El mensaje de Dilma al Congreso
El discurso de
inauguración de sesiones emitido por la presidenta Rousseff el 2 de
febrero comenzó con una fuerte apelación a los parlamentarios para que
cooperen con los planes de desarrollo propuestos por el ejecutivo.
Reafirmó la voluntad del gobierno de conseguir el equilibrio fiscal y,
simultáneamente, mejorar las tasas de crecimiento de la economía sin
afectar las conquistas sociales alcanzadas en los últimos años. Sin
embargo, las principales medidas anunciadas que requieren de aprobación
legislativa están más bien relacionadas con el equilibrio de las cuentas
que con el desarrollo económico aunque, como ella señaló, el ajuste
fiscal es sólo una transición hacia una reforma fiscal necesaria que se
promoverá cuando se normalice la situación financiera.
De las medidas
que el gobierno busca implementar con acuerdo del Congreso destacan la
fijación de un límite para el crecimiento del gasto primario del
gobierno, flexibilizar las metas recaudatorias en simultáneo con limitar
de manera más estricta el gasto y hacer reformas al sistema de
previsión social. La presidenta señaló que, en un contexto de
envejecimiento poblacional, la sustentabilidad del sistema de previsión
social corre riesgos, que se agravarían si continúa esta tendencia
demográfica. El gobierno pretende instituir una edad mínima para la
jubilación y por años de contribución para que el sistema se ajuste
gradualmente a la expectativa de vida de la población como contribución
al equilibrio fiscal en el mediano y largo plazo y, resaltó, sin que
esto deteriore los derechos de los trabajadores. Otra propuesta de
reforma fiscal es un mayor control del gasto público, medida que ya se
venía implementando desde al año pasado, así como la evaluación
periódica de todos los programas y acciones de gobierno. En cuanto a las
medidas de las que se esperan resultados inmediatos, y cuya vigencia
dependerá del tiempo que dure la “transición fiscal” se destaca la
aprobación de la CPMF (Contribución Provisoria sobre Movimientos
Financieros, o “impuesto al cheque”, como se la nombra coloquialmente)
La CPMF consiste en una alícuota del 0,38% sobre transacciones
bancarias, y la recaudación sería conjunta entre los municipios y los
Estados de la Unión. El destino de estos fondos sería la Seguridad
Social (previsión social y salud).
Las dos últimas medidas son
las que despiertan mayores resistencias. La de reforma del Sistema
Previsional no estaría contando con el apoyo de parte de la base aliada
en el Congreso y tampoco con el de las principales centrales sindicales y
una fracción de los votantes del PT. La segunda es rechazada por
entidades financieras y por los legisladores liberales de la oposición,
que alegan que en los últimos años en Brasil se ha incrementado de
manera notable la presión fiscal. La presidenta afirmó al respecto que
la recaudación federal de impuestos y contribuciones no previsionales ha
caído, pasando del 16% del PIB en 2005, al 13,5% del PIB en 2015.
También se refirió a reformas en algunos impuestos indirectos, como el
PIS -programa que promueve la integración de los empleados a la empresa,
que se financia con contribuciones de los empresarios-, y a la
necesidad de reglamentar la Ley de Repatriación de Capitales.
Finalmente, consideró importante que el Congreso apruebe éstas y otras
propuestas de reforma fiscal presentadas el pasado año, de modo que el
sistema se torne más transparente, eficiente y progresivo.
En
cuanto al crecimiento económico, otro de los pilares del programa de
gobierno para 2016, los principales objetivos son incrementar los
niveles de inversión públicos y privados y estimular más
contundentemente las exportaciones. Dilma destacó que la balanza
comercial a comienzos de este año había sido superavitaria, a pesar de
la caída de los precios de las exportaciones en el marco de la
desaceleración económica china y de la caída del precio de los commodities.
Aun así, pretende abrir nuevos mercados, estableciendo acuerdos
comerciales con países de todos los continentes, particularmente con los
asiáticos; y destacó como necesario el acuerdo que podría firmarse
entre el Mercosur y la Unión Europea. El gobierno espera que el saldo de
la balanza comercial para este año sea de 35 mil millones de dólares.
