Ángel Guerra Cabrera
Periódico La Jornada
La Habana. En medio de
la arremetida derechista que atraviesa nuestra región y del proyecto
renovador del socialismo cubano, abrió sus puertas el 11 de febrero la
25 edición de la Feria Internacional del Libro de La Habana (FILH). Como
es usual, en las fortalezas de La Cabaña y El Morro.
Más adelante me referiré al debate en el que participé sobre la mencionada arremetida. Antes, unos apuntes sobre la feria.
Con Uruguay como país invitado, cuyo pabellón lleva el nombre de
Eduardo Galeano, y dedicada a los prominentes investigadores y poetas
cubanos Rogelio Martínez Furé y Lina de Feria, la FILH se extenderá 10
días en sus sedes y subsedes, entre ellas la Casa de las Américas, así
como será replicada en todas las provincias.
Pese a los duros embates de la crisis económica capitalista y del
bloqueo de Estados Unidos, las 70 casas editoriales de la mayor de las
Antillas presentan 916 títulos nuevos con 3 millones 300 mil ejemplares,
aunque se pondrán a la venta hasta 2 mil títulos de los catálogos, me
informa Zuleica Romay, directora del Instituto Cubano del Libro.
La representación uruguaya trae, entre otras joyas, Ariel, de José Enrique Rodó y Zitarrosa: la biografía, de
Guillermo Pellegrino así como una sección de espectáculos que incluye
cine, teatro, cantautores como Daniel Viglietti y una exposición sobre
el prócer José Artigas. Mientras, el Centro de Estudios Martianos
organiza un coloquio sobre el apóstol de la libertad de Cuba y
presentará el volumen Martí, cónsul de la República Oriental del Uruguay.
Las oferta es variada e incluye la obra teatral Domine Dei, de José Saramago; 1984, de George Orwell; Los hombres mojados no temen a la lluvia, del novelista español Juan Madrid, y Romeo y Julieta, de William Shakespeare.
En el debate de ideas que se desarrolla en torno a la FILH destaca la
conferencia sobre Rubén Darío, que por su centenario, impartirá el
poeta y ensayista Roberto Fernández Retamar; el simposio El inca
Garcilazo a 400 años de su muerte y un seminario internacional sobre el
130 aniversario de la abolición de la esclavitud en Cuba. Con
expectación es esperada una mesa redonda sobre Fidel Castro en la que
intervendrán el comandante de la revolución Guillermo García, el
escritor Abel Prieto, asesor del presidente Raúl Castro, y la
historiadora Katiusha Blanco, entre otras personas cercanas al líder de
la revolución.
Aprovechando la presencia en Cuba de más de 200 escritores y
artistas de 37 países, la Red de Redes en Defensa de la Humanidad
convocó un debate que ya se ha hecho tradición en la FILH. En este caso
el énfasis se puso en la evidente voluntad de Estados Unidos y la
derecha internacional de aplastar toda manifestación de disidencia
contra el orden mundial hegemónico, particularmente a los procesos
revolucionarios y progresistas de América Latina y el Caribe, como es
ostensible en Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia y Ecuador. El
intelectual venezolano Farruco Sesto expuso descarnadamente los
elementos que componen la multifacética ofensiva imperial a gran escala
contra la Venezuela bolivariana, pero remarcó
no estamos hablando de una revolución derrotada, sino de un episodio adverso en su curso. Precisó que la oposición no aumentó su votación en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015 sino que hubo 2 millones de votantes del chavismo que se abstuvieron de ir a las urnas, lo que implica que las fuerzas revolucionarias deben convencer a esas personas de asumir una actitud más militante.
Por su parte la corresponsal de La Jornada en Argentina, Stella Calloni, fustigó el virtual régimen de facto
impuesto por Macri en el país austral una vez electo presidente, aunque
por un margen muy estrecho. Subrayó la necesidad de dar a conocer esta
realidad, cuando comienza a manifestarse una cruda represión que ha
alcanzado ya a los niños, de la que no hablan los medios dominantes
argentinos e internacionales y el afán del actual gobierno por aplicar
un neoliberalismo plus, así como sus sólidos vínculos y los del pulpo
mediático Clarín con el gobierno de Israel y las dictaduras militares
argentinas.
En el vórtice de la historia latino-caribeña, Cuba refuerza sus lazos
con ella y con los pueblos originarios, reflejados en excelentes obras
enviadas al Concurso Pensar a Contracorriente, de cuyo jurado me honra
formar parte junto al historiador Pedro Pablo Rodríguez y la escritora
chilena Ximena de la Barra.
Twitter: @aguerraguerra
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