Uruguay, como presidente pro témpore de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), tiene previsto reunir con carácter de urgencia a los 12 ministros de Exteriores del bloque regional para determinar las medidas necesarias de respaldo a Venezuela ante las amenazas de Estados Unidos. La celebración de esta cita se concretó en una reunión que mantuvo el lunes el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, con los cancilleres de Brasil, Mauro Vieira; de Ecuador, Ricardo Patiño, y de Venezuela, Delcy Rodríguez, en Montevideo, la capital uruguaya, con el objetivo de evaluar acciones para impulsar diálogo directo entre Caracas y Washington.
“Queremos evitar que países extraregionales puedan afectar la paz y la estabilidad de nuestros Estados miembros de la Unasur”, enfatizó el jefe de la Diplomacia de Ecuador, en referencia a la anunciada reunión aun sin lugar ni fecha, si bien solo ha transcendido que podría celebrarse en las próximas semanas.
Tras el encuentro, la ministra de Exteriores venezolana visitó al presidente uruguayo, José Mujica, quien criticó las medidas estadounidenses contra Caracas pues "no constituyen un instrumento válido ni conforme al derecho internacional y nunca han servido para fortalecer los posicionamientos de los pueblos".
Por su parte, Rodríguez expresó su preocupación por las recientes declaraciones injerencistas de las autoridades norteamericanas en las que consideran a Venezuela como una amenaza para la seguridad de EE.UU.
“Las declaraciones de altos personeros del Gobierno estadounidense prácticamente dan luz verde a los sectores opositores violentos de Venezuela para llevar adelante aventuras poco ventajosas tanto para Venezuela como para nuestra región”, alertó la canciller.
El Congreso de EE.UU. aprobó el pasado 10 de diciembre un paquete de sanciones contra Venezuela por, presuntamente, haber respaldado la violación de derechos humanos durante las protestas registradas entre el 12 de febrero y el 30 de junio de 2014, y, de nuevo, el pasado lunes, anunció más sanciones dirigidas a otros funcionarios del Gobierno de Caracas.
El 2014, Venezuela sufrió violentos disturbios orquestados por la ultraderecha venezolana, apoyada por Estados Unidos, con el fin de desestabilizar el país y posibilitar un golpe de Estado contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro. Estos actos violentos se saldaron con decenas de muertos.
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