En cuanto a las inversiones, buscan que las provenientes del sector
público se den en infraestructura (puertos, rodovías, aeropuertos,
vivienda -básicamente continuando el programa Mi Casa, Mi Vida-) energía
(desestatizando las distribuidoras de Eletrobrás e implementación del
Plan de Inversiones en Energía Eléctrica, reducción de tarifas),
agricultura (incremento del 20% para el financiamiento para agronegocios
y agricultura familiar), entre otros.
Si bien los lineamientos
de política económica anunciados son los mismos que estableció al
comenzar su mandato, el hecho de haber sustituido al liberal Joaquim
Levy por Nelson Barbosa indica que el objetivo del equilibrio fiscal
será más gradual y que las medidas para alcanzarlo tendrán otra tónica.
Barbosa, de hecho, consiguió que el gobierno aprobase una propuesta de
meta fiscal del 0,5%, desestimando la ansiada por Levy -cuando aún era
Ministro de Hacienda- del 0,7%. Un ejemplo de este cambio de estrategia
son los anuncios realizados el pasado 28 de enero por Barbosa, de que el
Gobierno pretende establecer líneas de crédito para áreas prioritarias,
como construcción civil y pequeñas y medianas empresas, con fondos de
la banca pública. Contrariamente al parecer de Levy, más preocupado por
el saneamiento de las cuentas públicas a corto plazo y el parecer de las
agencias financieras internacionales, Barbosa entiende que el gasto
público debe ser controlado, pero que las metas fiscales son
inalcanzables sin políticas claras de crecimiento. Y para ello hay que
estimular la actividad privada redireccionando y priorizando el destino
de las líneas de crédito. Anunció así, que el Gobierno destinará 83 mil
millones de reales en estímulo al crédito, involucrando fondos del FGTS
(Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio) para créditos a trabajadores
despedidos sin justa causa, crédito rural, habitacional y para
infraestructura. En tanto el BNDES (Banco Nacional de Desarrollo)
financiará préstamos para capital de giro para pequeñas empresas,
también una línea de crédito para inversiones en maquinaria y
equipamientos, y otro para empresas exportadoras.
Buena parte de
las propuestas y medidas anunciadas tienen que pasar por el Congreso,
que debe aún expedirse sobre las que se presentaron el pasado año. Y el
panorama allí no es sencillo, aunque parece más promisorio que el del
año pasado. Predeciblemente, Aécio Neves (PSDB) -senador opositor que no
consiguió vencer a Rousseff en las pasadas elecciones de 2014- fue el
más duro en sus declaraciones tras el discurso inaugural. Descalificó la
presencia de la mandataria en el recinto, señalando que “no era
necesaria”, que “vende ilusiones” y lamentó que no hubiese manifestado
ningún tipo de autocrítica siendo que ya lleva un año con las mismas
promesas y, para él no cumplió ninguna. Sí puso en evidencia las
resistencias que encontrará Dilma para aprobar la reforma al Sistema
Previsional y al CPMF, indicando que el primero tiene resistencias
incluso en su base aliada y que el segundo implica más sacrificios para
la sociedad brasileña.
Neves fue uno de los varios legisladores
opositores de derecha que abuchearon a la presidenta durante su
discurso. La excusa fue que la presentación de la mandataria estuvo
cargada de “mentiras” y fue totalmente “vacía” de contenido. Aún con
este show de por medio, los legisladores opositores admiten que el
proceso de impeachment contra Rousseff tiene pocas chances de
tener éxito, salvo que -como esperan- los indicadores económicos se
deterioren aún más y el reclamo inunde las calles. Eduardo Cunha (PMDB)
-presidente de la Cámara de Diputados y uno de los principales
promotores del impeachment– no mencionó el asunto en su discurso
de apertura, aunque auguró -como el resto de los opositores
parlamentarios- que la crisis “está en alza” y que el 2016 será un “año
difícil”.
Camila Vollenweider/CELAG
Disponible en: http://www.celag.org/el-mensaje-de-dilma-al-congreso-lineamientos-y-reacciones-por-camila-vollenweider/
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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