Otros cinco exmilitares chilenos quedaron detenidos este lunes,
acusados del asesinato de un fotógrafo y de dejar gravemente herida a
una estudiante tras quemarlos vivos en una protesta en 1986, un
emblemático crimen de la dictadura de Augusto Pinochet que se mantenía
impune.
A 29 años del ataque, el juez Mario Carroza siguió emitiendo órdenes
de captura en contra de exoficiales y exsubofiacles del Ejército
chileno que participaron del asesinato del fotógrafo Rodrigo Rojas de
Negri, de 19 años, y de ocasionarle lesiones graves a la entonces
estudiantes de ingeniería Carmen Gloria Quintana, de 18 años.
Después de detener y procesar por homicidio la semana pasada a siete
exmilitares, Carroza ordenó este lunes la detención de otros cinco
exoficiales y exsuboficiales del Ejército, miembros de las patrullas
militares que detuvieron, golpearon, rociaron con gasolina y luego
quemaron vivos a Rojas y Quintana, el 2 de julio de 1986.
Gravemente heridos, ambos jóvenes fueron luego abandonados en las afueras de Santiago.
Rodrigo Rojas, que había regresado hacía poco a Chile tras vivir en
Estados Unidos con su madre exiliada por la dictadura, murió después de
cuatro días de agonía. Carmen Gloria, quien actualmente vive en Canadá,
se recuperó tras resultar con más del 60% del cuerpo quemado.
“Todos (los militares detenidos) han prestado sus declaraciones.
Algunos han ratificado y otros han rectificado sus declaraciones
anteriores. Todos quedan detenidos y mañana (martes) van a ser las
diligencias de careos con las otras personas detenidas”, dijo el juez
Carroza a periodistas.
- “Basta de silencio” -
Transcurridas casi tres décadas, el caso sólo logró avanzar
judicialmente después de la confesión de uno de los conscriptos que
participó del hecho, y quien denunció ante el juez amenazas para
mantenerse en silencio.
Si bien Carmen Gloria vivió para relatar el episodio, la justicia
nunca había podido acreditar la participación concertada de los
militares por un supuesto “pacto de silencio”. La versión oficial
indicaba que los jóvenes se habían quemado por el estallido de una
bomba incendiaria que portaban.
“El Ejército tiene mucha información que no ha entregado y tiene una
deuda con el Estado. Es el momento de asumir su responsabilidad como
institución”, dijo Carmen Gloria Quintana, entrevistada por la
televisora Chilevisión la noche del domingo.
“Yo quiero justicia, nada más y nada menos que justicia. Condenar a
las personas que fueron los autores materiales y a los intelectuales”,
agregó.
A su llamado, se sumó este lunes el de la presidenta Michelle
Bachelet, torturada por la dictadura y cuyo padre murió en 1974 víctima
de las golpizas propinadas por agentes del régimen de Pinochet.
“Hay personas que saben la verdad de muchos casos que permanecen sin
resolver y Chile les pide que sigan el ejemplo del conscripto Fernando
Guzmán y que ayuden a reparar tanto dolor”, dijo Bachelet en un acto
público. “Basta de silencio”, agregó la mandataria.
En una rueda de prensa este lunes, Carmen Gloria Quintana, desafió
al Ejército a entregar toda la información sobre el caso: “este es el
momento de terminar con la impunidad, de abrir los caminos a la verdad
y a la justicia”, dijo Quintana, afirmando que en el seno del Ejército
“existe aún una política institucionalizada del encubrimiento de la
mentira y del horror”.
“Yo llamo a que esto se termine y que las Fuerzas Armadas respondan,
que haya fin a esta política sistemática de mentira institucionaliza
respecto a los crímenes de lesa humanidad”, agregó.
Por su parte, el presidente del Senado de Chile, Patricio Walker, le
pidió perdón públicamente a Quintana: “a nombre del Estado de Chile, a
nombre de miles de chilenos, más allá de que estuvimos en contra de la
dictadura, tenemos que pedirle perdón”.
Los nuevos militares aprehendidos corresponden a otra de las
patrullas militares que participaron de la detención de los jóvenes,
comandada por el capitán retirado del Ejército Pedro Fernández Dittus,
quien en la década de los noventa había sido condenado por este caso
pero por negligencia.
Junto con él, fueron detenidos Leonardo Riquelme, Juan González, Walter Lara y Pedro Franco.
En tanto, el viernes fueron procesados como autores los exoficiales
en retiro Julio Castañer, sindicado como quien prendió fuego a los
jóvenes, e Iván Figueroa, y los exsuboficiales en retiro Luis Zúñiga,
Francisco Vásquez, Nelson Medina y Jorge Astengo, mientras que Sergio
Hernández fue acusado como cómplice.
(Con información de AFP)
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