Entrevista a Carlos Medina Gallego, experto en el grupo guerrillero
VerdadAbierta
El estallido en
Bogotá de un carro bomba en la Escuela de Cadetes General Santander de
la Policía Nacional, cuya autoría fue reivindicada por esa organización
subversiva, desató el rechazo nacional e internacional y se vislumbra el
recrudecimiento de la confrontación armada. ¿Qué hay detrás de toda
esta crisis?
“El Eln es coherente con su concepción de la
guerra y eso los lleva a cometer errores”, dice Carlos Medina Gallego,
docente e investigador de la Universidad Nacional de Colombia, quien ha
estudiado ese grupo subversivo durante décadas. “Ellos siguen
comportándose con una lógica que se sale un poco de los entendimientos
de la comunidad internacional y de la comunidad nacional sobre la
naturaleza de los conflictos”.
Y uno de esos “errores” de los
que habla Medina Gallego es justamente el ataque con explosivos a la
sede de la Escuela de Cadetes General Santander de la Policía Nacional,
que dejó 21 muertos y 68 heridos, y generó una fuerte movilización
social que ese expresó el pasado domingo cuando salieron a las calles
miles de ciudadanos a arropar a los uniformados, a expresarle su apoyo y
a rechazar el terrorismo.
En respuesta al ataque con 80 kilos
de pentolita, camuflados en un vehículo que ingresó sin mayores
controles a la escuela de formación policial, el presidente de la
República, Iván Duque, ordenó el levantamiento de la suspensión de las
órdenes de captura a los diez miembros del Eln que integran la
delegación de negociadores asentada en Cuba y revocó la resolución que
creaba las condiciones que permitían su permanencia en ese país como
parte del proceso público de diálogo iniciado 17 meses atrás.(Leer más
en: Se reanuda formalmente la guerra contra el Eln)
El ambiente
que se respira en el país, sobre todo en las regiones donde opera este
grupo subversivo, es de enorme tensión, pues se prevé un escalamiento de
la confrontación que, sin duda, repercutirá en la población civil. ¿Por
qué se llegó a este escenario tan complejo?
VerdadAbierta.com
habló con Gallego al respecto, quien ha dedicado parte de su vida
académica a estudiar la trayectoria del grupo guerrillero, consignada en
los libros “Eln: Una Historia Contada A Dos Voces” (Rodríguez Quito
Editores, 1996) y “Ejército De Liberación Nacional. La Historia De Los
Primeros Tiempos” (Rodríguez Quito Editores, 2001), así como en su tesis
doctoral “FARC-EP Y ELN: Una historia política comparada (1958- 2006)”
(Universidad Nacional de Colombia, 2010).
-VerdadAbierta
(VA): ¿Por qué llega el Eln a detonar ese carro bomba en la Escuela de
Cadetes General Santander de la Policía Nacional?
Carlos
Medina Gallego (CMG): Lo primero que yo quiero señalar es que son
coherentes con su concepción de la guerra y eso los lleva a cometer
errores en términos de las transformaciones que se han producido en la
percepción que se tiene de los conflictos armados y de los actos
terroristas. Ellos siguen comportándose con una lógica que se sale un
poco de los entendimientos de la comunidad internacional y de la
comunidad nacional sobre la naturaleza de los conflictos.
Lo
segundo es que me parece que haber reconocido el hecho hace parte de la
naturaleza de la organización. Esa organización, cuando incurre en una
acción de cualquier tipo, la reconoce, llegue a donde lleguen las
consecuencias. Nunca han delegado la responsabilidad de un hecho en el
que hayan sido responsables a otras personas y nunca han ignorado cuando
se les ha sindicado de los hechos.
Hay una situación que es muy
complicada y que habría necesidad de entender: ellos consideran que se
está negociando en medio del conflicto y que, pese a que han hecho unos
gestos unilaterales y han recibido una acción contundente por parte de
las Fuerzas Militares, eso les da autoridad moral para operar en
relación con una contraofensiva.
-(VA): ¿A qué acción se refiere en particular?
(CMG): El Eln recibió el pasado 25 de diciembre un golpe muy fuerte,
ellos no reconocen la naturaleza del golpe en términos del cuerpo propio
y señalan las afectaciones sobre una familia campesina como resultado
el de los bombardeos a uno de sus campamentos. Pero la verdad sea dicha,
el golpe que recibieron fue un golpe fuerte que los llenó de
motivaciones para operar y desarrollar una acción de este tipo (la del
carro bomba en la Escuela de Cadetes).
-(VA): ¿La detonación que dejó 21 muertos y 68 heridos entonces es una reacción a ese ataque a sus campamentos?
