por Leovani Garcia Olivarez
Brasilia,
17 jul (PL) La adhesión de Bolivia como miembro pleno del Mercosur en
la XLVIII cumbre de Brasilia consolida la fortaleza de este bloque
suramericano que se impuso como nuevos retos ampliar el comercio interno
y explorar otros mercados.
Los mandatarios de las naciones integrantes del Mercado Común del Sur
(Uruguay, Paraguay, Argentina, Venezuela y Brasil) dieron la bienvenida a
la zona a Bolivia, con una extensión de un millón 98 mil 581
kilómetros cuadrados y 10 millones de habitantes.
Los miembros
de esta asociación resaltaron los resultados económicos de esa nación y
el crecimiento permanente que ha tenido, desde la implementación del
Modelo Económico Social Comunitario Productivo en 2006, destacó el
ministro Luis Arce.
Bolivia ha mostrado, una vez más, que es una
economía que crece en medio de la crisis, en medio de la caída de
precios y la incertidumbre a nivel mundial, lo cual es muy positivo para
el bloque, aseveró.
Desde el punto de vista estratégico y
geopolítico, su ingreso abre las puertas a un territorio con una gran
dimensión y una relevancia internacional insoslayable.
El
protocolo suscrito este viernes acentúa la importancia de esta adhesión
para la consolidación del proceso de integración de América del Sur.
A partir de este momento, el nuevo miembro pleno tendrá cuatro años
para adecuarse a las normas del Mercosur, lo que implica usar la Tarifa
Externa Común, la cual se usa en las transacciones comerciales con
terceros países.
La cumbre de Brasilia definió asimismo otros
objetivos: la necesidad de flexibilizar las normas y reglas de este
grupo con miras a permitir a sus miembros contar con un espacio para
adoptar medidas y acciones de acuerdo con las circunstancias.
En
ese sentido, el presidente paraguayo, Horacio Cartes, quien asumió la
jefatura pro tempore del Mercosur, se comprometió a trabajar en este
semestre para eliminar las barreras arancelarias que frenan el comercio
dentro del bloque.
Cartes abogó además por presentar a finales
de este año una propuesta del grupo a la Unión Europea (UE) para
negociar un tratado de libre comercio y defendió también la concretar
acuerdos con la Alianza del Pacífico, grupo integrado por México, Perú,
Chile y Colombia.
Esta propuesta estuvo avalada por la necesidad
de dar un impulso a las economías de esta zona, afectadas por una
recesión económica internacional y la frágil recuperación en los
mercados de las principales potencias del planeta.
El Mercosur
acordó en esta cita prolongar por otros 10 años el Fondo para la
Convergencia Estructural del Mercosur (Focem), que financia obras en
diversas áreas en los países miembros.
Este Fondo desempeño
desde sus inicios en 2005 un papel fundamental en la subvención de
proyectos que ayudan a reducir las asimetrías económicas entre las
naciones del grupo.
La mandataria brasileña, Dilma Rousseff,
anunció asimismo que se creará un registro de productores agrícolas de
la zona, con el propósito de apoyar, ofrecer financiamientos, mejorar la
técnica de los trabajadores de este sector y asegurar la producción de
alimentos.
En el plano político, la cumbre dejo claro que no hay
espacios para las acciones desestabilizadoras ni aventuras
antidemocráticas en la región, y ratificó el compromiso democrático con
la paz.
En la cumbre hubo consenso en torno a una propuesta de
celebrar una reunión conjunta del Mercosur y la Unión de Naciones
Suramericanas (Unasur) en agosto próximo, en Asunción, para tratar el
diferendo sobre el Esequibo entre Guyana y Venezuela.
Con 24
años de lucha por la integración, el comercio entre los miembros de este
grupo se multiplicó 10 veces en los últimos 21 años y pasó de cinco mil
100 millones de dólares en 1991 para 58 mil 200 millones de dólares en
2012.
Creado en 1991 con la rúbrica del Tratado de Asunción
entre Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, esta asociación creció con
el ingreso de Venezuela en 2012 y ahora sumó un nuevo socio, Bolivia. |
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