Moscú. A diferencia de Estados Unidos y otros países que
no reconocen a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, Rusia
considera inadmisible cualquier injerencia en los asuntos de un Estado
soberano.
“Durante toda la crisis venezolana hemos apoyado los esfuerzos, entre
ellos los de los países de la región, para entablar un diálogo entre el
gobierno y la oposición. Sabemos que ese diálogo, en el cual confiaban
muchos países latinoamericanos, fracasó en última instancia debido a que
la llamada parte ‘irreconciliable’ de la oposición se dejó influir
desde el exterior, en primer término desde Estados Unidos”, afirmó este
miércoles Serguei Lavrov, ministro de Relaciones Exteriores de Rusia.
“Esa influencia, precisamente, hizo que parte de los opositores se
volvieran ‘irreconciliables’. Esto es muy lamentable”, subrayó el jefe
de la diplomacia rusa.
Lavrov expresó la preocupación de Moscú respecto de las voces que
proponen realizar una intervención militar en Venezuela o las
declaraciones en el sentido de que Estados Unidos puede empezar a
reconocer como mandatario del país sudamericano no a Nicolás Maduro,
sino al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
Y concluyó de modo enfático:
Todo esto sugiere que la política de Estados Unidos de derrocar a los gobiernos que no son de su agrado continúa siendo prioritaria (para Washington) en América Latina y otras regiones.
El canciller ruso habló de Venezuela en su ya tradicional conferencia
de prensa anual, en la cual hizo un balance de la política exterior de
Rusia en 2018 y reiteró la posición de Moscú en los temas más relevantes
de la agenda internacional.
Juan Pablo Duch
Corresponsal
Periódico La Jornada
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