Cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) han denunciado la injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de Venezuela, y han alertado que las sanciones norteamericanas contra el país bolivariano afectan la estabilidad de la región. “Queremos evitar que países extraregionales puedan afectar la paz y la estabilidad de nuestros Estados miembros de la Unasur”, ha afirmado este lunes el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, durante una reunión con sus homólogos de Unasur en Montevideo, capital uruguaya.
El diplomático ecuatoriano ha reiterado el apoyo sólido de los países de la Unasur a Venezuela ante las constantes medidas intervencionistas de EE.UU.
“Fue un apoyo contundente y asimismo un rechazo a la aplicación de este tipo de sanciones que en última instancia violan el derecho internacional porque constituyen una aplicación extraterritorial de la jurisdicción de otro país que no es cónsono con nuestra legislación interna”, ha dicho la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, al final de la reunión.
Los ministros de Exteriores de Unasur han denunciado el hecho de que el informe de la seguridad nacional de EE.UU. incluya una mención a Venezuela como una amenaza a la seguridad de ese país, y también, el apoyo de Washington a los grupos opositores de ultraderecha para “llevar adelante aventuras poco ventajosas tanto para Venezuela como para nuestra región”, según Rodríguez.
La canciller ha advertido además, que “se están dando señales claras parecidas y similar e incluso más graves que las que vivimos previos al golpe de Estado en el año 2002”.
Durante la cita, los participantes se comprometieron a buscar un nuevo mecanismo de diálogo que permita superar la tensa relación entre Venezuela y EE.UU.
El Congreso de EE.UU. aprobó el pasado 10 de diciembre un paquete de sanciones contra Venezuela por, presuntamente, haber respaldado la violación de derechos humanos durante las protestas registradas entre el 12 de febrero y el 30 de junio de 2014, y, de nuevo, el pasado lunes anunció más sanciones contra funcionarios venezolanos.
Durante febrero y mayo del año pasado, Venezuela sufrió violentos disturbios orquestados por la ultraderecha venezolana, apoyada por EE.UU., con el fin de desestabilizar el país y posibilitar un golpe de Estado contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Estos actos violentos se saldaron con decenas de muertos.
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