, pero son intereses no materiales, son morales, lo que se apetece es el cariño y reconocimiento de la gente. La política es la lucha por la felicidad de todos”, subrayó.
En la primera parte de la entrevista con la periodista Carmen Aristegui, transmitida el martes en CNN, Mujica dijo que los pobres no tienen comunidad, por eso él es rico; “soy un hombre muy rico,
cuando salgo a la calle muchísima gente me da su amistad, su
compañerismo, es la belleza más grande que se puede tener. Vivir con lo
justo, porque si tuviera muchas cosas tengo que dedicar tiempo en cuidarlas, en complicarme la vida”.
“Lo que a mí me motiva, no pretendo que otros piensen como
yo, pero no puedo renunciar a esa manera de pensar, es consecuencia de
un larguísimo viaje”, expuso.
Mujica comentó que las repúblicas vinieron al mundo para decirle “no” a la Monarquía
y suscribir que los hombres somos iguales; e inventamos lo que llamamos
la democracia representativa, decimos que la mayoría es la que decide,
por lo tanto “debemos vivir como vive la mayoría y no como vive la minoría, si los otros se desvían de la esencia del republicanismo, yo no tengo la culpa.
El presidente es un funcionario que eligió la gente para un momento
y para una etapa, nadie es más que nadie, hay que afirmar el sentido
republicano y vernos como iguales, pero todavía falta mucho para ello, reconoció.
Explicó que quienes tienen interés en la plata, tienden a ver el
mundo a través de esa óptica y si se gobierna para la mayoría, hay que ubicarse desde la perspectiva de la mayoría.
Además dijo que “cuando los hombres y la mujeres no creemos en algo
es lo más desastroso, porque este animalito que somos es de lo más
utópico y necesita creer en algo”, porque “cuando no se cree en algo, se vive para uno, en el egoísmo. Las utopías son que se puede construir un mundo mejor, lo debemos hacer entre todos y defender a la vida. Vivimos en una vida hermosa que hay que cuidar”.
Remarcó que la vida no es una mercancía, entonces no hay que
malgastarla, hay que utilizarla en cosas que nos motivan. La libertad
es tener tiempo para hacer aquello que nos motiva, aseveró.
Sobre su gobierno en Uruguay, expuso: “Yo no hago balances,
soy un luchador social. En algunas cosas contribuimos, con el apoyo de
la gente. Hay menos pobres, 11 por ciento de pobreza, hace dos años
teníamos 38 por ciento. Tenemos un per capita que anda en los 17 mil
dólares. Sin hacer mucho ruido, tenemos una diversificación del
comercio importante en el mundo, teníamos una dependencia acentuada en
la región. Vendemos carne a 130 países, pedacitos de carne bien
calificados. Desde ese punto de vista hemos mejorado. Somos el país más viejo de América Latina junto con Cuba”.
“Los delitos que se pudieron identificar han sido procesados,
pero hay una cuota de delitos que para las dimensiones de Uruguay es
alta, si hacemos comparación es bajísimo, pero para Uruguay es alta.
Nos falta la verdad, como nos falta la verdad no se hizo justicia, en
todas partes se presenta la contradicción entre verdad y justicia”,
agregó.
Agregó que “en mi manera de pensar si me dijeran la verdad, no tengo
nada más que castigar, pero eso no es lo que piensa la mayoría de la
sociedad, la mayoría quiere castigo. Yo quisiera tener la verdad porque
tener la verdad es un castigo fuerte”.
Aceptó que en muchas cosas el presidente no manda: en el
poder económico está acostumbrado a ver las limitaciones que tienen los
presidentes, pero está bien, peor sería que tuvieran el poder absoluto,
sería mucho peor, “porque no somos discretos con el poder”.
Contó que su posición no es tan desinteresada ni tan
humanística como pudiera parecer, “mi posición pretende ser inteligente
desde el punto de vista político, porque alrededor de un ser existe una
familia, y yo quiero la paz y la reconciliación de la sociedad”.
Sobre las próximas elecciones en su país comentó que “es notable que el esquema desde el punto de vista electoral, está como la elección pasada
en la cual yo gané, al borde de ganar la mayoría parlamentaria, pero
muy justo y probablemente habrá una segunda vuelta, en la que hay que
luchar contra los votos en blanco, contra los votos anulados. Acá con
un 46 o 48 por ciento no ganas las elecciones”.
En estas elecciones “se compone el parlamento y la continuidad del país. Si la gente lo quiere iré al Senado de la República, donde podría ser útil”, adelantó.
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