Kerry a pesar de que ha reiterado que Washington trabajará con las naciones de Centroamérica para afrontar las causas de la crisis de inmigración, ha mantenido el duro mensaje de la administración de Obama de que los niños indocumentados serán deportados de este país.
El jefe de la Diplomacia norteamericana que está en Panamá con motivo de la toma de posición del nuevo presidente, Juan Carlos Varela, ha formalizado estas declaraciones durante un encuentro con líderes de Honduras, El Salvador y Guatemala, países desde los cuales decenas de miles de niños han partido rumbo hacia EE.UU. en los últimos meses.
La decisión de las autoridades de la Casa Blanca de hacer frente al flujo de niños centroamericanos que llegan a las fronteras de EE.UU., llevó a los defensores de los derechos humanos a instar al Gobierno de Washington a que proteja a los niños, en vez de deportarlos.
Se estima que al menos dos millones de personas han sido deportadas desde que Obama asumió el poder en 2009.
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