Victoria para tribus originarias
▲ Durante años, miembros de las tribus originarias afectadas por el
oleoducto Dakota Access Pipeline protestaron para exigir su cierre. Ayer
lograron su objetivo, al menos temporalmente. La imagen fue captada
durante una movilización en septiembre de 2016.
Nueva York., Un tribunal de Estados Unidos ordenó ayer el
cierre temporal del oleoducto Dakota Access Pipeline, por las
preocupaciones sobre su posible impacto ambiental, en una gran victoria
para tribus originarias y grupos ecologistas que lucharon durante años
para bloquear el proyecto energético.
El oleoducto de casi mil 900 kilómetros, que une la cuenca de la
formación Bakken, en Dakota del Norte, con un centro de distribución en
Illinois, deberá dejar de operar antes del 5 de agosto.
La suspensión de ese oleoducto ocurrió luego de que dos gigantes
estadunidenses del sector, Duke Energy y Dominion Energy, abandonaron la
construcción de un gasoducto que atravesaba los montes Apalaches, en un
duro golpe en los esfuerzos del gobierno de Donald Trump para impulsar
la industria local de combustibles fósiles.
Con el fallo se suspendió una licencia de operación otorgada por el
Cuerpo de Obras Públicas del Ejército de Estados Unidos a la empresa
Energy Transfer para construir y operar un ducto bajo el lago de la
presa de Oahe, en Dakota del Sur y Dakota del Norte, el cuarto embalse
artificial en tamaño del país.
El magistrado consideró que el Cuerpo de Ingenieros violó la Ley de Política Ambiental Nacional.
Temiendo serias consecuencias ambientales, las tribus nativas estadunidenses en las reservas cercanas han estado tratando durante varios años de cancelar los permisos federales que autorizan a Dakota Access Pipeline a transportar petróleo bajo el lago, escribió el juez.
Hoy consiguen su objetivo, al menos por el momento, agregó.
El fallo supone un importante revés para Trump, quien había relanzado
el Dakota Access Pipeline en enero de 2017, poco después de asumir el
cargo, junto a otro controvertido proyecto de oleoducto, el Keystone XL.
Ambos proyectos habían sido paralizados por la administración de Barack Obama (2009-2017).
La decisión de Trump había sido fuertemente cuestionada por las
tribus sioux de Standing Rock y de Cheyenne River, que interpusieron
demandas ante la justicia alertando sobre las amenazas de contaminación
del agua potable y la degradación de sus sitios sagrados.
Felicitaciones a los amerindios y militantes que lucharon contra este terrible oleoducto que no debió ser construido jamás, expresó Bernie Sanders, ex aspirante a la candidatura presidencial demócrata.
Energy Transfers manifestó en un comunicado que pretende pedir una
suspensión de la sentencia y si no tiene éxito, hará una apelación.
Estimamos que la decisión no es conforme a la ley o a los elementos del caso, sostuvo Lisa Coleman, portavoz de la empresa.
Consideramos que el juez Boasberg fue más allá de su autoridad al ordenar el cierre del Dakota Access Pipeline que funciona sin problemas desde hace más de tres años, subrayó.
La corte ordenó a Energy Transfer cerrar y vaciar el ducto de 570 mil
barriles por día (bpd) en 30 días, clausurando la arteria más grande
que transporta petróleo crudo desde la cuenca de esquisto Bakken, en
Dakota del Norte, a las regiones del Medio Oeste y la Costa del Golfo.
Es inusual que se obligue a drenar un oleoducto, a menos que sea
después de un derrame, expresaron fuentes del mercado petrolero.
Energy Transfer informó que busca medidas legales y administrativas
para evitar un cierre, y que está considerando apelar si esos esfuerzos
fracasan.
Foto Ap
Reuters y Afp
Periódico La Jornada
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