El proceso de integración de América Latina como un bloque unido, administrador soberano de sus riquezas y defensor de sus pueblos, para hacer frente de manera equilibrada a otros grandes polos de poder en el planeta, es una manera puntual de expresar la fundamental contribución que legó el comandante Hugo Chávez a la construcción del mundo multipolar y multicéntrico, alternativa cada vez más necesaria para romper con la hegemonía imperialista opresora de la humanidad.
Desde el inicio de su mandato, Chávez abogó por la construcción de
un mundo multipolar; y así lo plasmó en sus planes de gobierno. En el
Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2001-2007 señala que
“la política internacional (venezolana) está dirigida a estimular la
gestación de un mundo multipolar, diversificando las modalidades de
relacionamiento”.
“La integración de América Latina y el Caribe nos va a permitir
sumarnos con éxito, no a la globalización, sino al mundo pluripolar”,
reflexionó el comandante Chávez antes de finalizar el programa Aló,
Presidente número 298, transmitido el 14 de octubre de 2007.
“Sólo la unión nos hará fuertes, es un problema de fuerza,
de poder de conocimiento, poder económico, poder político, poder
militar también, poder científico-tecnológico, y además para salvar al
mundo, para encausar al mundo en una nueva dirección, a ser un mundo
nuevo y posible”, dijo aquel entonces cuando crecía la Alianza
Bolivariana Para los Pueblos de Nuestra América (Alba), a la
que se sumarían luego la conformación de otros importantes bloques como
la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y finalmente la Comunidad
de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), reuniendo este último
organismo a los 33 países del continente, que ahora unidos hacen frente
a las potencias norteñas: Estados Unidos y Canadá.
Tras años de batallas por la unidad, este proceso de integración se
fortalece además con el ingreso deVenezuela al Mercado Común del Sur
(Mercosur) y la creación de la alianza energética de PetroCaribe.
América Latina y el Caribe es un polo económico y político con más
de 20 millones de kilómetros cuadrados, en el que habitan más de 600
millones de personas; su Producto Interno Bruto (PIB) se estima en 6
billones de dólares y es la región con las mayores reservas de petróleo
y agua dulce del planeta, entre otras importantes riquezas naturales.
Ante esta realidad y con visión estratégica, Chávez planteó en el
Proyecto Nacional Simón Bolívar–Primer Plan Socialista 2007-2013 la
necesidad de una nueva geopolítica internacional, “de conducción
multipolar de la política mundial, que se aplica mediante la
diversificación de las relaciones políticas, económicas y culturales,
para la creación de nuevos bloques de poder atendiendo las
particularidades, de acuerdo al establecimiento de áreas de interés
geoestratégicas”.
Luego en el Plan de la Patria 2013-2019, el líder bolivariano
enfatiza la necesidad de elevar el acercamiento entre el Alba, Unasur,
Celac y el Brics (bloque integrado por Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica), con el fin de dar mayor contundencia a la voz de los
pueblos del sur en la agenda global.
El cuarto objetivo histórico de este plan establece la contribución
“al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome
cuerpo el mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el
equilibrio del universo y garantizar la paz en el planeta”, evocando
una vez más así el ideario del Libertador Simón Bolívar.
Por su incesante lucha y significativo aporte a la unidad de los
pueblos, este 28 de julio, a 61 años de su nacimiento, en diversas
ciudades y poblados del mundo se escuchará la consigna “¡Chávez Vive!.
(Tomado de AVN)
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