En el
anterior artículo, La Gotera calificó el acercamiento sospechoso de
EEUU hacia Cuba como la zanahoria, mientras a su espalda blandía el
garrote, especialmente contra Argentina a través de un golpe blando
como el que se urde contra la presidenta Cristina Fernández
involucrándola en el asesinato-suicidio del ex fiscal general
Nissman. Sin embargo, los planes golpistas, paralelamente encaminaron
sus pasos hacia una abierta y descarada maniobra de Washington hacia
Venezuela, quien utilizando a sus ya conocidos peones, Corina
Machado, Leopoldo López, Henrique Capriles y Antonio Ledezma, además
de algunos militares traidores al proceso revolucionario, de esos de
la vieja guardia que se habían mantenido, como ratas, a la penumbra
quienes no solo bombardearían a sus propios compatriotas sino
leerían como viles y rastreros lacayos, un comunicado elaborado por
un funcionario de poca monta de la Embajada gringa, siguieron a pie
juntillas el libreto de la Casa Blanca. Cuestión que no solo causa
nausea sino encono las acciones conspirativas de estos pérfidos y
malditos cipayos.
Pero
en fin, la Casa Blanca, por lo visto no ha cejado ni cejará en sus
objetivos de derrocar a los gobiernos que se han desmarcado de su
esfera, cuya mayoría se encuentra al sur del continente. El garrote
y la zanahoria sigue siendo parte de su rancia política.
Afortunadamente, ya no son tiempos de la Alianza para el Progreso,
sino tiempos de la ALBA, UNASUR, la CELAC y Petrocaribe.
Instituciones que en su visión de estadista el presidente Hugo
Chávez soñó, diseñó e impulsó y cuya fortaleza sirvieron para
que la Bolivariana Venezuela contara con respaldo regional e
internacional al anticipar y desbaratar el golpe en ciernes, al
cerrar filas en su defensa.
Estados
Unidos quedó de nuevo evidenciado en su triste papel de diseñador e
instigador de golpes de Estado y la derecha recalcitrante de
Venezuela desnuda ante su propia población, como lo que es, una vil
y rastrera clase que no solo no le importa desbaratar todos los
éxitos y beneficios que los gobiernos bolivarianos han construido
para su pueblo sino que tampoco les tiene sin cuidado asesinar a
ciudadanos venezolanos por los cuales se atreven a decir, luchan.
¡Que descaro y que bajeza! En conclusión, los gringos y sus
mamarrachos luchadores por la libertad, como los presentan sus amos,
quedaron exhibidos ante el mundo como simples bobos y lamebotas.
No
obstante, el asedio continuará, pero ante ello, el gobierno de
Nicolás Maduro deberá activar órganos de vigilancia y defensa más
contundentes. Armar las milicias populares y enfrentar de manera
profusa y radical a los que hacen la guerra económica contra la
población. No solo denunciando y encarcelando a los acaparadores y
especuladores, sino nacionalizando todas aquellas unidades
productivas y distribuidoras que en contubernio con los golpistas
quieran torcer el brazo a la población.
Es
tiempo de que la Revolución dé un paso sustancial hacia el
socialismo poniendo las grandes unidades productivas y de
distribución en manos del Estado para garantizar el suministro
básico a la gente que realmente lo necesita. Los que pueden comprar
en Miami que se vayan para allá, que es a donde realmente
pertenecen. Y, en el plano institucional integracionista, la ALBA,
UNASUR y CELAC también deben blindar y poner un cerco inexpugnable a
la Argentina de Cristina Fernández, cuyo gobierno democrático sufre
la embestida de la derecha recalcitrante tras de la cual,
indudablemente, está la mano siniestra de Washington con su garrote.
Carlos
Maldonado
La
Gotera
Guatemala,
19 de febrero de 2015
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