Las raudas negociaciones actuales entre el Mercosur y la Unión Europea
(UE) para alcanzar un acuerdo comercial y económico de amplia
liberalización tienen características llamativas y no casualmente
confusas. Los medios de prensa y voceros oficiosos hablan de demoras y
dificultades, pero no informan en forma detallada sobre ellas ni sobre
su significación. Ahora hasta se plantea que el intercambio pendiente
de propuestas podría hacerse en los próximos días antes de que comience
el Mundiali.
Un paso tan trascendente con indudables derivados políticos, económicos
productivos, comerciales y sociales parecería que podría entonces
vincularse y condicionarse al pitido del árbitro que dará la orden de
hacer comenzar a rodar la pelota en el partido Brasil- Croacia el 12 de
junio.
Resulta notable la continuidad del hermetismo alcanzado en las tratativas; tal como si éstas, que fueron llevadas a cabo con el mayor sigilo y sin debate público desde su reapertura en 2010 fueran sólo de rutina diplomática. Una perspectiva alternativa, y aparentemente distinta a la anterior, es tanto o más grave: el reconocer la trascendencia de lo que está en juego a lo largo de este largo y sinuoso proceso de negociación que comenzara en 1995, pero afirmando que no hay otro camino que avanzar sin demora.
Al calor de la pasión futbolística y luego de casi dos décadas hasta podría plantearse la necesidad de un acuerdo Mercosur-UE sin siquiera tomarse en consideración tantas experiencias negativas de liberalización entre países con distinto grado de desarrollo económico y competitividad históricas y actuales. Sería como no tener en cuenta que el generalizado proceso de desindustrialización de América latina en los años 90 tuvo como impulso central la ola neoliberal de apertura irresponsable, o a no sacar enseñanza alguna de las protestas extensivas hoy mismo de campesinos en Colombia marginados por la apertura importadora de productos subvencionados de EE.UU. y Europa..
¿Hay otro camino?
Es imprescindible desmitificar la idea que no hay otra alternativa que avanzar en las condiciones propuestas y rechazar en forma terminante la caricaturización que hacen voceros del establishment afirmando que los sectores, organizaciones y personas que rechazamos la firma del acuerdo en las condiciones planteadas, referimos críticas por querer sólo poner palos en la rueda y no tenemos propuestas alternativas serias y efectivas.
Los negociadores del Mercosur deben abrir un campo a la reflexión y participación pública para plantear sin demora opciones legalmente viables tomando en cuenta la necesidad de evitar que se repita el error de no considerar condiciones asimétricas de desarrollo entre países de mayor y menor desarrollo económico e industrial que hoy observamos como ejemplo negativo dramáticamente entre los países del norte y el sur de Europa:
Las negociaciones de dos regiones tan importantes y con lazos tan estrechos como la Unión Europea y el Mercosur son un asunto serio y no pueden ser concretadas a libro en entremeses confidenciales por técnicos y diplomáticos para ser presentadas como fait accompli a las sociedad. Deben formar parte de una construcción y voluntad genuina y consistente teniendo en consideración capacidades, necesidades y potencialidades.
Ya ante la inminencia de la pasión deportiva mundial tal vez sea oportuno referir la necesidad de establecer prioridades con un principios futbolístico : no permitamos que los pueblos y economías del MERCOSUR queden nuevamente en offside por no comprender dónde nos encontramos parados.
Notas
1 Ver diario de negocios INFOBAE de Argentina del 23/05/2014 en http://www.iprofesional.com/notas/187571-Quieren-intercambiar-las-ofertas-para-un-tratado-Mercosur-y-la-Unin-Europea-antes-del-Mundial
iiReglamento 978/2012 de la Unión Europea , por el cual fueron excluidos Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela de los beneficios del SGP europeo.
iiiA União Europeia e o fim do Mercosul http://www.cartamaior.com.br/?/Editoria/Internacional/A-Uniao-Europeia-e-o-fim-do-Mercosul/6/30799
* Jorge Marchini Investigador del Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria (CIGES), Argentina.
Fuente original: http://www.aporrea.org/internacionales/a188859.html
Resulta notable la continuidad del hermetismo alcanzado en las tratativas; tal como si éstas, que fueron llevadas a cabo con el mayor sigilo y sin debate público desde su reapertura en 2010 fueran sólo de rutina diplomática. Una perspectiva alternativa, y aparentemente distinta a la anterior, es tanto o más grave: el reconocer la trascendencia de lo que está en juego a lo largo de este largo y sinuoso proceso de negociación que comenzara en 1995, pero afirmando que no hay otro camino que avanzar sin demora.
Al calor de la pasión futbolística y luego de casi dos décadas hasta podría plantearse la necesidad de un acuerdo Mercosur-UE sin siquiera tomarse en consideración tantas experiencias negativas de liberalización entre países con distinto grado de desarrollo económico y competitividad históricas y actuales. Sería como no tener en cuenta que el generalizado proceso de desindustrialización de América latina en los años 90 tuvo como impulso central la ola neoliberal de apertura irresponsable, o a no sacar enseñanza alguna de las protestas extensivas hoy mismo de campesinos en Colombia marginados por la apertura importadora de productos subvencionados de EE.UU. y Europa..
