Ángel Guerra Cabrera
Caracas. Venezuela es
el país más atacado, sin tregua, por la ofensiva desestabilizadora de
Estados Unidos y las derechas locales contra los gobiernos populares y
revolucionarios de América Latina y el Caribe. Pero el chavismo
militante y la dirección de la revolución bolivariana están muy lejos de
haber sido derrotados, pese a las penurias y al agobio que esa
arremetida ocasiona en importantes sectores de la población, sumada a
los errores inherentes a los procesos revolucionarios, y al duro revés
del oficialismo en las elecciones legislativas del 6 de diciembre de
2015.
La realidad económica, política y social de esta nación no tiene nada
que ver con la apocalíptica versión CNN que de forma homogénea difunde
en el mundo la mafia mediática internacional.
Aquí hay una dirección revolucionaria visiblemente unida, articulada y
cohesionada con una clara estrategia para enfrentar y derrotar la
agresión de Estados Unidos y la oligarquía, que, se aprecia vivamente,
no se rendirá ni entregará la revolución al imperialismo y a la derecha,
ni siquiera en el caso extremo pero no descartable, de una intervención
militar operada por Washington.
Contra los graves efectos en la economía nacional y en la población
de la guerra económica imperialista, el presidente Nicolás Maduro, ha
impulsado una labor colectiva de cientos de especialistas, entre ellos
muchos jóvenes, para echar a andar lo que se ha dado en llamar
motoresproductivos en las distintas ramas, 15 hasta el momento.
El objetivo no es atacar solamente la contingencia de la inflación,
el desabastecimiento y los bajos precios del petróleo. Va mucho más
allá. Se trata de avanzar de una vez por todas hacia una economía
diversificada que rompa en el futuro con el rentismo petrolero y la
dañina mentalidad de dependencia y ausencia de esfuerzo personal que ha
creado en amplias capas sociales durante décadas. Se busca que a corto y
mediano plazo impulse la gestación de otras ramas industriales y, sobre
todo, la agricultura, incluyendo la urbana y suburbana, así como la
industria alimenticia.
Pero Maduro, un hombre de extracción obrera, íntegramente dedicado a
la tarea que la historia y el voto popular pusieron en sus manos, serio,
inteligente, capaz, dedicado, practicante del trabajo en equipo,
modesto y sensible, no se sienta a esperar por los resultados que en el
futuro puedan dar los motores.
Para enfrentar la inflación, el desabastecimiento, el mercado
negro y el jineteo por la burguesía de los fondos que le entrega el
Estado para importar y producir alimentos y otros artículos, se
implementa a toda velocidad un programa remedial que ya incluye a más de
medio millón de venezolanos y continúa avanzando sin pausa. Consiste en
censar a todas las familias del país para crear un sistema de entrega
bimestral a domicilio de los productos de la canasta básica.
He hablado con varios beneficiarios del programa y me han manifestado
su complacencia, pues con este sistema se ahorran las colas, los
impagables precios del mercado negro, además de eliminar la nociva
actividad llamada bachaqueo, que consiste en comprar a tarifas
oficiales cuantos productos se pueda para revenderlos luego a muchas
veces su valor. Hay miles de personas que han dejado trabajos bien
remunerados para medrar de esta forma con la situación de sus
compatriotas, lo que estimula el individualismo y la ideología
neoliberal del sálvese el que pueda.
Escuchando una muy bien documentada y lúcida argumentación del
economista Luis Salas a los asistentes al 12 Encuentro de la Red de
Intelectuales, Artistas y Luchadores Sociales en Defensa de la
Humanidad, me di cuenta de lo bien planificada y aplicada que ha sido la
guerra económica por los laboratorios subversivos de la CIA, el comando
sur y la embajada de Estados Unidos en Venezuela. Desde que Chávez
llegó a la presidencia la inflación y el desabastecimiento se disparan
siempre antes de las elecciones o en coyunturas políticas críticas, como
cuando Obama dictó su ominoso decreto que declara a Venezuela
cínicamente una
grave amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos.
Hoy comienza el Congreso de la Patria, rebelión del chavismo contra
las entreguistas e injustas leyes que pretende poner en vigor la mayoría
contrarrevolucionaria de la Asamblea Nacional, dirigida
fundamentalmente a fortalecer el poder comunal y popular y el trabajo
político e ideológico con la población, a recuperar energía
revolucionaria y avanzar mucho más.
Twitter:@aguerraguerra
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