Miradas al Sur
Tres
semanas antes de las elecciones para renovar la mitad del Congreso el
próximo 4 de noviembre, el jefe del Estado Mayor del Ejército de los
Estados Unidos, Gral. Raymond Odierno, presentó el pasado martes 14 en
la reunión anual de la Asociación del Ejército de Estados Unidos (AUSA,
por su sigla en inglés) el nuevo diseño estratégico para el período
2020-2040, con el que el alto mando norteamericano condiciona al futuro
Congreso para que revise el plan de reducción de gastos adoptado en
2011. Sin embargo, el documento presentado ante la conferencia de
expertos y empresarios de armamentos va mucho más allá y apunta a
reorganizar todo el mundo, incluidos los propios Estados Unidos.
El
texto fue redactado por el Comando de Entrenamiento y Doctrina del
Ejército (Tradoc) en función de la Doctrina Militar 3-0 adoptada en
2011. El Diseño Operativo del Ejército (Army Operating Concept, AOC) se
caracteriza por reiterar algunos términos: multiplicidad de objetivos y
teatros de operaciones, múltiples aliados, múltiples formas de lucha
simultáneas, pero sobre todo porque todo es “desconocido” (unknown):
desconocidas son “las nuevas amenazas”, los enemigos, sus objetivos,
fines y medios, igual que sus fuerzas, disposición, capacidades e
intenciones.
El Ejército norteamericano, entonces, debe dar batalla en
todo terreno y frente a cualquier amenaza simultáneamente y en varios
escenarios, para lo que debe intensificar la guerra informacional, las
operaciones psicológicas y políticas y “crear al enemigo un sinfín de
dilemas simultáneos”.Por su parte, el Tte. Gral. Herbert
McMaster, Subcomandante del Centro de Integración y Capacitación del
Tradoc, acentuó la necesidad de actuar política e informacionalmente:
“Debemos entender a los diversos grupos e influir sobre ellos por
medios cooperativos, persuasivos y en última instancia coercitivos”,
añadió. Para lograrlo, dijo, “el Ejército debe construir alianzas y ser
más agresivo en su acción informacional, política y cultural”.Suponiendo
que los contextos de las futuras guerras, los enemigos y los escenarios
son desconocidos, el Ejército norteamericano debe dar batalla en todos
los escenarios al mismo tiempo, con cualquier aliado y contra cualquier
enemigo.
La competencia por poder y recursos –dice el documento– va a
provocar futuros conflictos armados. Para triunfar en ellos, el
Ejército debe alcanzar “la supremacía” antes que “el adversario
responda”. Para ello se aplica la doctrina de la guerra preventiva en
vigor desde 1992.Significativamente, en este documento se da
poca importancia a la “guerra contra el terror”. En cambio se señala a
los “poderes competitivos”: China, Rusia y a Irán como potencia
regional. El documento incluye especialmente la necesidad de “responder
a y mitigar las crisis en el interior (de EE.UU.)”.
El Ejército debe
“fortalecer el apoyo a las autoridades civiles”, para lo que debe
actuar política e informacionalmente.Como las “nuevas amenazas”
son desconocidas, cuadros y soldados deben tener capacidades
“adaptativas”. Aunque el término se menciona reiteradamente, sólo se
define que los cuadros deben pensar “transculturalmente”. Se supone
que, si saben trasmitir sus actitudes y concepciones, ganarán la
simpatía de las poblaciones, aislarán a los “terroristas” y construirán
naciones “democráticas, liberales y decentes”.
En el documento
es novedoso el énfasis puesto en la necesidad de librar la “guerra
política”, incluso dentro de Estados Unidos. La percepción de las
“nuevas amenazas” y el sometimiento del Estado liberal a la guerra
permanente y ubicua y a la total vigilancia interna están
interrelacionadas, pero el peso relativo se ha desplazado: ahora todo
encuentro entre culturas supone su choque militar. La propia democracia
liberal se somete a un reclamo permanente de “seguridad” interna y
externa que debe ser satisfecho por los militares. El
documento AOC es una explosión paranoica de una burocracia
descontrolada del control civil.
La doctrina militar norteamericana
vigente abarca todos los aspectos de la vida y todos los países,
convirtiendo a sus fuerzas armadas en un partido armado que juzga y
ejecuta sus sentencias en su nación y el mundo entero. Si es malo estar
dominado por un imperio, que éste se vuelva paranoico requiere un
hospicio de dimensiones planetarias.Fuente: http://sur.infonews.com/mundo
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