El
presidente de Uruguay, José (Pepe) Mujica, dio verdaderas lecciones de
enseñanza en su reciente visita a Estados Unidos, especialmente al jefe
del régimen de Washington, Barack Obama, quien debería repetírselas
todos los días, y ponerlas en práctica en beneficio de su propio país y
de la humanidad. Entre las clases magistrales de sabiduría
brindadas por el honesto y ocurrente Mujica resaltaron las que ofreció
en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), en las
instalaciones del Banco Mundial, y en la propia Casa Blanca “face to
face” con Obama.
En la OEA, el mandatario uruguayo llamó a tener coraje de vivir y amar la vida por encima de todos los valores, y subrayó que eso “es preparar el camino para los que nos van a suceder con honradez intelectual”.
Se refirió a la acumulación de la riqueza y a los millonarios gastos militares que hacen las grandes potencias, en clara alusión a Estados Unidos, lo cual demuestra que los recursos sobran pero no tienen dirección. No somos capaces de crear una agenda de problemas universales y considerarlos, precisó.
En su dialogo con el inquilino de la Casa Blanca afirmó que las primeras y segundas guerras mundiales fueron horrorosos crímenes contra los habitantes del planeta tierra, un explícito mensaje a su interlocutor de que apueste por la paz, ponga fin a su beligerancia, y evite una nueva y devastadora confrontación castrense a nivel internacional.
Preguntado en una de sus encuentros sobre la experiencia norteamericana para Latinoamérica en la lucha antidroga, el exguerrillero uruguayo, quien aclaró que aun lo sigue siendo, respondió rápidamente que “América Latina está mejor cuando Estados Unidos no se mete”.
Mujica exhortó a Washington a mejorar sus relaciones con los diferentes países de la Patria Grande, entre los que destacó Venezuela, Brasil y Cuba, y en ese sentido abogó por el dialogo con el presidente del gobierno de Nicolás Maduro, y el termino de la violencia en la nación de Hugo Chávez.
Acerca del cerco económico, financiero y comercial que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde hace más de 50 años, aseguró que es una "herramienta con una enorme capacidad para hacer pasar mal a la gente", y agregó que es hora de terminar con esa música del bloqueo.
Durante su estancia en territorio norteamericano, el dignatario uruguayo demostró que un guerrillero, hoy de las ideas, sabe más por esa condición que por Premio Nobel, el cual le fue conferido a Obama, como a otros tantos, por adulación o por oportunismo político, y no por verdaderamente merecerlo.
El propio jefe de la Casa Blanca manifestó recientemente que el citado laurel “se lo confieren a todos”, mientras representantes norteamericanos admitieron que fue muy prematuro otorgárselo a su mandatario.
Ahora resta por ver que Obama aprenda las lecciones de otro gran maestro latinoamericano como Mujica, y las pueda materializar, algo que cuesta creer, a juzgar por sus pendencieras actuaciones cotidianas, su escasez de inteligencia, y su falta de coraje para que la paz prevalezca en el convulso mundo actual en que vivimos.
En la OEA, el mandatario uruguayo llamó a tener coraje de vivir y amar la vida por encima de todos los valores, y subrayó que eso “es preparar el camino para los que nos van a suceder con honradez intelectual”.
Se refirió a la acumulación de la riqueza y a los millonarios gastos militares que hacen las grandes potencias, en clara alusión a Estados Unidos, lo cual demuestra que los recursos sobran pero no tienen dirección. No somos capaces de crear una agenda de problemas universales y considerarlos, precisó.
En su dialogo con el inquilino de la Casa Blanca afirmó que las primeras y segundas guerras mundiales fueron horrorosos crímenes contra los habitantes del planeta tierra, un explícito mensaje a su interlocutor de que apueste por la paz, ponga fin a su beligerancia, y evite una nueva y devastadora confrontación castrense a nivel internacional.
Preguntado en una de sus encuentros sobre la experiencia norteamericana para Latinoamérica en la lucha antidroga, el exguerrillero uruguayo, quien aclaró que aun lo sigue siendo, respondió rápidamente que “América Latina está mejor cuando Estados Unidos no se mete”.
Mujica exhortó a Washington a mejorar sus relaciones con los diferentes países de la Patria Grande, entre los que destacó Venezuela, Brasil y Cuba, y en ese sentido abogó por el dialogo con el presidente del gobierno de Nicolás Maduro, y el termino de la violencia en la nación de Hugo Chávez.
Acerca del cerco económico, financiero y comercial que Estados Unidos mantiene contra Cuba desde hace más de 50 años, aseguró que es una "herramienta con una enorme capacidad para hacer pasar mal a la gente", y agregó que es hora de terminar con esa música del bloqueo.
Durante su estancia en territorio norteamericano, el dignatario uruguayo demostró que un guerrillero, hoy de las ideas, sabe más por esa condición que por Premio Nobel, el cual le fue conferido a Obama, como a otros tantos, por adulación o por oportunismo político, y no por verdaderamente merecerlo.
El propio jefe de la Casa Blanca manifestó recientemente que el citado laurel “se lo confieren a todos”, mientras representantes norteamericanos admitieron que fue muy prematuro otorgárselo a su mandatario.
Ahora resta por ver que Obama aprenda las lecciones de otro gran maestro latinoamericano como Mujica, y las pueda materializar, algo que cuesta creer, a juzgar por sus pendencieras actuaciones cotidianas, su escasez de inteligencia, y su falta de coraje para que la paz prevalezca en el convulso mundo actual en que vivimos.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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