(CMG): Es una reacción a la forma en que el Estado los viene
confrontando y la presión que viene haciendo sobre sus territorios. Es
decir, ellos sienten que hay una guerra contra ellos y que el Estado les
pide que no operen en términos de acciones militares, que cesen todas
sus hostilidades, pero el cuerpo del ejército de ellos, el cuerpo de su
organización, está recibiendo golpes, capturas, bombardeos, entonces
dicen ‘nosotros hacemos esto, pero lo que recibimos a cambio son
bombardeos’. Está planteado en el comunicado, en la lógica que ellos
manejan.
-(VA): ¿Por qué le ha costado tanto al Eln ajustarse
a los nuevos tiempos en materia de conflicto armado, de nuevas
legislaciones? ¿Por qué son tan lentos en su modernización ideológica,
si se pueda llamar así?
(CMG): Lo que pasa es que el Eln ha
llevado una guerra consentida, es una guerra que el Estado ha consentido
y es una organización que ha sido consentida por la prensa, por la
sociedad, por la comunidad, por mucha gente.
-(VA): ¿Qué quiere decir con “organización consentida”?
(CMG): Fue una organización con la cual no se confrontó nunca porque se
consideraba que tenía unos fundamentos políticos más elaborados, que
representaba sectores sociales, que tenía control de territorio, incluso
se reconocían muchos de sus líderes, como Manuel Pérez Martínez. Es
decir, es una organización que todavía, en mi concepto, no ha sentido
los rigores de la guerra como lo sintió las Farc. Para decirlo en
términos irresponsables: al Eln le faltan horas de guerra.
Lo
que pasa es que esas horas de guerra que le faltan a esta organización,
en esas nuevas dinámicas, tienen un costo muy alto en vidas, no sólo en
vidas de sus combatientes sino en vidas de miembros de la Fuerza Pública
y de civiles. Y eso es muy grave.
-(VA): Complicado lo de
las “horas de guerra” de las que habla usted, porque mire cómo
reaccionan cuando se les ataca, en las ciudades, y no en áreas rurales.
(CMG): La modalidad de guerra ha cambiado y el Estado tampoco combate
con ellos hombro a hombro, es combate con inteligencia y con ataques
aéreos y con bombardeos. A las Farc la destruyeron durmiendo, la mayoría
de las acciones que les puso muchos muertos como el caso del ‘Mono
Jojoy’ y de ‘Raúl Reyes’, los destruyeron durmiendo, no en combates.
Entonces, las acciones de guerra también han cambiado por parte del
Ejército. Existe una gran capacidad operativa, de inteligencia humana y
tecnológica, que se pone al servicio de la confrontación y se hace de
esa manera.
-(VA): Pero entonces, ¿cómo se debe dejar de
“consentir” al Eln? ¿Atacarlos de manera frontal, como se presume
actuará este gobierno?
(CMG): El Estado tiene la
responsabilidad militar en materia de seguridad y defensa de combatir
con toda la capacidad que tenga al Eln en el marco de lo consignado en
el derecho internacional humanitario y la responsabilidad
constitucional. Pero también es importante señalar que frente a esas
acciones que emprenda el Estado no se encuentra con un cuerpo muerto ni
inactivo, sino con una fuerza viva que hace las lecturas pertinentes del
momento, que tiene una estrategia y una táctica para enfrentar esas
acciones e incurren en prácticas y acciones que podemos repudiar como la
de la ECSG, pero que hacen parte de su lógica de guerra.
-(VA): Pero esa es la tarea del Estado…
(CMG): Así es, por eso es equivocado señalar que la guerra o la paz no
las está haciendo el Estado sino el gobierno: si un gobierno funciona
como “gobierno”, separado del cuerpo del Estado, que es el que le da la
solidez, le permite tomar las decisiones, utilizar sus recursos, las
fuerzas militares y la Fuerza Pública en general y la justicia, no son
del gobierno son parte de la estructura y la institucionalidad del
Estado. Operar bajo el manto protector de la constitución y de las
leyes, es hacerlo desde el Estado, sobre los parámetros que mueven la
institucionalidad estatal, si no es así, entonces es un gobierno que se
ha privatizado, es un gobierno paraestatal.
Sería muy grave que
como no firmaron el acuerdo con las Farc, entonces lo incumplieran. Es
que este gobierno no retomó los diálogos, entonces ahora quiere
desconocer todo e involucra a una gran cantidad de países, garantes y
acompañantes, que están en el dilema de saber cómo comportarse
diplomáticamente, pero además, cierra todas las puertas de un diálogo
futuro en razón de que ninguna organización cometería la torpeza de
sentarse con un gobierno que ante algún incidente que se presente, se
levanta de la mesa y ordena su captura.
La capacidad de un
Estado frente a ese tipo de incidentes es buscar la manera de superar
todas las adversidades para ganar la confrontación en el terreno que es
posible: el político.
