Conmemorando 50 Años del Golpe Militar en Brasil
Alainet
La
historia de América está constituida por procesos exógenos que marcan
profundamente su manera de ser y de estar en este mundo. Desde Brasil
es tan difícil hablar de América Latina. Al final las cosas que suceden
” allí en América Latina”…Aun más dictaduras que han pasado aquí y
siguen pasando como un espectro que nos persigue sombríamente. Y aún
quedan muchas preguntas en el aire: ¿Por qué existían esas dictaduras?
¿A quiénes favorecían? ¿Sirvió para instalar esta forma de sociedad?
¿Había similitudes entre ellos? ¿Los grupos económicos que estaban
detrás? ¿Los modelos de desarrollo que han guiado el proyecto económico
en curso? ¿Policía que heredamos? De todos modos, muchas cuestiones que
necesitan respuesta y poco a poco van saliendo a la palestra, y en
Brasil en particular, a finales de este año, cuando el golpe de estado
cumple 50 años. La historia de los golpes de Estado de América
Latina no se restringe al siglo pasado. En la historia reciente de
América Latina podemos recordar al menos dos intentos y tres golpes de
estado que fueron instituidos en el siglo XXI. Hablamos del intento de
golpe de estado en Venezuela en abril de 2002 y Bolivia en 2008,
consolidada golpe de Estado en Haití en febrero de 2004, en Honduras,
en junio de 2009, y en Paraguay en julio de 2012. Con todo este ciclo
de nuevos movimientos, ¿Se comporta y actúa con la izquierda en América
Latina hoy en día? ¿Cómo es la solidaridad concreta y permanente?
¿Hemos perdido la sensación de que el internacionalismo socialista? En
segunda década del siglo 21, algunas organizaciones que tienen un
trabajo, cualquiera que sea, de solidaridad con América Latina y el
Caribe. Ellos existen y actúan, pero son pocos.
Y aquí viene una ola de nostalgia. Me estoy acordando de mi juventud, cuando soñaba con estar en las montañas de Nicaragua, la cosecha de café, el apoyo al proceso de alfabetización, el aprendizaje de esas mujeres increíbles que enseñaron tanto espíritu revolucionario. Llegó al poder en 1979, la Revolución Sandinista. Imagínese el momento: entrar en los años 80, la famosa ” década perdida”. La década del nacimiento de los yuppies de Wall Street. Ese momento, ¿no? Un pequeño país en América Central resuelve enfrentar al enemigo. Y lograr una revolución que fue destruida principalmente por la acción de los contrarrevolucionarios que no dejaron Nicaragua en paz. En millones de dólares de fondos del gobierno de los EE.UU. a través de la CIA alimentan una guerra sin fin contra las transformaciones que tuvieron el país (la reforma agraria, la alfabetización, la participación del público, etc.)
En los años 70 y 80 del siglo pasado hemos vivido en nuestro pequeño rincón del mundo situaciones absolutamente dispares. Mientras que la Revolución Sandinista nos hizo soñar, en la década del Cono Sur de 70 fue desangrado por la tortura y la muerte. Argentina, con sus 30 mil desaparecidos Dictadura se inició en 1976 y duró hasta 1983. El Chile de Pinochet, 1973-1990. Uruguay, 1973-1985. La dictadura del Paraguay 1954-1989, Alfredo Stroessner, presenta características más específicas, pero con la Operación Cóndor resolución, desde el punto de vista de la dictadura, los posibles desajustes que se encontraban en la zona. La estrategia de síntesis de la acción en el Cono Sur – Operación Cóndor – plantadas con terror el secuestro y la persecución.
Y esos 70, 80 y hasta principios de los 90 era fuerte en el sentimiento izquierda occidental y la práctica de la solidaridad internacional.
Había comités de todo el mundo en apoyo de la Revolución Sandinista. El exilado político sudamericano podría buscar asilo político en Francia, Holanda, México, mientras que en muchos países se constituyeron comités para apoyar a los refugiados. Eran charlas organizadas, exposiciones, conciertos, etc. Parecía famosa frase más real del Che: “Si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, entonces somos compañeros. “
Finalizando el siglo XX en América Latina, hemos vivido esos momentos una región que se estaba deshilachada hacia el norte y hacia el sur por los procesos radicalizados que nos hizo llegar el siglo XXI marcado por mucha lucha, resistencia, la violencia, la solidaridad, la tortura, las desapariciones y sed loca a vernos como región y como una sola pelea. Al mismo tiempo, las dictaduras estaban terminando e las democracias fueron domando las populaciones por el consumismo y los programas compensatorios.
