Inicia campaña en Brooklyn
Nueva York. El senador y autodefinido socialista
democrático Bernie Sanders arrancó su campaña presidencial en su nativo
Brooklyn al declarar que es la continuación de la
revolución políticaque se inició en la contienda de 2016 para rescatar al país no sólo del
presidente más peligrosode tiempos recientes, sino de las garras del uno por ciento más rico para establecer un gobierno de y para las mayorías.
Ante miles de simpatizantes que llenaron la plaza central de Brooklyn
College –parte de la Universidad de la Ciudad de Nueva York donde el
ahora senador por Vermont, inició sus estudios universitarios– Sanders
con su melena blanca despeinada por un viento invernal después de una
nevada, agradeció a todos por ser parte de su campaña para ganar la
nominación del Partido Demócrata, “que no sólo derrotará a Donald Trump,
el presidente más peligroso en la historia moderna de Estados Unidos,
sino con la ayuda de todos ustedes transformará a este país y,
finalmente, creará una economía y un gobierno que trabaja para todos los
estadunidenses y no sólo el uno por ciento.
“Los principios subyacentes de nuestro gobierno no serán la avaricia,
el odio y las mentiras. No será el racismo, el sexismo, la xenofobia,
homofobia e intolerancia religiosa. Eso se va a acabar. Los principios
de nuestro gobierno serán basados en la justicia: la justicia económica,
la justicia social, la justicia racial y la justicia ambiental… una
campaña que le dirá a los intereses especiales poderosos que controlan
tanto de nuestra vida económica y política, que ya no toleraremos la
avaricia del Estados Unidos empresarial y la clase multimillonaria,
avaricia que ha resultado en que este país tenga más desigualdad en
ingreso y riqueza que cualquier otro país en la tierra”, declaró entre
ovaciones y gritos de
Bernie, Bernie.
“No, ya no nos quedaremos quietos y permitir que tres personas en
este país sean dueños de más riqueza que la mitad más baja de Estados
Unidos, mientras, al mismo tiempo, más de 20 por ciento de nuestros
niños viven en la pobreza, veteranos duermen en las calles y los de la
tercera edad no pueden pagar sus medicamentos… Hoy, luchamos por una
revolución política”.
Igual que en su primera campaña, definió como prioridades de su
agenda política el acceso universal a servicios de salud, educación
superior gratuita en universidades públicas, elevar el salario mínimo
federal –algo que él mismo ya ha promovido y ganado en campañas contra
Amazon y Disney entre otras– y una reforma del sistema de justicia
criminal, incluyendo poner fin a la llamada
guerra contra las drogas.
Declaró que el cambio climático es una
amenaza de existenciapara este país y el planeta, y por tanto, se tienen que dejar atrás los hidrocarburos y buscar energía sustentable, ya que
tenemos una responsabilidad moral para asegurar que el planeta que dejamos a nuestro hijos y nietos es saludable y habitable.
Sobre inmigración, declaró que
ya no arrancaremos a bebés de los brazos de sus madresal condenar la política de separación de familias inmigrantes. Agregó que
en lugar de demonizar a los indocumentados en este país, vamos a promover una reforma migratoria integraly desarrollar una política fronteriza humanitaria para los que buscan asilo.
Recordó que él es hijo de un inmigrante polaco cuya familia fue casi
desaparecida por los nazis; quien trabajó toda su vida vendiendo pintura
en Brooklyn.
El candidato más viejo –77 años– continúa generando enorme entusiasmo
entre los jóvenes como lo hizo hace cuatro años. El impacto de su
campaña anterior se registra en que el debate dentro del Partido
Demócrata ha girado hacia sus posiciones e incluso varios de los
candidatos que competirán con él por la nominación han adoptado varias
de sus propuestas.
Al iniciar su segunda campaña presidencial, Sanders ya no es esa
figura política a quien todos los expertos descartaban (antes de ser
sorprendidos por el movimiento que detonó), sino ahora arranca
encabezando las encuestas entre el creciente elenco de candidatos
demócratas, y recaudando 10 millones de dólares en contribuciones
pequeñas –mucho más que los demás– en su primera semana, al tiempo que
registró a a un millón de personas en apoyo de su campaña.
Su visión de otro Estados Unidos definirá en gran medida el debate
político-electoral de aquí a los comicios presidenciales de 2020.
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
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