El Eln puede soportar con tranquilidad, a
punta de bajas y todo lo que quiera, tres años y medio del gobierno del
presidente Duque y seguir existiendo porque con esa modalidad de guerra
que ellos están haciendo, de resistencia, les permite mantenerse en la
medida en que se vuelve una fuerza difusa y desarrolla un modelo de
guerra flotante, que es la modalidad de guerra que están haciendo.
-(VA): ¿Y para ello no necesitan un cuerpo militar muy grande?
(CMG): Nada. Pueden estar difuminados en la población, con redes y
distintas conexiones. Les pueden capturar y matar los liderazgos que
tengan y continúan operando. El problema más grande es que en la medida
en que los liderazgos que tienen, con unas calidades intelectuales
políticas, sea diezmado, la situación para poder avanzar en procesos con
ellos es más complicado. Si ha sido complicado con este modelo de
liderazgo que tienen, entonces cómo será con un liderazgo degradado.
-(VA): A su juicio, ¿el Eln viene creciendo, está estable o se reduce?
(CMG): De acuerdo con su lectura, la guerra la van ganando. ¿Por qué
razón? Porque están creciendo, se han ido hacia el Guaviare, al Guainía;
están ocupando territorios sobre toda la frontera con Venezuela; se han
metido en el Catatumbo; están en el Chocó; en el suroccidente del país.
Están avanzando sobre el territorio y eso hace que ellos piensen,
independiente de cómo los vean, que son una organización que está en
crecimiento y que está avanzado.
Además, están actuando sobre
economías legales e ilegales que les permite contar con los recursos
económicos para desarrollar el tipo de guerra que están haciendo. No es
un modelo de cuerpo a cuerpo. Es un modelo de guerra irregular, con
otras características; es una guerra irregular de nueva generación, que
yo la llamo guerra flotante, porque es una guerra que opera sobre
objetivos políticos y militares específicos, utilizando dos armas
esenciales: los explosivos y el tiro de alta precisión.
-(VA): En ese sentido, ¿también están creciendo en las ciudades y consolidando sus redes?
(CMG): El Eln tiene influencia en sectores de la sociedad civil, eso es
absolutamente claro. Lo que yo señalo es que hay un interés del Eln de
poder operar en los lugares donde se cause mayor daño a la sociedad. Si
van y matan tres, cuatro, cinco o más policías en Arauca, en Guaviare o
en el Catatumbo, que se han producido ese tipo de muertes, no causan el
mismo impacto que causó lo de la Escuela de Cadetes.
-(VA): ¿Qué tan importante es para el Eln Venezuela en términos políticos y militares?
(CMG): El Eln, sobre todo el Frente Nororiental ha estado desde siempre
en Venezuela a lo largo de la frontera. Allí ha construido bases
sociales y economías de guerra, lo ha hecho incluso enfrentando la
Guardia Nacional, pero también es claro que tienen afinidad con el
proceso bolivariano y son solidarios con él. Esa es una razón adicional
para mantener los diálogos. Es mejor un Eln sentado en una mesa de
conversaciones aprendiendo de las discusiones y tomando decisiones, que
operando y buscando aliados para desarrollar la guerra, donde le toque
hacerla.
-(VA): Con respecto a la petición que le ha hecho el
presidente Duque al gobierno cubano de detener y devolver a la comisión
negociadora, ¿usted qué opina?
(CMG): Esa decisión generó
un problema diplomático con un país que prestó sus buenos oficios a la
construcción de un proceso de paz exitoso con las Farc, ofreció sus
buenos oficios a un proceso de paz que se fue truncando en Quito
(Ecuador) y llegó a La Habana, donde no pudo alcanzar acuerdos
significativos. Pero cuando Quitó decidió no apoyar más el proceso, no
entregó la comisión negociadora del Eln al gobierno nacional ni a la
Fuerza Pública colombiana. Quito respondió a la oferta que hizo Cuba de
recibirlos porque no había otro país dónde los recibieran. Entonces
instalaron la mesa en Cuba y allá estaba funcionando.
La
petición hecha a Cuba es un caso de no respeto a los protocolos que son
suscritos por los países que estaban como garantes y acompañantes en el
marco del derecho internacional humanitario. Si esos protocolos no
hubiesen sido firmados por ellos, significaría que la organización
estaba en un estado de terrorismo y ellos no iban a meterse en el campo
del terrorismo.
Los países firmaron los protocolos porque
estaban en el marco de un proceso de paz con un gobierno y con un Estado
que ellos consideran en el marco de la comunidad internacional cumple
con los acuerdos internacionales.
-(VA): Pero Miguel
Ceballos, Alto Comisionado para la Paz, dice que se puede porque alega
que ellos, como gobierno, no suscribieron esos protocolos.
