Más
que penoso, es insultante, inverosímil y chabacana la versión del
gobierno federal sobre la supuesta fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán
Loera, que afirma logró evadirse a través de una excavación, con
tubería incluida, por la que huyó desde de una celda de “máxima”
seguridad, sin llamar la atención de las autoridades.
El
hecho de estos penales es que ahí residen los delincuentes más
peligrosos del país, que cuentan con una celda individual, iluminada
las 24 horas del día, custodia personal y vigilancia a través de los
circuitos cerrados de televisión, y que son expuestos una vez a la
semana, si bien les va, a los rayos del sol.
Por estos
motivos llama la atención que el delincuente –considerado por el
gobierno de los Estados Unidos, hasta antes de ser reaprendido a
finales de febrero de 2014, como el criminal número uno— haya
“escapado” sin tener de su lado la complicidad de las autoridades
federales.
El asunto recae en el titular de la Secretaría
de Gobernación, Miguel Osorio Chong, quien es el encargado directo del
total de estas prisiones, a través del Comisionado Nacional de
Seguridad, Monte Alejandro Rubido García y del comisionado general de
la Policía Federal, Enrique Francisco Galindo Ceballos.
Más
aún, --y en el supuesto de una fuga-- en el gobierno federal nadie se
percató de las intenciones del capo de la droga de evadir su reclusión,
y menos de las comunicaciones que tuvo que entablar el reo con sus
compinches al exterior.
Queda caro que el sistema de
inteligencia, que opera Carlos Imaz Gispert en el Centro de
Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen); y el de seguridad nacional,
de Osorio Chong, está rebasado, pese a los adelantos en la tecnología y
la gran bolsa económica que se destina año con año para este fin.
En
el marco de la visita que hace a Francia el presidente Enrique Peña
Nieto, la noticia deja mal parado al Estado mexicano en el panorama
internacional, por dos frentes; el primero, por el hecho mismo de la
evasión de un reo que representa una amenaza internacional; y dos, por
la reacción del propio mandatario.
Mientras su visita es
cuestionada por los mexicanos por el abultado número de personas a las
que invitó a Francia a costa del erario público, el titular del poder
Ejecutivo prefirió quedarse en aquella nación, antes que regresar a
atender una situación penosa, torpe y de gran envergadura.
La
magnitud de la evasión de un capo al que según datos oficiales obtienen
al año más de 3 mil millones de dólares generó una búsqueda
internacional --entre 2001 y 2014-- comparada sólo con la de Osama Bin
Laden. Él es oriundo de Sinaloa y responde al nombre de Joaquín
Archivaldo Guzmán Loera.
Punto Cero
Muchos
no se han percatado, pero dicen los que saben, que independientemente
de dónde logre ubicarse Manlio Fabio Beltrones después del 31 de
agosto, éste ya ganó. De todos es bien sabido que el diputado federal
apadrinó a la hoy gobernadora electa de Sonora, Claudia Pavlovich; en
Michoacán, a Silvano Aureoles; es muy cercano de Jaime Rodríguez
Calderón allá en Nuevo León.
Lo cierto es que además el
priista es íntimo a Julio César Moreno Rivera a quien perfilan en el
PRD a convertirse en su líder en el sol azteca, con lo que traza un
puente directo hacía el 2018 donde posiblemente Morena, de Andrés
Manuel López Obrador, logre una candidatura en coalición. ¿Fuego amigo?
José Víctor Rodríguez Nájera
Periodista mexicano / @JoseVictor_Rdz
http://www.alainet.org/es/articulo/171046
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