NODAL
El capitán Bolsonaro ya
se comprometió con el “Mercado” a entregar todas las decisiones del
área económica al gran Capital, bajo hegemonía del capital financiero y
de las empresas extranjeras (personificado en Paulo Guedes y sus Chicago
boys, que ponen a Lewy en el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo
Económico y Social).
Por las declaraciones del presidente electo,
será un gobierno comandado directamente por hombres de negocio
comprometidos con la reducción del “costo Brasil”, o sea, con el aumento
de la ganancia privada. Un gobierno con ese perfil no solo continuaría,
sino que radicalizaría la agenda de Temer, a fin de implantar:
–
la reducción brutal de los costos de remuneración de la fuerza de
trabajo (esto es, la reducción del salario mínimo y el fin de diversos
derechos laborales, combinados con el deterioro de las condiciones de
trabajo, por medio de la generalización del trabajo intermitente, de la
tercerización y del desmonte de la justicia laboral).
–
apropiación privada de todos los recursos naturales posibles (petróleo,
minerales, tierra, agua y biodiversidad), eliminando cualquier traba
burocrática o legal. Pasando por encima de las poblaciones tradicionales
y preocupaciones ambientales. Vean las declaraciones sobre revisar la
demarcación de la Reserva Indígena Raposa Serra do Sol; hay 90 (noventa)
empresas que presentaron pedidos para explotar sus riquezas minerales.
Vean la riqueza del presal, que la FUP (Federación Única de Petroleros),
estimó en un billón de dólares ya subastados y que irá en aumento. Para
eliminar cualquier barrera ambiental colocó un ministro agresivo, sin
experiencia y totalmente alineado con el agronegocio y los grandes
capitalistas, que los financiaron.
– privatización de todas las
149 empresas estatales. Dejarán solo una parte de Petrobras. Ellos
estiman que puede recuperar para los cofres públicos cerca de 850 mil
millones de reales, que van a ayudar a enmascarar el déficit público,
sin embargo, representa apenas dos años de intereses que el gobierno
paga a los bancos. Y en ese proceso entreguista, entra la aprobación de
la entrega de EMBRAER a Boeing. Ya en proceso final de venta, pero aun
sin aprobación final del gobierno por la cláusula de reserva.
–
privatización de la seguridad social. El problema no es el déficit ni
los privilegios, sobre todo de jueces y militares que no serán
modificados. Sino que los bancos quieren el derecho de implementar un
sistema previsional privado, soñando con los grandes fondos de
pensiones, como el ahorro nacional a ser accesado sin costos. Como ya
ocurre ahora con el Banco de Brasil, con la previsión de la caja y de
Petrobras. Que se convirtieron en grandes operadores en el mercado
especulativo de inversiones.
– el desmantelamiento y la
privatización de la educación pública, mediante la reducción de recursos
e inversiones crónicas en escuelas y universidades, la implantación
masiva de la enseñanza a distancia a través de empresas privadas, la
sustitución de concursos públicos para técnicos y profesores por la
contratación por tercerización, la reducción de las becas de estudio,
investigación y apoyo a la permanencia en las universidades, la
imposición de rectores por el MEC (Ministerio de Educación) contra la
elección democrática de comunidad académica y la persecución ideológica a
la libertad de enseñanza e investigación.
– el desmantelamiento y
la privatización de la salud pública (mediante el desfinanciamiento del
SUS (Sistema Único de Salud), la mala regulación de las empresas
privadas de salud, la generalización de las asociaciones
público-privadas como modelo de gestión y la sustitución de concursos
públicos por la contratación temporal por tercerización).
– la
privatización del sistema público financiero (Banco de Brasil, BNB,
Caixa Federal), habrá un proceso de tercerización y privatización de los
servicios públicos en general. Todo lo que puede dar ganancia, será
transferido para ganancia de las empresas capitalistas.
– el
favorecimiento de la industria armamentista (nacional y extranjera),
mediante la liberación del porte de armas y la prioridad presupuestaria
orientada a las demandas de las policías y las fuerzas armadas.
–
un modelo de seguridad publica todavía más belicoso, menos responsable
frente a la sociedad y menos responsable jurídicamente; con liberación
de venta de armas, disminución de la mayoría de edad penal has los 16
años, y un proceso punitivo que va a llenar los presidios, más de lo que
están.
– el alineamiento externo de Brasil y su subordinación a
los intereses económicos de los EEUU y también un alineamiento político
con los gobiernos de derecha como Italia, Israel, Taiwan; colocando al
país en una agenda militarista contraria a su tradición diplomática que
pone en riesgo la paz en la región.
Conclusión
Para
implantar una agenda de este tipo (el “libre mercado” para los de
arriba y el “sálvese quien pueda” para los de abajo), solo es posible
con intimidación, persecución y violencia.
Desde el punto de
vista personal, el presidente es un imbécil, tosco, sin cultura, que
nunca fue tomado en serio, ni en las fuerzas armadas. Solo es confiable
para el “mercado” (la burguesía, como se decía) porque va a tercerizar
todas las decisiones estratégicas de su eventual gobierno, dejando sólo
pautas secundarias para soltar sus amenazas y lanzar factoides a la
opinión pública. Esta es la lectura de los agentes económicos relevantes
que están pagando la cuenta de su campaña. El problema (para ellos) es
que Bolsonaro está poco preparado hasta para entenderlo, lo que coloca
un horizonte de imprevisibilidad e incertidumbre para los “inversores”
(los capitalistas). Además, el sujeto no tiene base social organizada y
partidaria, capaz de darle sustentación de masas (el PSL es un fenómeno
de ocasión, sin consistencia programática).
Por otro lado,
Bolsonaro carga con un autoritarismo que es constitutivo de su figura
pública, del cual no puede renunciar sin negarse a sí mismo. Y eso es lo
que genera una reacción contraria a él que es socialmente plural e
internacionalmente consensual hasta ahora.
En suma, el sujeto
sólo convence de hecho a los fanáticos que lo siguen. Los capitalistas
lo están utilizando ahora, pero ya fue preavisado, estableciendo como
plazo de validez la ejecución de las reformas neoliberales (el paquete
de maldades contra el pueblo y contra el patrimonio nacional, al estilo
terapia de choque -uno o dos años, como máximo). Después de eso, el
sujeto será dispensable.
También utilizará el combate
“espectacular” y selectivo a la corrupción, a cargo del ministro Moro,
reforzando el lava-jatismo, uso político y selectivo de las leyes,
combinado con violación de garantías constitucionales, siempre
calibrados según la coyuntura. ¡Vuelve a la ley Borges, a los amigos
todo, para los enemigos la Ley!
La incerteza (para todos),
consiste en que, después de abierta la caja de Pandora, los demonios no
vuelven fácilmente y, como dice la ley de Murphy, nada esta tan malo que
no pueda empeorar.
Traducción: Gerardo Gamarra, para NODAL.
João
Marcio es profesor en la Universidade Federal Rural de Rio de Janeiro
(UFRRJ) / João Pedro Stédile es miembro de la Coordinación Nacional del
MST y de la Vía Campesina Brasil.
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