(CMG): Eso es absolutamente inviable, eso es desconocimiento de la
comunidad internacional, eso no tiene presentación. ¿Ahora qué país se
ofrece a servir de sede de unos diálogos cuando surjan los problemas y
queden en medio de las dos partes? Entonces mañana también pueden decir
que no cumplen los acuerdos con las Farc porque eso no lo hicieron en el
gobierno de Duque. Eso es irresponsable con las víctimas, con todo el
país, con la Paz, recordemos que hay un mandato constitucional que
reconoce la paz como un derecho y una obligación de obligatorio
cumplimiento.
-(VA): Esta crisis tiene un telón de fondo
difícil de asimilar: negociar en medio de la guerra. Así fue en San
Vicente de Caguán durante los diálogos de las Farc con el presidente
Andrés Pastrana (1998-2002) y así se inició durante el gobierno de Juan
Manuel Santos (2010-2018). ¿Qué reflexión le suscita esa situación?
(CMG): El Eln, durante todo el tiempo que estuvo sentado en la mesa de
conversaciones, insistió en el acuerdo bilateral, hizo cuatro acuerdos
unilaterales de cese al fuego, entonces esa decisión de negociar en
medio de la guerra no puede consistir en que yo les doy golpes y no pasa
nada, pero si ellos me golpean a mí pongo el grito en el cielo. Esos
lamentablemente son los costos de una política mal llevada.
-(VA): Siendo así, habría que probar conceptos nuevos en una futura
negociación: llegar con unos acuerdos mínimos bilaterales que superen el
tema de negociar en medio de la guerra.
(CMG): De acuerdo.
Hay que llegar a una mesa con las garantías suficientes para las partes y
con el serio compromiso de sacar las conversaciones adelante y lograr
un acuerdo de paz. Eso hay que hacerlo.
Pero hay algo que debe
tenerse claro: gran parte de las decisiones que las Farc tomó en la mesa
de conversaciones no estaban pensadas con anterioridad, fueron el
resultado del proceso de conversaciones y de los aprendizajes que
tuvieron, junto con el gobierno nacional, en esa mesa de conversaciones.
Una mesa de conversación es una escuela de aprendizaje para acuerdos
políticos. No es una mesa donde yo le doy esto, usted me da aquello. Que
es el problema que tiene este diálogo con el Eln, que está siendo
pensado como una mesa de negociación y no como una mesa de acuerdos
políticos.
Ahora, con el retrovisor que tiene el Eln sobre el
proceso con las Farc y el incumplimiento de los acuerdos, pues ellos
quieren, de alguna manera, que acuerdo logrado, acuerdo cumplido. Eso es
más complicado porque las conversaciones pueden durar eternidades.
-(VA): ¿Su horizontalidad organizacional es un obstáculo en cualquier negociación?
(CMG): Desde la década de los ochenta, y como consecuencia de su propia
historia interna, el Eln le da especial relevancia a las decisiones
colectivas tomadas de manera democrática en sus congresos; sin embargo,
la capacidad económica y de fuego de sus estructuras, le da a éstas,
ciertos atributos de poder que definen en distintos momentos los rumbos
de la organización. Como en toda organización al interior se expresan
puntos de vista diversos, pero existe un gran esfuerzo por mantener en
medio de las diferencias los criterios de unidad.
Soy del
criterio de que ningún gobierno ha tomado al Eln en serio y siempre lo
han considerado un actor marginal, a veces funcional para justificar su
política de seguridad y defensa, la represión al movimiento social y el
alto presupuesto que se invierte en seguridad. Lo que se perfila no es
una guerra en lo que se conoce como tal, ni la dinámica de un conflicto
armado degradado si se quiere, pero conflicto armado, al fin y al cabo,
lo que se viene es un desangre de combatientes de ambas partes que,
cuando les quiten el uniforme para enterrarlos, lo que se van a
encontrar es con la tragedia de la pobreza. Pobres matando pobres a la
sombra de discursos criminales, que se esconden tras de perversos
intereses. Esa es nuestra tragedia. El poder lo tiene el que mayor
capacidad tenga de matar.
-(VA): Finalmente, ¿cómo quedó la
sociedad civil en este proceso, sobre la que se pretendía tuviera
protagonismo en la mesa con el Eln?
(CMG): La sociedad quedó
en una posición muy difícil, porque la política y lo que producen los
medios de comunicación es que cualquiera que caiga en la defensa de un
proceso dialogado con el Eln es un aliado del terrorismo. Considero que
la sociedad civil, los académicos, los medios alternativos, deben seguir
insistiendo en que la salida política negociada es la ruta más
eficiente en materia de construcción de paz en el país. Si no hay esa
ruta, hay más guerra.
Fuente original: https://verdadabierta.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario