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viernes, 25 de enero de 2019

Moscú condena a quienes empujan a los venezolanos a una guerra civil

Crisis en Venezuela

Moscú. Rusia tiene claro que Nicolás Maduro es el presidente legítimo de Venezuela y, en consecuencia, se opone a cualquier injerencia foránea en los asuntos internos del país sudamericano, como sería el reconocimiento inmediato del líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como mandatario interino, maniobra inconstitucional que cuenta con el visto bueno de Estados Unidos, Canadá, Brasil y otros países.
El intento de usurpar el poder supremo en Venezuela viola los fundamentos y principios del derecho internacional. En esto se basa nuestra posición, precisó este jueves, en una primera reacción de Rusia, el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, quien añadió que la presidencia rusa está muy pendiente de las noticias que llegan de Caracas.
Preocupan a Moscú sobre todo las declaraciones que no excluyen la injerencia de otros países en los asuntos internos de Venezuela; son muy peligrosas las exhortaciones a emprender una solución de fuerza, comentó Peskov, quien aclaró, a pregunta de los reporteros acerca de si hay disposición a conceder asilo político a Maduro: No se plantea esa cuestión. Para Rusia, Maduro es el presidente legítimo.
Poco después, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia se encargó de resumir la postura del país sobre lo que está pasando en Venezuela por medio de una declaración institucional.
El golpe contra Maduro pretende agravar la división en la sociedad venezolana, provocar mayores enfrentamientos frontales en las calles, desestabilizar dramáticamente la situación política en el país e impulsar la  escalada del conflicto, sostiene el documento.
Para Rusia, la dualidad de poder en Venezuela, mediante la creación de un centro alternativo de toma de decisiones, conduce al caos y destruye los cimientos del Estado.
También condena a quienes empujan a la sociedad venezolana al precipicio de una sangrienta guerra civil y culpa a Washington de llevar a cabo acciones descaradas, que son testimonio de su desprecio total hacia las normas y principios del derecho internacional, un intento de atribuirse el papel de una suerte de hacedor de los destinos de otros pueblos.
Rusia está convencida de que Estados Unidos quiere convertir Venezuela en un nuevo escenario para aplicar recetas probadas que permiten cambiar gobiernos indeseables.
Desde Argel, donde se encuentra en visita oficial, el canciller Serguei Lavrov agregó: Estados Unidos siempre teme que alguien intervenga en sus elecciones, pero al mismo tiempo se inmiscuye en asuntos ajenos y lo de Venezuela no es el primer caso.
Según Lavrov, podemos observar otra flagrante injerencia en los asuntos internos de un Estado soberano, ya se había intentado apartar del poder a Nicolás Maduro incluso mediante su eliminación física.
Funcionarios del Kremlin no ocultan, en declaraciones off the record, que el eventual derrocamiento de Maduro pondría en entredicho los grandes proyectos de la petrolera Rosneft, así como los negocios pactados con otros consorcios rusos, pero ni Venezuela es Siria ni Rusia está en condiciones de asumir la salvación (manu militari) de otro Bashar Al Assad, reconocen.
Opinan: hay mucho dinero de por medio –17 mil millones de dólares en créditos e inversiones rusas en Venezuela en los años recientes– como para apostarlo todo a una sola carta, que si no resulta ganadora…
Ello explica que Rusia deje abierta una pequeña puerta por si las cosas no salen como prefiere y no haya mencionado, ni en su declaración institucional ni a través de ningún portavoz, sea Peskov o Lavrov, la intención de defender, con o sin Maduro, los intereses económicos rusos en Venezuela, lo que quizás hubieran querido escuchar los mercados.
No sorprende, por tanto, que las acciones de Rosneft hayan continuado a la baja este jueves, en tanto que el vocero de la petrolera, Mijail Leontiev, en su peculiar estilo prepotente, declaró a Govorit Moskva (Habla Moscú), una emisora local: ¿Qué quieren que comente? ¿De qué pérdidas hablan? Ahí (en Venezuela) no pasó nada. Todo lo que pasa allá, sucede desde hace cinco años todos los días. Hay un problemón muy gordo en esa Venezuela. No nos ocupamos de política. Nada hay que comentar. ¿Se han vuelto locos?
Tan sólo Rosneft está involucrada en cinco grandes proyectos de exploración y extracción de crudo con la estatal Petróleos de Venezuela SA, con la cual mantiene igual número de empresas mixtas: Petromonagas, donde tiene una participación de 40 por ciento; Petroperija, también con 40 por ciento; Boquerón SA, donde tiene 26.67 por ciento; Petromiranda, con 32 por ciento; y Petrovictoria, con 40 por ciento.


Corresponsal
Periódico La Jornada

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