En 2012, cuando el Estado argentino tomó el control de la empresa
que estaba en manos de la española Repsol, la producción venía en
declive, con caídas de 6,95% en petróleo y de 9,38% en gas.
El año anterior había cerrado con un promedio de 30.800 metros
cúbicos diarios de petróleo y 29 millones de gas, y tras la
nacionalización de la petrolera, en mayo de 2012, se logró en los
primeros siete meses revertir la caída.
Así 2012 terminó con una producción de petróleo de 31.600 metros
cúbicos diarios, 2,59% por encima del año anterior, pero en gas se
obtuvieron 28,2 millones diarios, 2,76% menos, aunque se trató de una
caída muy inferior a la de 9,38% interanual de 2011.
Ya en 2013, YPF consiguió crecimiento en ambos hidrocarburos, al
alcanzar 32.700 metros cúbicos diarios de petróleo y 28,9 millones de
gas, cifras 3,48% y 2,48% superiores a las del año anterior,
respectivamente.
Del mismo modo, en lo que va de este año el promedio diario de
producción de petróleo se ubicó en 34.900 metros cúbicos, y la de gas
en 31,6 millones.
Esto hizo que el crecimiento interanual sea de 6,72% en petróleo y
de 9,34% en gas, y el acumulado en el bienio de gestión estatal, de
10,44% y 12,05%, respectivamente.
Considerando la curva de declino de la producción de la compañía
hasta 2011, el incremento de la producción de petróleo y gas de YPF
permitió reducir las importaciones.
De esta forma en 2013 y 2014, se logró mejorar la balanza comercial en U$S 3.695 millones.
Esto fue por una sustitución importaciones de gas natural licuado
(GNL) por U$S 732 millones en 2013 y U$S 1.134 millones este año.
Por su parte, la sustitución en la importación de naftas, gasoil y
fueloil, registró un ahorro de U$S 913 millones el año pasado, y U$S
916 en 2014.
La Jornada
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