El presidente de Ecuador, Rafael Correa, subrayó el viernes que
el auge del neoliberalismo ha provocado niveles sin precedentes de
desigualdad en todo el mundo.
“Las grandes desigualdades han creado democracias restringidas o
abiertamente ficticias, donde parece ser que la soberanía radica no en
el pueblo sino en el capital”, añadió Correa.
El mandatario ecuatoriano indicó que vivimos en un mundo que es el
imperio del capital y el gran desafío del siglo XXI es lograr la
supremacía de las personas sobre el capital.
Tras condenar enérgicamente el neoliberalismo y la concentración de
los medios de comunicación en manos privadas, Correa hizo hincapié en
que las democracias occidentales deberían llamarse democracias
mercantiles.
A su juicio, el colapso del bloque soviético (1991) legitimó no solo
el capitalismo liberal, sino a su expresión extrema, es decir, el
neoliberalismo, lo que considera el Estado mínimo como el más adecuado
para el desarrollo de un país.
Al contrario, Correa calificó de importante la “intervención” del
Estado y recalcó que para lograr la justicia e incluso la eficiencia se
necesitan manos bastante visibles y acción colectiva del Estado.
“Al dejar libre las fuerzas estructurales del capitalismo, como
sugiere el mantra neoliberal, se empuja inexorablemente a la
civilización hacia una espiral sin fin de desigualdad. Por el contrario,
la evidencia demuestra que en un Estado de bienestar, que garantiza
adecuados niveles de equidad, se logra con mayor probabilidad el fin
último de la economía: la felicidad”, resaltó.
En un informe, la organización humanitaria internacional Oxfam afirmó
el pasado mes de enero que la brecha entre los ricos y los pobres se ha
ampliado dramáticamente en los últimos 12 años.
Según el reporte, el 1 por ciento más rico del mundo ya posee tanta
riqueza como el 99 por ciento restante. Y en 2016 ese 1 por ciento
tendrá más riqueza que el resto del mundo.
HispanTV | Andes
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