“El
éxito para USAID es desaparecer”, dijo Mark Feierstein, el jefe para
América Latina de esta agencia norteamericana, en entrevista con la
revista colombiana SEMANA.
Para este funcionario que participó
activamente en muchas operaciones secretas de la CIA antes de
disfrazarse de asesor de políticos de derecha en sus campañas
electorales y luego de honrado funcionario “humanitario”, la USAID se
retiró de unos paises de América Latina por haber ya cumplido con éxito
su misión.
“En América Latina dejamos de trabajar en Uruguay,
Chile, Panamá, Costa Rica, países exitosos”, dijo Feierstein, omitiendo
a Venezuela, Ecuador y Bolivia, países donde la presencia nauseabunda
de su agencia ha sido no solo excluida sino denunciada. “Muchos
piensan que un aumento de presupuesto es un éxito, no es así, la
disminución lo es. El presupuesto de USAID ha bajado, por el éxito que
tiene Colombia. Algún día vamos a cerrar nuestra oficina y eso va a ser
una razón para celebrar”, sentenció Feierstein. La USAID que pretende
dispensar “ayuda humanitaria” en América Latina ha sido con frecuencia
desenmascarada por servir de fachada a la CIA y de avanzada al Comando
Sur.
En los últimos meses, estuvo en el centro de un enorme escándalo
por lo desvergonzado de sus operaciones de subversión contra Cuba.En
Colombia, Feierstein completaba una inspección de los proyectos USAID
en las conmocionadas zonas de Bajo Cauca y Medellín donde su
organización invirtió – según dice - 30 millones de dólares “en
actividades productivas, construcción de capital social,
infraestructura” y “defensa de los derechos humanos”. “Hablamos
con campesinos que sembraban coca y ahora tienen cacao, trabajamos
mucho para impulsar esa transición. El chocolate se volvió un arma para
combatir el terrorismo”, dijo el funcionario norteamericano, con su
habitual cinismo.
Se supone que la USAID no dio cobertura, en múltiples
ocasiones, a agentes de la CIA por amor al chocolate. Tampoco que
acompaña a las agresiones militares de EEUU en el Medio Oriente por
amor a la humanidad.Sigue Feierstein: “Hay un valor simbólico
de que venga gente de Washington al Bajo Cauca, hablando un español
chistoso, con el mensaje de que los ojos del mundo están en Cáceres,
que no están aislados”. ¿Si las FARC se desmovilizan,
trabajarían con ellas?, preguntó el periodista. Obtuvo una respuesta
ambigua: “Vamos a ver cuáles son los acuerdos, los elementos, siempre
estamos dispuestos a ayudar al gobierno”, contestó el norteamericano,
sin ocultar su perspectiva injerencista. La USAID en Colombia fue
siempre un elemento más del arsenal imperial de contrainsurgencia.Escribe
el autor de la entrevista: “Mark Feierstein conoce muy bien a Colombia.
En 2000 vino por primera vez para asesorar la campaña de María Emma
Mejía a la Alcaldía de Bogotá”. Mejía fracasó.En 2002, el
asesor USA actuó de estratega en la campaña electoral del ex presidente
boliviano Gonzalo “Goni” Sánchez de Lozada y su Movimiento Nacionalista
Revolucionario (MNR). “Goni” ganó. Este “candidato de la
democracia” fue quien ordenó la masacre sangrienta de la ‘Guerra del
gas’ y está hoy refugiado en EEUU que se niega a entregarlo a Bolivia a
pesar de las numerosas reclamaciones. Entre muchas de sus
hazañas de agente del imperio, Feierstein representó a la National
Endowment for Democracy en América central durante la guerra sucia
contra Nicaragua y dirigió luego el “staff” del NDI – el órgano
injerencista del Partido Republicano yanqui.
El bajo perfil que enseña
Feierstein no es más que una cortina de humo. A pesar del
arresto en Cuba de su “contratista” Alan Gross, que pensaba instalar en
la Isla su red de espionaje introduciendo y activando equipos
satelitales de comunicación indetectables, y mientras seguían en los
titulares los casos del “Twitter cubano” y de la infiltración de
jovenes latinoamericanos para resforzar una oposición anoréxica, los
cabezones de la USAID multiplican sus intervenciones notablemente en
los países donde más se toleran.Colombia es el país que más
privilegia la USAID y llama la atención que la agencia parece compartir
el plan de penetración de otro parásito del norte que se impone a
América Latina, el Comando Sur - el Southern Command del Pentágono. Donde
más activo está el mecanismo de infiltración militar, está presente la
USAID con sus “bondades” de relaciones públicas.
Típico de la ayuda
“humanitaria” de la agencia: hace unos días, en Honduras, USAID
inauguraba “dos torres de observación de aves, tres miradores” en un
parque nacional y un campo de fútbol remodelado en el Departamento de
Copán.En un show de “public relations” claramente político,
USAID aprovechaba hace poco una reunión del secretario de Estado, John
Kerry con los cancilleres de Guatemala, Honduras y El Salvador en Nueva
York, para anunciar ruidosamente una “donación” de 10 millones de
dólares a agricultores de la región afectados por la sequía.Si
se olvidó de Venezuela, Ecuador y Bolivia en su entrevista con SEMANA,
Feierstein tampoco hizo referencia a un colaborador de siempre y gran
amigo, Donald Steinberg. Este otro “gran jefe” de la USAID que lo
acompañaba en sus inspecciones ha renunciado a sus altas
responsabilidades.Steinberg prefirió abandonar el barco cuando
el FBI se interesó en sus actividades. Lo sospechaba de haber desviado
fondos de la agencia hacia ex colegas. El caso sigue bajo
investigación.
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