Por Carmen Esquivel Sarría
La Habana, 22 sep (PL) Gracias por hacerme sentir en casa, dijo el papa Francisco antes de concluir hoy una visita a Cuba, donde habló del papel de la familia y reiteró sus mensajes contra la guerra, por la paz mundial y la reconciliación.
El primer Sumo Pontífice latinoamericano fue despedido en el aeropuerto internacional Antonio Maceo, de la ciudad de Santiago de Cuba, por el presidente Raúl Castro.La Habana, 22 sep (PL) Gracias por hacerme sentir en casa, dijo el papa Francisco antes de concluir hoy una visita a Cuba, donde habló del papel de la familia y reiteró sus mensajes contra la guerra, por la paz mundial y la reconciliación.En apenas cuatro días, Su Santidad ofició misas en La Habana, Holguín y Santiago de Cuba; visitó al líder de la Revolución cubana, Fidel Castro; se entrevistó con el jefe de Estado Raúl Castro, departió con jóvenes y recorrió sitios de interés histórico y patrimonial.
Con un enfoque global sobre las cuestiones urgentes de la actualidad, Francisco habló del cambio climático, de los peligros que enfrenta la humanidad y de la necesidad de fomentar el diálogo y la solidaridad.
"El mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial por etapas que estamos viviendo", advirtió.
En sus palabras en la histórica Plaza de la Revolución, de La Habana, el Jefe de Estado del Vaticano hizo también un llamado a la paz en Colombia y destacó los esfuerzos en ese sentido realizados por Cuba.
"Que la sangre vertida por miles de inocentes durante tantas décadas de conflicto armado, unida a aquella del Señor Jesucristo en la Cruz, sostenga todos los esfuerzos que se están haciendo, incluso en esta bella Isla, para una definitiva reconciliación", dijo.
El Obispo de Roma criticó al "Dios dinero", el consumismo extremo y la grave situación que enfrenta la juventud desempleada en varios países de Europa.
"Ellos entran a formar parte de la cultura del descarte. En el imperio del Dios dinero se descartan las cosas y las personas", denunció.
Nacido en Argentina el 17 de diciembre de 1936, Jorge Mario Bergoglio resultó electo el 13 de marzo de 2013 como el Papa número 266, en reemplazo de Benedicto XVI, quien había renunciado unos días antes.
El primer Jefe de Estado del Vaticano originario del continente americano escogió su nombre pontifical en honor a San Francisco de Asís, santo italiano que fundó la Orden Franciscana y se caracterizó por su entrega a los pobres.
Durante su pontificado, Su Santidad se ha esforzado por imprimirle un nuevo estilo de dirección a la Iglesia Católica y por acercarla más a los más desposeídos.
En sus alocuciones en Cuba, Francisco reiteró su compromiso con una Iglesia que salga de los templos y se comprometa con la vida, la cultura y la sociedad.
El primer Papa latinoamericano destacó el papel insustituible de la familia en la sociedad y afirmó que sin ella la vida se vuelve vacía.
Elogió los valores del pueblo cubano, un pueblo noble y digno que -dijo- tiene gusto por las fiestas, la amistad y las cosas bellas.
Es un pueblo que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza, así la sembraron sus próceres, afirmó.
En su recorrido por calles y avenidas y en todas las plazas donde estuvo presente, Su Santidad fue recibido con cariño, respeto y hospitalidad.
Durante su última jornada en Santiago de Cuba, ofició una misa en la Basílica menor del Santuario de la Virgen de la Caridad, departió con familias en la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral y bendijo a esa urbe, que acaba de cumplir 500 años.
El Jefe de la Iglesia Católica, quien de Cuba viajó a Estados Unidos, aprovechó su estancia en la isla para saludar el proceso que condujo al restablecimiento de las relaciones entre los dos países.
Su visita, calificada como histórica, coincidió con el 80 aniversario de las relaciones ininterrumpidas entre Cuba y la Santa Sede.
El viaje pastoral del Obispo de Roma fue el tercero de un Sumo Pontífice a Cuba en los últimos 17 años, tras los efectuados por Juan Pablo II, en 1998, y Benedicto XVI, en el año 2012.
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