Los burgueses en todo el mundo no han sido capaces de aceptar
los resultados de su propia argumentación democrática. Los gobernantes
de izquierda, así elegidos, han sido perseguidos, desprestigiados,
enjuiciados, destituidos, asesinados, les bloquean sus programas. El ataque mediático es permanente y tenaz.
En política no se suma como en las matemáticas. Muchas veces el que
gana pierde. Es decir cree ganar; sobre todo cuando el triunfo se logra a
partir de la fuerza o del engaño; pues, llega el momento en que la
población supera su estado de postración y confusión; entonces, actúa,
haciendo avanzar a la historia como nunca, de un día para otro.
En América Latina, la izquierda ha sido demasiado benévola con la
oligarquía, ha aprovechado los resquicios de la democracia burguesa y le
ha respetado sus instituciones tratando de rescatar el contenido
liberal que pregona desde sus argumentos fundacionales.
Pero los dueños del capital mundial y del orden económico, se dieron
cuenta que sus discursos y estamentos democráticos dejaban grietas por
donde han entrado propuestas de gobierno que quieren aplicar realmente
las bases de los contratos sociales que enuncia el liberalismo: la
libertad, la fraternidad y la igualdad.
Los burgueses en todo el mundo no han sido capaces de aceptar los
resultados de su propia argumentación democrática. Los gobernantes de
izquierda, así elegidos, han sido perseguidos, desprestigiados,
enjuiciados, destituidos, asesinados, les bloquean sus programas. El
ataque mediático es permanente y tenaz.
Ahora se aumenta la presión sobre Dilma Roussef, en un juicio en el
que 100 de los 367 diputados votantes en contra, están investigados por
corrupción. Llama también la atención aquellos que hablan con dios y
votan en su nombre. Se invoca lo sobrenatural para enjuiciar sin bases a
una presidente que no ha cometido delito alguno ante la ley de su país;
ningún otro delito que no sea luchar contra el neoliberalismo y sus
consecuencias sobre el empobrecimiento de la población.
Las burguesías no aceptan las derrotas y desconocen los resultados en
los que han perdido en franca y honesta lid el debate electoral; de
esta forma deslegitiman sus instituciones y discursos democráticos y se
vuelven ilegales a ojos vistos en el plano nacional, regional e
internacional. Señores periodistas latinoamericanos ¿Qué es lo que está
en crisis? ¿La izquierda o el sistema capitalista? En Venezuela, ahora
quieren la amnistía para los implicados en acciones violentas contra la
sociedad y la institucionalidad y que continúan las acciones de bloqueo a
los planes del gobierno popular.
Ha sido tan bondadosa la actitud de la izquierda que convoca a la
población a defender la democracia; o sea, a defender la misma
democracia burguesa de los ataques de la burguesía.
Que recuerde los burgueses que son una minoría en toda parte del
mundo y que tratando de proteger intereses inmediatos pueden despertar
al pueblo latinoamericano, que entenderá que tiene que ser más
contundente e instalar su propia institucionalidad para dar nacimiento
autónomo a una nueva sociedad, en la que las personas se reconozcan como
iguales y en la que se establezcan relaciones de respeto entre ellas.
Ricardo Robledo
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