Parece que las señales de que Abril es el mes que ha escogido el Imperio y su apéndice local, la oligarquía venezolana, para ensangrentar la tierra de Bolívar y Chávez, están por concretarse.
Los ataques continuos y cotidianos no cesan. El pueblo ha comprendido que está a punto de entrar en una macro acción revolucionaria en defensa de sus conquistas populares y que la derecha no tiene la mínima intención de perdonar a quienes optaron por una vida digna y diferente a favor del socialismo inaugurado por Chávez, lo que implica el enfrentamiento que la derecha desea y empuja pues sabe que no le queda más tiempo y está confiada en el apoyo de los gringos.
Nunca, antes de esta etapa histórica, el pueblo había avanzado tanto y hoy esos logros los quieren retroceder los que siempre han saqueado el país y han vivido a costa del sudor y la sangre de los trabajadores. No solo esos reyezuelos quieren sentarse de nuevo en sus tronos de lacayos sino, ante todo, propinar una lección inolvidable a ese pobrerío que osó creerse dueño de Venezuela y su destino. Quieren decapitar a sus dirigentes y aplastar contundentemente al pueblo para que jamás se le ocurra pensar siquiera en levantarse de nuevo. La acostumbrada respuesta de los poderosos que han perdido el tronosazonada de crueldad, psicopatía, racismo e impiedad.
Pues ante esa intención de la derecha asesina y vende patria hay que plantarle la réplica contundente del pueblo que sin acobardarse tiene que someter definitivamente a sus enemigos, sin darles respiro para que puedan reorganizarse. La lucha de clases es algo que todos sabemos, existe. Hasta la derecha sabe vivir con ello. Pero lo que si no soportan los otrora verdugos es la dictadura popular que tendrá que pasearse por la Patria Grande para someter a los enemigos del pueblo hasta extirpar su influencia del ideario de las masas quienes tendrán que sustituir a esos personajes y esa forma de poder, por los héroes de la patria y por la democracia plena y participativa en todos los ámbitos de la vida social. Una democracia de los trabajadores, para los trabajadores y por los trabajadores para construir el socialismo que es la única alternativa ante la debacle del capitalismo que nos acerca cada día que pasa a la extinción.
Si bien, la mercancía como célula fundamental de este sistema delcapital sigue pesando fuertemente en las mentes de todos, es importante construir la humanidad por sobre la propiedad, el individualismo y el egoísmo. Y, eso solo lo parirá la lucha contra el enemigo común de clase como es el Imperialismo y la oligarquía.
Es la hora de los hornos. No hay lugar para las indefiniciones ni las conmiseraciones. Es el momento para plantar la bandera de la guerra de todo el pueblo. El que quede atrás deberá ser tratado como traidor pues estará más presto a apuñalar por la espalda a sus hermanos ya sea por treinta monedas o por miedo. De esos casos la historia nos los cuenta por millones.
Como en Carabobo, como en Ayacucho las lanzas coloradas blanden sobre las cabezas para saber que aunque caigan muchos las banderas no lo tienen que hacer para ser insignia de que se triunfa no solo sobre el enemigo de clase sino se abre un nuevo capítulo en la historia gloriosa de nuestra América.
Y, así como en el pasado muchos ciudadanos lucharon junto a los bolivarianos, hoy, indudablemente, miles también lo harán de nuevo bajo la enseña de Bolívar, Martí, el Che, Chávez y Maduro.
La Patria está en peligro: ¡Al alzamiento, todos!
Colectivo “La Gotera”
Guatemala, 19 de abril de 2016
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