Paulo Emanuel Lopes
Adital
La Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), órgano vinculado a la Organización
de Estados Americanos (OEA), hizo público el informe "Situación de los Derechos
Humanos en Honduras”, www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/Honduras-es-2015.pdf, en el cual detalla una
serie de problemas que enfrenta la sociedad hondureña, y sugiere soluciones.
Para la organización
internacional, entre los principales problemas en materia de derechos humanos,
enfrentados por la población de Honduras, se destacan: la alta tasa de
homicidios, "una de las más altas de la región y del mundo”; el aumento del
tráfico de drogas y del crimen organizado, entre otros. "Esos niveles de
violencia son el resultado de varios factores”, entre los cuales se citan: "la
impunidad judicial, la corrupción y los altos niveles de pobreza y desigualdad
social”.
La CIDH llama la atención
también sobre la actuación de las Fuerzas Armadas, involucrada en una serie de
actuaciones en el campo civil, desde la "formación cívica” de niños hasta la
interferencia en conflictos agrarios. "La seguridad pública debería ser
responsabilidad de una fuerza policial civil, eficiente y respetuosa de los
derechos humanos”, declara Francisco Eguiguren, relator de la CIDH para
Honduras, en un comunicado a la prensa. www.oas.org/es/cidh/prensa/Comunicados/2016/015.asp
El informe fue producido
a partir de una visita técnica organizada por la institución, con apoyo del
Gobierno de Honduras, entre el 1º y el 5 de diciembre de 2015.
Actuación de las Fuerzas
Armadas
En el informe se critica
la actuación directa de las Fuerzas Armadas de Honduras en el enfrentamiento a
los problemas sociales del país. "Las Fuerzas Armadas se involucran también en
temas de formación cívica y educativa para niños y niñas ‘en riesgo social’ a
través del programa ‘Guardianes de la Patria’, tiene también funciones en el
sistema penitenciario, y es enviado a cumplir funciones de seguridad a zonas
donde hay conflictos agrarios y de tierras, tal como el Bajo Aguán”, critica el
informe.
"La seguridad ciudadana
debería ser de competencia exclusiva de cuerpos policiales civiles, debidamente
organizados y capacitados. Las fuerzas armadas carecen del entrenamiento
adecuado para el control de la seguridad ciudadana (...) El involucramiento de
las Fuerzas Armadas en esta amplia gama de funciones del Estado representa un
riesgo para la vigencia del Estado de Derecho”, afirma el relator de la CIDH
para Honduras.
Violencia e inseguridad
social
En el informe se refuerza
también que la violencia vivida en Honduras afecta principalmente a los
sectores más frágiles de la población, como los "pueblos indígenas, mujeres,
niños, adolescentes, población LGBT [Lésbicas, Gays, Bisexuales y
Transexuales], inmigrantes, agricultores del Bajo Aguán, defensores y
defensoras de derechos humanos, periodistas y funcionarios de la justicia”, se
enumera en el informe. "Nos preocupa particularmente que estos índices de
violencia e inseguridad se encuentran exacerbados por la falta de políticas
públicas para resolver las desigualdades y la exclusión social de grandes
sectores de la población”, declaró a la prensa James Cavallaro, presidente de
la CIDH.
La impunidad estaría
entre las razones para el alto índice de criminalidad existente en el país.
Según datos oficiales divulgados en 2013, "el 80% de los homicidios cometidos
en Honduras quedaban en la impunidad por falta de capacidad de los órganos de
investigación”.
"La violencia y la
inseguridad son problemas graves a los que se enfrenta la sociedad hondureña,
con grandes repercusiones en el goce y ejercicio efectivo de los derechos
humanos en el país”, señala Francisco Eguiguren.
La Comisión observó
también que una de las causas del problema de la inseguridad se encuentra en
las propias fuerzas policiales, "a través del uso ilegítimo de la fuerza, en
algunos casos, en complicidad con el crimen organizado”.
Sugerencias al Estado de
Honduras
Honduras debe adoptar
medidas urgentes, con el objetivo de bajar la tasa de homicidios, atacando las
causas estructurales de la violencia y de la impunidad, se concluye en el
informe. Para ello, sugiere algunas acciones, como:
* retirar, gradualmente,
las Fuerzas Armadas de las actividades de seguridad pública, fortaleciendo a la
policía;
* capacitación de los
funcionarios públicos encargados de la protección y respeto a los derechos
humanos;
* que las investigaciones
judiciales actúen en forma rápida, responsable e imparcial sobre todos los
actos de violencia contra defensoras y defensores de derechos humanos, líderes
de pueblos indígenas y afrodescendientes, sindicalistas, niños y adolescentes,
periodistas, mujeres, población LGBT, funcionarios de justicia, entre otros,
evitando la impunidad y repetición de hechos similares.
"La Comisión espera con
el presente informe coadyuvar en los esfuerzos del Estado hondureño en romper
el ciclo de impunidad imperante y en fortalecer sus esfuerzos por
proteger y garantizar los derechos humanos en el país”, declara la CIDH.
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