¿Hay otro camino?
Es imprescindible desmitificar la idea que no hay otra alternativa que avanzar en las condiciones propuestas y rechazar en forma terminante la caricaturización que hacen voceros del establishment afirmando que los sectores, organizaciones y personas que rechazamos la firma del acuerdo en las condiciones planteadas, referimos críticas por querer sólo poner palos en la rueda y no tenemos propuestas alternativas serias y efectivas.
Los negociadores del Mercosur deben abrir un campo a la reflexión y participación pública para plantear sin demora opciones legalmente viables tomando en cuenta la necesidad de evitar que se repita el error de no considerar condiciones asimétricas de desarrollo entre países de mayor y menor desarrollo económico e industrial que hoy observamos como ejemplo negativo dramáticamente entre los países del norte y el sur de Europa:
- La extensión de la liberalización comercial:
Esta no debería alcanzar inmediatamente el 80% de las importaciones
europeas como se pretende, sino realizarse en etapas y, en tanto se
presenta como acuerdo de cooperación económica, vincular cada una de
ellas al logro de ciertas metas pre-fijadas de desarrollo económico
(Ej: PBI per cápita, desarrollo industrial regional) o social; aspectos
del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas). Aun si acaso los
negociadores de la UE plantearan que no les sería posible aceptar el
condicionamiento a indicadores que no pudieran ser controlados por
Europa, otra posibilidad podría ser vincular las concesiones mutuas a
metas relacionadas con la participación de mercado de las exportaciones
del MERCOSUR (productos con valor agregado, diversificación
productiva). Una metodología con metas acordadas para el desarrollo,
que fueran más allá de salvaguardas temporales, permitiría: i) de
producirse crisis de balanza de pagos u otras dificultades económicas
que llevara a la caída de la actividad económica, pudieran revertirse
legalmente y renegociarse las concesiones, ii) ahondar el compromiso de
bregar en forma permanente por el desarrollo mutuo y armónico de
vínculos cooperación y complementación.
- Exigir un
análisis consistente y responsable específico por productos y sectores
de la aplicación del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) por
parte de Europa, al poder ser interpretado el reciente cambio de
criterios y la eliminación para su aplicación en las importaciones de
casi todos los países del Mercosurii
como un factor distorsivo y/o condicionante indirecto de hecho de la
armonía que requieren negociaciones internacionales con un horizonte de
largo plazo.
- Acotar las metas para alcanzar resultados viables, consistentes y mutuamente beneficiosos.
Teniendo en cuenta que, tal como ocurre en general con los mal llamados
tratados de libre comercio (TLC), la mayor parte de los capítulos de la
negociación Mercosur- UE no son de carácter comercial sino se vinculan
a un amplio espectro de temas estratégicos (compras públicas, propiedad
intelectual, servicios financieros, telecomunicaciones, transporte
marítimo, competencia, entre otros), plantear prioridades de
negociación como, por ejemplo, comenzar por los aspectos comerciales,
no temiendo incluir en una agenda efectiva otros temas que no deben ser
marginados por su incidencia también hoy central en las relaciones
comerciales y económicas intra-regionales como ser: el movimiento de
personas, la complementación educativa, la complementación industrial,
los programas de cooperación en investigación y desarrollo.
Las negociaciones de dos regiones tan importantes y con lazos tan estrechos como la Unión Europea y el Mercosur son un asunto serio y no pueden ser concretadas a libro en entremeses confidenciales por técnicos y diplomáticos para ser presentadas como fait accompli a las sociedad. Deben formar parte de una construcción y voluntad genuina y consistente teniendo en consideración capacidades, necesidades y potencialidades.
Ya ante la inminencia de la pasión deportiva mundial tal vez sea oportuno referir la necesidad de establecer prioridades con un principios futbolístico : no permitamos que los pueblos y economías del MERCOSUR queden nuevamente en offside por no comprender dónde nos encontramos parados.
Notas
1 Ver diario de negocios INFOBAE de Argentina del 23/05/2014 en http://www.iprofesional.com/notas/187571-Quieren-intercambiar-las-ofertas-para-un-tratado-Mercosur-y-la-Unin-Europea-antes-del-Mundial
iiReglamento 978/2012 de la Unión Europea , por el cual fueron excluidos Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela de los beneficios del SGP europeo.
iiiA União Europeia e o fim do Mercosul http://www.cartamaior.com.br/?/Editoria/Internacional/A-Uniao-Europeia-e-o-fim-do-Mercosul/6/30799
* Jorge Marchini Investigador del Centro de Investigación y Gestión de la Economía Solidaria (CIGES), Argentina.
Fuente original: http://www.aporrea.org/internacionales/a188859.html
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