Rinde protesta como presidente
Anuncia reforma integral al sistema federal de justicia
▲ Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, presidente y
vicepresidenta de Argentina, ayer en el Congreso luego de la ceremonia
de investidura.Foto Ap
▲ Miles de personas colmaron la Plaza de Mayo para recibir al nuevo gobierno.
Buenos Aires. Una multitud que desbordó la Plaza de Mayo,
ya sin las rejas que había colocado el gobierno saliente, y se extendía
por las calles adyacentes hasta el Congreso, en la mayor manifestación
de los últimos años, ovacionó emocionada al presidente argentino,
Alberto Fernández, y a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner
anoche, en una gran gran fiesta popular que se extendió a todo el país.
Durante la mañana, en un estremecedor discurso en el Congreso después
de recibir de manos del presidente saliente Mauricio Macri los símbolos
del mando, Alberto Fernández hizo varios y fuertes anuncios después de
convocar a la unidad de toda Argentina
en pos de la construcción de un nuevo contrato ciudadano social, vengo a convocar sin distinciones, para poner a Argentina de pie.
Más adelante y después de describir la situación del país con cifras
de la pobreza, del hambre, de la inflación, de la enorme deuda y de la
grave crisis, anunció que para superar el muro de la injusticia
se va a enviar al Parlamento un conjunto de leyes que consagren una reforma integral del sistema federal de justicia.
Decidió la intervención de la Agencia Federal de Inteligencia “para
impulsar una restructuración de todo el sistema de inteligencia e
información estratégica del Estado y como paso inmediato derogar un
decreto de Macri que
significó consagrar el secreto para el empleo de los fondos reservados de los agentes de inteligencia del Estado.
Anunció que esos fondos reservados
no sólo dejarán de ser secretos, sino que serán reasignados para financiar el presupuesto del Plan contra el Hambre, la prioridad máxima al comenzar el gobierno.
También decidió que lo mismo se hará con el resto de los fondos
reservados que el actual presupuesto nacional prevé para las otras
fuerzas armadas y de seguridad, que serán mantenidos como tales en la
medida que sea indispensable, sólo cuando necesidades estrictísimas de
defensa y seguridad lo exijan, siempre con un máximo nivel de control
parlamentario.
Lo digo y reitero con la firmeza de una convicción profunda. Nunca más al Estado secreto. Nunca más a la oscuridad que quiebra la confianza. Nunca más a los sótanos de la democracia. Nunca más es nunca más.
Extendió el nunca más
a una justicia contaminada por servicios de inteligencia, operadores judiciales, procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos, a una justicia que decide y persigue según los vientos políticos del poder de turno. Nunca más a una política que judicializa los disensos para eliminar al adversario.
Recordó que este 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos Humanos y
hoy otra vez, Argentina vuelve a comprometerse con el respeto a los derechos del hombre y a levantar ese compromiso como bandera inclaudicable en cualquier país del mundo, por lo cual se comprometió
a superar esta pobre calidad institucional en la que vivimos, y añadió que es
tiempo de ciudadanizar la democracia, porque sin un sistema de justicia realmente independiente no hay democracia... sólo existe una corporación de jueces atentos a satisfacer el deseo del poderoso y a castigar sin razón a quienes lo enfrenten.
Destacó el deterioro judicial estos últimos cuatro años, las
persecuciones indebidas y las detenciones arbitrarias inducidas por los
gobernantes y silenciadas por cierta complacencia mediática; añadió que
nunca más es nunca más, porque una justicia demorada y manipulada significa una democracia acosada y denegada.
Declaró la emergencia sanitaria ante la gravedad de la situación
mediante el nuevo Ministerio de Salud, ya que Macri lo redujo a una
secretaría.
Necesitamos que toda Argentina unida ponga un freno a esta catástrofe social. Uno de cada dos niñas y niños es pobre en nuestro país. Sin pan no hay presente ni futuro. Sin pan la vida sólo se padece. Sin pan no hay democracia ni libertad, expresó.
Sobre el pago de la abultada deuda externa que deja Macri, Fernández sostuvo que
para poder pagar primero hay que crecer, y recordó que
los acreedores tomaron un riesgo al invertir en un modelo que ha fracasado en el mundo una y otra vez.
En cuanto a relaciones internacionales, Fernández sostuvo:
vamos a robustecer el Mercosur (Mercado Común del Sur) y la integración regional, particularmente con la República Federativa del Brasil. Seguimos apostando por una América Latina unida para insertarnos con éxito y dignidad en el mundo.
Reafirmó el legítimo e imprescriptible reclamo por la soberanía sobre
las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios
marítimos e insulares correspondientes, con el acompañamiento de los
pueblos de América Latina y el mundo al aseverar que
no hay más lugar para colonialismos en el siglo XXI.
Planteó una nueva política sobre medio ambiente “inspirada en la encíclica Laudato Si,
de nuestro querido papa Francisco, Carta Magna ética y ecológica a
nivel universal”, y para ello anunció la creación del Ministerio
Ambiental.
Señaló que ciudadanizar la democracia también es respetar la libertad
de expresión y todas las opiniones emitidas por conducto de los medios
masivos de comunicación.
En tiempos de operaciones de intoxicación con noticias falsas en las redes sociales, necesitamos más que nunca de medios vibrantes, comprometidos con la información de calidad, mencionó, a la vez que propuso otro manejo de las pautas de publicidad y revisar con justicia la grave situación creada en los medios.
Prometió enviar al Congreso una propuesta de transformación estructural de la política de seguridad ciudadana.
Debemos escapar del gatillo fácil y de las muertes por la espalda, remarcó.
Ya en la noche, Alberto Fernández y la vicepresidenta Fernández de
Kirchner hablaron ante una impresionante multitud. Sus discursos fueron
breves ante los manifestantes, muchos de los cuales permanecían en
vigilia desde ayer, y comenzó a revivir la alegría perdida, un ambiente
indescriptible que cambió abiertamente el humor de la ciudad y que se
mantuvo a pesar del calor cercano a los 40 grados y en un día laborable
que no impidió la concentración de multitudes. Fue y será un día
histórico para Argentina y la región.
Foto Afp
Stella Calloni
Corresponsal
Periódico La Jornada
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