Plantea la CIDH dar asistencia técnica a México para buscar a los 43 desaparecidos
Agencias
Periódico La Jornada
La audiencia solicitada por el gobierno de Enrique Peña Nieto a la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para presentar su
programa nacional en la materia se tornó en juicio a México por la
desaparición de los 43 normalistas en Ayotzinapa.
Por un lado, el secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez
Icaza, lamentó que las desapariciones forzadas sean práctica recurrente
en el país, en tanto que organizaciones no gubernamentales acusaron al
gobierno mexicano de omisiones en la
crisis de derechos humanosque ha revelado el caso de los normalistas.
No ha habido un cambio contundente en prevenir las violaciones de derechos humanos, en combatir la impunidad. Son cambios cosméticos que no han evitado que se produzcan casos como los de Tlatlaya e Iguala, acusó Jaqueline Sáenz, coordinadora de Fundar, quien agregó:
Nos impacta a todos los 43 desaparecidos, pero es una crisis de más de 22 mil desaparecidos, con una cifra negra que no se ve.
El relator para México de la CIDH, James Cavallaro, dijo que se
percibe buena voluntad del gobierno federal, que contrasta fuertemente
con
la actuación de distintas autoridades estatales y municipales. ¿Cómo se puede superar ese desafió?
El Estado no descansará
La representación gubernamental, a cargo de la
subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Lía
Limón, admitió que ante hechos como las 43 desapariciones
nunca se puede decir que se está haciendo lo suficiente. La funcionaria basó su exposición en el programa por el que originalmente pidió México la audiencia, solicitud realizada antes de los hechos de Iguala.
Añadió que
el Estado mexicano no descansará hasta encontrar a los normalistas.
Frente a las acusaciones al Ejecutivo por su responsabilidad en los
casos Iguala y Tlatlaya, el subsecretario de Asuntos Multilaterales y
Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Juan Manuel
Gómez Robledo, consideró que es
falso que haya una política de violación de derechos humanos; hay desafíos inmensos, pero no hay política de Estado de violación de derechos humanos.
Hasta
Washington llegaron las protestas por la desaparición de los
normalistas, pues a las puertas de la sede donde se realizó la
audiencia se apostaron decenas de manifestantes con las fotografías de
los 43 normalistas y la consigna
Vivos se los llevaron, vivos los queremos.
Dentro del recinto se guardó un minuto de silencio en memoria de los
seis estudiantes asesinados durante los hechos de Iguala, previo a una
audiencia en la que las organizaciones no gubernamentales demandaron a
la CIDH su presencia en México para coadyuvar en el caso de los
normalistas. Durante el minuto de silencio, integrantes de las
organizaciones no gubernamentales levantaban pancartas que acusaban:
Fue el Estado, justicia, búsqueda, verdad, nunca más.
En su momento, Álvarez Icaza reconoció en entrevista al término de la audiencia:
Sin duda hay una crisis en materia de derechos humanos en México. Son hechos extraordinariamente graves y la principal preocupación es que los estudiantes aparezcan con vida.
Adelantó que ambas partes –CIDH y gobierno mexicano– evaluarían los alcances de una posible
asistencia técnicadel organismo para apoyar en la búsqueda de los estudiantes. En su caso, dijo, se analizaría la posibilidad de que participaran peritos de la CIDH especializados en la búsqueda de personas, pero precisó que estaban a la espera de mayor claridad de parte del gobierno mexicano.
Por separado, Gómez Robledo confió a Afp que México
estaría en la mejor disposiciónpara recibir a los expertos, pero precisó que faltan
detallespor discutir.
La asistencia técnica de la CIDH para atender violaciones graves de
derechos humanos no es una práctica frecuente y sólo tiene dos
antecedentes: el asesinato de la abogada mexicana Digna Ochoa, en 2001,
y el atentado perpetrado en Argentina contra la organización israelita
AMIA, en 1994.
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