En Brasil hace 50 años, un golpe muy duro golpeó al país. El primero de una serie de golpes en el Cono Sur. En 1964 no fue sólo la dictadura que comenzó en Brasil. Ahi se fue gestando una ola de golpes de Estado cívico-militares que impusieron un modelo de desarrollo basado en los que favorecen los grandes grupos económicos del Cono Sur, un proceso de la deuda pública que nos hace pagar una cuenta enorme hasta la actualidad, el término de los procesos que intentaban impulsar reformas fundamentales y, la criminalización sistemática de las luchas sociales y movimientos.
Que hemos heredado como sociedad cincuenta años después del golpe de Estado y 29 años de democratización que empezó en 1985? Redemocratizamos más la sociedad? Desmilitarizamos la policía? Hicimos auditoría de la deuda externa como se prevé en la Constitución del 88, la “Constituyente Ciudadano “? Hicimos las reformas básicas anunciadas por João Goulart en 13 de marzo 1964?
Memoria, verdad y justicia! Memoria tan importante saber quiénes somos, de dónde venimos, como nos formamos, como resistimos, como luchamos, como celebramos, cómo nos expresamos culturalmente. La redención de las injusticias cometidas, los crímenes de los torturadores, de los grupos económicos, por los gobernantes de entonces y por los organismos internacionales que apoyan a los dictadores política y financieramente. Verdad para contar la historia de manera diferente. Lamarca , Marighella , Herzog, Rubens Paiva, Zuzu Angel, y muchos y muchas más son las referencias de nuestra lucha y resistencia. Justicia en un país que sigue mandando el latifundio rebobinada por agrobusiness. Manda quien tiene. Manda quien es rico. Y esto es tan naturalizada que la policía militar puede hacer lo que quiera en la favela. ¿Puede todo, a un coche de la policía arrastrar una madre en la calle, como si transportase un paquete de carne. Un sentido de la impunidad y la legitimidad que otorga el Estado a estas criaturas que cometen un acto de este tipo.
Lo que hemos heredado de la dictadura militar instaladas en América Latina?
No tuvimos tantos muertos o desaparecidos como en Argentina, Paraguay y Chile. El proceso de revelar y reparar las violaciones de los derechos humanos también se dio de manera diferente. En Argentina, el ex dictador argentino Jorge Rafael Videla falleció en prisión en 2013 a los 87 años. Él cumplió dos condenas a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante el próximo período de la dictadura argentina (1976-1981) preso en la cárcel pública.
Tanto Argentina como Uruguay parecen mirar más de cerca el pasado, para lograr avanzar hacia la democratización de sus sociedades. Y pasos más grandes, que en nuestra sociedad, me parece a mí.
Tiembla de indignación ante toda injusticia. Ese sentimiento de solidaridad internacional tan fuerte que hemos vivido en el comienzo de la fase actual del capitalismo financiero – 80, 90 se enfoca cada vez más en situaciones precisas del día a día de la gente. Es necesario también el traspaso de las fronteras y horizontes y mirar nuestro mundo con los ojos de companheirxs parece cada vez más urgente y necesario. Aquí y allá.
La Campaña Continental contra el ALCA en el año 2002 puso en marcha el Foro Social Mundial fue uno de esos esfuerzos magistrales para ser un continente con todas nuestras diferencias.
Hay una escalada militar cada vez mayor en toda nuestra región y del mundo. Cada vez más las leyes antidemocráticas entran en juego. Toma ventaja de los grandes eventos para adoptar dichas leyes. ¿Quién vendió las armas durante la dictadura? ¿Quién vende armas hoy en día? ¿Quiénes son estos millones siendo proveedor de armas y compra de equipos para la Copa del Mundo? Sólo las bolas de cauchos U$ 15 millones. ¿Quién las vende?
