La Organización de las Naciones
Unidas (ONU) ha expresado su preocupación y ha criticado el violento
desalojo de pobladores en el norte de la capital de Guatemala.
El lamentable incidente ocurrió el pasado viernes cuando la policía desalojó violentamente a un grupo de personas que se manifestaba pacíficamente contra la construcción de una mina en la comunidad La Puya, San José del Golfo (unos 30 km al norte de la capital).
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos en Guatemala ha emitido el martes un comunicado en el que critica a la policía por usar la fuerza y lanzar gases lacrimógenos contra los manifestantes.
Según la nota, pese a que los agentes no utilizaron armas letales en el momento del desalojo, las heridas que recibieron más de veinte de manifestantes mostraron “fallas en el uso adecuado de protocolos sobre la utilización de la fuerza acordes con los derechos humanos”.
Campesinos e indígenas de la comunidad La Puya se oponen categóricamente a la construcción de una mina de oro y plata en esa región pues consideran que amenaza los recursos naturales.
Hace casi dos años que los vecinos de esa zona impiden el ingreso de maquinaria a la mina para evitar el inicio del proyecto que pertenece a la compañía estadounidense Kappes, Cassiday & Associates (KCA).
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