Por Jorge Hernández Álvarez*
La Habana (PL) El ciclo 32 de diálogos de paz entre las insurgentes FARC-EP y el gobierno colombiano concluyó tras debates sobre el tema de las víctimas de la confrontación armada y con avances sobre la subcomisión destinada a tratar el punto Fin del Conflicto.
En un comunicado conjunto, las delegaciones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) y del gobierno de Juan Manuel Santos -en conversaciones de paz desde 2012 en La Habana- informaron que avanzaron "en establecer lineamientos y reglas de funcionamiento de la subcomisión del punto tres".La Habana (PL) El ciclo 32 de diálogos de paz entre las insurgentes FARC-EP y el gobierno colombiano concluyó tras debates sobre el tema de las víctimas de la confrontación armada y con avances sobre la subcomisión destinada a tratar el punto Fin del Conflicto.
Según recordaron ambas partes el objetivo de tal subcomisión técnica es contribuir en el análisis de experiencias, generación y discusión de iniciativas y propuestas sobre cese del fuego bilateral y dejación de armas.
De acuerdo con lo previsto, la subcomisión estará conformada por hasta 10 miembros de cada delegación, de los cuales al menos uno será un plenipotenciario, y sesionará dentro de los cronogramas y jornadas que acuerden los mismos equipos de trabajo.
Durante estas sesiones se analizarán las experiencias, iniciativas y propuestas que se sugieran desde cada uno de los equipos, o se escuchará a los expertos que las partes hayan propuesto dentro del Plan de trabajo de la Subcomisión Técnica.
Al respecto, esta elaborará informes periódicos sobre conclusiones y propuestas a la Mesa de Conversaciones de Paz para que esta evalúe el trabajo de esta subcomisión.
Conforme precisaron el gobierno y la mayor guerrilla colombiana, la próxima reunión de tal subcomisión se llevará a cabo el 1 de marzo.
También, durante el transcurso del ciclo las delegaciones gubernamental e insurgente recibieron a los miembros de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas, quienes hicieron entrega de 12 informes de expertos y dos informes síntesis a cargo de los relatores Víctor Moncayo y Eduardo Pizarro.
Tal comisión fue creada en agosto de 2014 por la Mesa de Conversaciones con el fin de contribuir a la comprensión de la complejidad del contexto histórico del conflicto y proveer insumos para las delegaciones en la discusión de los diferentes puntos del Acuerdo General que están pendientes.
Las principales conclusiones expresadas por los relatores de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas fueron que la larga confrontación armada en Colombia, por su complejidad, no admite un discurso único y que más allá de las diferencias es posible el diálogo para su solución.
Ahora la Mesa dispone de 12 trabajos que les van a ser muy útiles. Le da herramientas para pensar cuáles son los factores que inciden en la prolongación del conflicto, dijo Pizarro al recordar que esos informes buscan abrir un debate nacional pluralista en torno a cómo superar la confrontación y evitar que se repita.
Por su parte, Moncayo manifestó que el conflicto colombiano no es sencillo de explicar -no sólo por su larga duración-, sino porque "sus factores y causas son múltiples, variados, se yuxtaponen, es una realidad difícil de comprender".
Al respecto, aseguró que el sentido de esta Comisión es decirle al país que la complejidad del conflicto colombiano es de tal naturaleza que no admite un discurso único: Hay múltiples explicaciones que son necesarias para entender esta confrontación, acotó.
La virtud de este informe es que plantea de manera abierta que en la sociedad colombiana hay un orden social vigente que unos rechazan y otros buscan reproducir con todas las consecuencias horrorosas que ha tenido la guerra, agregó.
Moncayo aseveró que en el conflicto colombiano existen responsabilidades que desbordan la individualización y, por otra parte, también señaló la responsabilidad de otros actores como Estados Unidos, que no ha sido un "ingrediente menor" en esta confrontación, pues la "ha alimentado" con dinero, equipos y personal, dijo.
Entretanto, Pizarro reconoció que entre insurgencia y Gobierno ha habido consensos sobre algunos temas, al tiempo que hondas diferencias en otros; pero a pesar de las discrepancias "puede haber diálogo entre miradas divergentes (â��) más allá de visiones diferentes o perspectivas distintas", consideró.
Asimismo, resaltó la utilidad práctica de los resultados de la comisión, toda vez que "le van a servir a la Mesa de Diálogos para contextualizar las medidas que son necesarias en Colombia para firmar el acuerdo de paz y plantearnos aquellos factores que inciden en la reproducción del conflicto y así cerrar este ciclo de violencia".
Otro gran momento del ciclo aconteció en el marco de la subcomisión de género de la mesa, donde se recibió a seis representantes de organizaciones de mujeres y comunidades LGBTI con el fin de escuchar su visión sobre el enfoque de género en los acuerdos ya logrados, así como frente a los puntos que aún no han sido discutidos.
Como parte de sus demandas, estos representantes de organizaciones colombianas de mujeres y del movimiento LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales) pidieron al gobierno que contemple un cese bilateral del fuego en el conflicto con las FARC-EP.
De ese modo, este segundo grupo de representantes de organizaciones defensoras de la igualdad de género que participaron en los diálogos de paz instó al Ejecutivo de Santos a sumarse a la tregua que por tiempo indefinido mantienen de forma unilateral las FARC-EP desde el pasado 20 de diciembre como muestra de apoyo al proceso de paz.
Asimismo, se realizó un llamado al Gobierno "a acelerar los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional -la otra guerrilla colombiana-, para que la paz en Colombia sea pronto y con todos los actores del conflicto armado".
Igualmente, se demandó promover una seguridad integral para el ejercicio pleno del derecho a la participación política de mujeres y personas LGBTI, así como el ejercicio de sus liderazgos en condiciones de seguridad.
Al respecto, se instó al gobierno colombiano "a garantizar el desmonte de nuevas fuerzas violentas y paramilitares que ponen en riesgo el liderazgo social y político de estos grupos poblacionales".
De igual forma, se invitó a la Mesa de Diálogos a que solicite a las instituciones del Estado "condenar todo tipo de violencia hacia las mujeres y personas LGBTI y construir estrategias legales y sociales para una vida digna de estos grupos".
Además, se exigió a los miembros de la mesa, que se garantice en todos los acuerdos del proceso de paz ya discutidos y por discutir un lenguaje incluyente, así como la combinación de los enfoques de derechos de las mujeres, de género, de diversidad sexual y de grupos étnicos.
Tras alcanzar acuerdos esenciales en puntos como la cuestión agraria, la participación política y las drogas ilícitas, FARC-EP y Gobierno debaten actualmente el tema referido a las víctimas del conflicto y, según informaron, el próximo ciclo de conversaciones de paz comenzará el 25 de febrero.
*Periodista de la Redacción Nacional de Prensa Latina
No hay comentarios:
Publicar un comentario