Carecemos acaso ejercer la solidaridad más concreta. En el año 2014, y no sólo el año de la copa. Son 10 años del golpe de Estado y la posterior ocupación militar de Haití. ¿Qué se está haciendo, de manera concreta y sistemática, demuestra nuestra solidaridad con esas gentes de Haití con quienes tenemos una deuda histórica? Ellos fueron los primeros en ganar la libertad en tiempos del colonialismo.
De todos modos muchas preguntas que responder y buscar esos 50 años de dictadura en Brasil, ya que se trata de América Latina que debo hablar.
Las jornadas de junio en Brasil reinauguraran un paso a la gente en la calle. Es necesario seguir en un esfuerzo por mantener las calles y tener victorias. Seguir en la lucha de la defensa de los territorios, La lucha por las reformas básicas. Seguir adelante en la agenda de la democratización radical del Estado brasileño.
¡Dictadura nunca más!
¡Solidaridad y Lucha: Siempre!
Sandra Quintela – Economista Pacs / Jubileo Sur
Fuente: http://alainet.org/active/72630
Y aquí viene una ola de nostalgia. Me estoy acordando de mi juventud, cuando soñaba con estar en las montañas de Nicaragua, la cosecha de café, el apoyo al proceso de alfabetización, el aprendizaje de esas mujeres increíbles que enseñaron tanto espíritu revolucionario. Llegó al poder en 1979, la Revolución Sandinista. Imagínese el momento: entrar en los años 80, la famosa ” década perdida”. La década del nacimiento de los yuppies de Wall Street. Ese momento, ¿no? Un pequeño país en América Central resuelve enfrentar al enemigo. Y lograr una revolución que fue destruida principalmente por la acción de los contrarrevolucionarios que no dejaron Nicaragua en paz. En millones de dólares de fondos del gobierno de los EE.UU. a través de la CIA alimentan una guerra sin fin contra las transformaciones que tuvieron el país (la reforma agraria, la alfabetización, la participación del público, etc.)
En los años 70 y 80 del siglo pasado hemos vivido en nuestro pequeño rincón del mundo situaciones absolutamente dispares. Mientras que la Revolución Sandinista nos hizo soñar, en la década del Cono Sur de 70 fue desangrado por la tortura y la muerte. Argentina, con sus 30 mil desaparecidos Dictadura se inició en 1976 y duró hasta 1983. El Chile de Pinochet, 1973-1990. Uruguay, 1973-1985. La dictadura del Paraguay 1954-1989, Alfredo Stroessner, presenta características más específicas, pero con la Operación Cóndor resolución, desde el punto de vista de la dictadura, los posibles desajustes que se encontraban en la zona. La estrategia de síntesis de la acción en el Cono Sur – Operación Cóndor – plantadas con terror el secuestro y la persecución.
Y esos 70, 80 y hasta principios de los 90 era fuerte en el sentimiento izquierda occidental y la práctica de la solidaridad internacional.
Había comités de todo el mundo en apoyo de la Revolución Sandinista. El exilado político sudamericano podría buscar asilo político en Francia, Holanda, México, mientras que en muchos países se constituyeron comités para apoyar a los refugiados. Eran charlas organizadas, exposiciones, conciertos, etc. Parecía famosa frase más real del Che: “Si usted es capaz de temblar de indignación cada vez que se comete una injusticia en el mundo, entonces somos compañeros. “
Finalizando el siglo XX en América Latina, hemos vivido esos momentos una región que se estaba deshilachada hacia el norte y hacia el sur por los procesos radicalizados que nos hizo llegar el siglo XXI marcado por mucha lucha, resistencia, la violencia, la solidaridad, la tortura, las desapariciones y sed loca a vernos como región y como una sola pelea. Al mismo tiempo, las dictaduras estaban terminando e las democracias fueron domando las populaciones por el consumismo y los programas compensatorios.
En Brasil hace 50 años, un golpe muy duro golpeó al país. El primero de una serie de golpes en el Cono Sur. En 1964 no fue sólo la dictadura que comenzó en Brasil. Ahi se fue gestando una ola de golpes de Estado cívico-militares que impusieron un modelo de desarrollo basado en los que favorecen los grandes grupos económicos del Cono Sur, un proceso de la deuda pública que nos hace pagar una cuenta enorme hasta la actualidad, el término de los procesos que intentaban impulsar reformas fundamentales y, la criminalización sistemática de las luchas sociales y movimientos.
Que hemos heredado como sociedad cincuenta años después del golpe de Estado y 29 años de democratización que empezó en 1985? Redemocratizamos más la sociedad? Desmilitarizamos la policía? Hicimos auditoría de la deuda externa como se prevé en la Constitución del 88, la “Constituyente Ciudadano “? Hicimos las reformas básicas anunciadas por João Goulart en 13 de marzo 1964?
Memoria, verdad y justicia! Memoria tan importante saber quiénes somos, de dónde venimos, como nos formamos, como resistimos, como luchamos, como celebramos, cómo nos expresamos culturalmente. La redención de las injusticias cometidas, los crímenes de los torturadores, de los grupos económicos, por los gobernantes de entonces y por los organismos internacionales que apoyan a los dictadores política y financieramente. Verdad para contar la historia de manera diferente. Lamarca , Marighella , Herzog, Rubens Paiva, Zuzu Angel, y muchos y muchas más son las referencias de nuestra lucha y resistencia. Justicia en un país que sigue mandando el latifundio rebobinada por agrobusiness. Manda quien tiene. Manda quien es rico. Y esto es tan naturalizada que la policía militar puede hacer lo que quiera en la favela. ¿Puede todo, a un coche de la policía arrastrar una madre en la calle, como si transportase un paquete de carne. Un sentido de la impunidad y la legitimidad que otorga el Estado a estas criaturas que cometen un acto de este tipo.
Lo que hemos heredado de la dictadura militar instaladas en América Latina?
No tuvimos tantos muertos o desaparecidos como en Argentina, Paraguay y Chile. El proceso de revelar y reparar las violaciones de los derechos humanos también se dio de manera diferente. En Argentina, el ex dictador argentino Jorge Rafael Videla falleció en prisión en 2013 a los 87 años. Él cumplió dos condenas a cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad cometidos durante el próximo período de la dictadura argentina (1976-1981) preso en la cárcel pública.
Tanto Argentina como Uruguay parecen mirar más de cerca el pasado, para lograr avanzar hacia la democratización de sus sociedades. Y pasos más grandes, que en nuestra sociedad, me parece a mí.
Tiembla de indignación ante toda injusticia. Ese sentimiento de solidaridad internacional tan fuerte que hemos vivido en el comienzo de la fase actual del capitalismo financiero – 80, 90 se enfoca cada vez más en situaciones precisas del día a día de la gente. Es necesario también el traspaso de las fronteras y horizontes y mirar nuestro mundo con los ojos de companheirxs parece cada vez más urgente y necesario. Aquí y allá.
La Campaña Continental contra el ALCA en el año 2002 puso en marcha el Foro Social Mundial fue uno de esos esfuerzos magistrales para ser un continente con todas nuestras diferencias.
Hay una escalada militar cada vez mayor en toda nuestra región y del mundo. Cada vez más las leyes antidemocráticas entran en juego. Toma ventaja de los grandes eventos para adoptar dichas leyes. ¿Quién vendió las armas durante la dictadura? ¿Quién vende armas hoy en día? ¿Quiénes son estos millones siendo proveedor de armas y compra de equipos para la Copa del Mundo? Sólo las bolas de cauchos U$ 15 millones. ¿Quién las vende?
Carecemos acaso ejercer la solidaridad más concreta. En el año 2014, y no sólo el año de la copa. Son 10 años del golpe de Estado y la posterior ocupación militar de Haití. ¿Qué se está haciendo, de manera concreta y sistemática, demuestra nuestra solidaridad con esas gentes de Haití con quienes tenemos una deuda histórica? Ellos fueron los primeros en ganar la libertad en tiempos del colonialismo.
De todos modos muchas preguntas que responder y buscar esos 50 años de dictadura en Brasil, ya que se trata de América Latina que debo hablar.
Las jornadas de junio en Brasil reinauguraran un paso a la gente en la calle. Es necesario seguir en un esfuerzo por mantener las calles y tener victorias. Seguir en la lucha de la defensa de los territorios, La lucha por las reformas básicas. Seguir adelante en la agenda de la democratización radical del Estado brasileño.
¡Dictadura nunca más!
¡Solidaridad y Lucha: Siempre!
Sandra Quintela – Economista Pacs / Jubileo Sur
Fuente: http://alainet.org/active/72630
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