Norberto Ovando
Fracking uno de los procesos más corrosivos para el ambiente
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América Latina debe conocer y prevenir los daños que produce el fracking antes de abrirle la puerta
Organizaciones de la sociedad civil
latinoamericana alertamos sobre los impactos irreversibles que tendrá
la explotación de hidrocarburos no convencionales a través de la fracturación hidráulica, fractura hidráulica o fracking en inglésen los territorios y poblaciones de la región.
Fracking
El
fracking o fracturación hidráulica, una de las técnicas empleadas para
la exploración y/o explotación de yacimientos no convencionales de gas
y petróleo, se abre paso en América Latina. Ya se vislumbran
iniciativas para desarrollar fracking en países como Argentina, Brasil,
Colombia, México y Bolivia.
El
Observatorio Petrolero Sur explica que “El fracking es una agresiva
técnica para extraer petróleo y gas de formaciones compactas, como la
roca madre, fracturándolas con la inyección de un coctel de cientos de
químicos y millones de litros de agua”.
El
fracking consiste en taladrar verticalmente bajo tierra (de mil a cinco
mil metros) y luego horizontalmente (de mil a cuatro mil metros), para
fracturar rocas que contienen hidrocarburos de difícil acceso y así
liberarlos.
Entre
los riesgos de impactos graves e irreversibles asociados a esta técnica
están el uso intensivo y la contaminación del agua, daños a la salud de
las personas (cáncer, malformaciones, alergias y otros) y a otros seres
vivos causados por los fluidos, emisión de metano con un potencial de
calentamiento 25 veces mayor al del CO2, e incluso la generación de sismos.
Acciones
La
Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) promueve
que los gobiernos de la región garanticen la prevención a largo plazo
de dichos impactos antes de autorizar operaciones de fracking. Buscamos
que los Estados generen y divulguen información exhaustiva e imparcial
sobre los procesos de fracking a desarrollar. Ello incluye datos sobre
las tecnologías que se emplearán, los volúmenes y el origen del agua
que se usará, las sustancias que se aplicarán y sus impactos en las
personas y el ambiente, y los planes para el manejo de las aguas
residuales.
Así lo expresamos en una carta
enviada a la Agencia Nacional de Hidrocarburos de Colombia, país que ha
empezado a adjudicar zonas para la extracción de hidrocarburos no
convencionales, la cual implica el uso del fracking. El Gobierno
colombiano ha expedido regulación sobre fracking, pero ésta no cumple
con los estándares de la legislación ambiental y de derechos humanos.
También en Colombia, junto con organizaciones aliadas y en el marco de la Red por la Justicia Ambiental,
realizamos con éxito un conversatorio sobre el tema con expertos de
diferentes especialidades y países. Del evento participaron más de 250
personas. "Fue un espacio para generar discusión pública; se ha
identificado que uno de los problemas es la falta de acceso a la
información confiable sobre los posibles impactos de abrir un país a la
explotación de yacimientos no convencionales", detalla Carlos Lozano
Acosta, abogado de AIDA.
La
preocupación por políticas públicas orientadas a permitir el fracking
en América Latina fue evidente este mes en Ciudad de México.
Organizaciones de la región reunidas allí emitimos un pronunciamiento
en el que alertamos que las operaciones de ese tipo pueden tener
consecuencias desastrosas para el ambiente, la población y la
sostenibilidad energética en nuestros países. Iniciamos además
conversaciones para impulsar la articulación de esfuerzos en torno al
tema.
"En
ningún país de América Latina existe información detallada y exhaustiva
sobre los procesos de fracking, los componentes químicos utilizados y
cómo, recursos naturales como el agua subterránea y superficial
resultan afectados", dijo Ariel Pérez Castellón, abogado de AIDA que
participó de la reunión en Ciudad de México.
Ley de Hidrocarburos
El
especialista Jorge Ferioli en una nota publicada en el diario La Nación
el 3 de mayo de 2014, dijo que “Se necesitan diez pozos de shale gas
para producir lo que genera uno convencional y además se triplica el
costo por pozo. Para no importar petróleo crudo y sustituir las
importaciones de gas licuado hacia el año 2030 habría que perforar
dentro de los próximos 15 años 7042 pozos de shale oil y 7505 pozos de
shale gas”.
Las
reformas que se pretenden aplicar a la Ley de Hidrocarburos en nuestro
país, están pensadas para que las provincias petroleras tengan más
autonomía para atraer a las inversiones necesarias para explotar los
pozos de hidrocarburos no convencionales.
Entre
los puntos de la reforma está la de bajar la base de inversión a las
empresas. La propuesta, según los trascendidos, establece que “se
procurará que los municipios no graven a la industria ni adopten normas
que interfieran con dicha actividad”.
Este
punto no es menor si tenemos en cuenta que ya existen más de 30
municipios que le dijeron NO AL FRACKING y que existen muchos focos de
resistencias en pequeñas localidades de todo el país que no quieren que
este tipo de explotaciones se instalen en los lugares en donde viven.
Cuando
hablamos de supeditación, nos referimos al mecanismo de concesión. Acá
se sigue hablando de concesiones, cuando en el mundo no se aplica este
método de explotación entre los estados y las multinacionales y lo peor
es que, para la nueva ley, los plazos de explotación para los no
convencionales serán de 35 años con 10 años más prorrogable, cuando
para los convencionales están establecidos 25 años la concesión de
arranque.
Cientos
de ONGs y ciudadanos de nuestro país nos hacemos las mismas preguntas
que formuló el Secretario Adjunto de la CTA; Secretario General de la
Federación de Trabajadores de la Energía de la República Argentina
(FeTERA-CTA) José Rigane en el Congreso de la Nación como invitado de la Audiencia Pública: “Nueva ley de hidrocarburos. Un debate necesario y estratégico” el 7 de octubre del corriente año:
¿Se está discutiendo (la nueva ley) para resolver el acceso de la energía del pueblo argentino?
¿Se está resolviendo y estableciendo que la energía es estratégica, hace a la soberanía y a la seguridad nacional?
¿Se está definiendo a la energía como un bien social?
¿O
la falta de debate y de consulta al pueblo y a las instituciones
democráticas tiene que ver con que otra vez entregamos todo a los
grupos multinacionales?
¿Se
estará superando la antinomia entre las provincias petroleras ricas,
por un recurso de todos los argentinos, con las provincias pobres por
no ser petroleras y que el mercado margina por siempre?
Está
claro que esta reforma se hace en función de los intereses de los
Grupos Multinacionales. Argentina es el único país en la región que en
este terreno no ha transitado ninguna iniciativa con seriedad hacia la
independencia.
Link del video “NO A LA NUEVA LEY DE HIDROCARBUROS” 23/10/14
Conclusión
Los
gobiernos latinoamericanos deben impedir el desarrollo de esta
actividad en sus territorios y demostrar así su compromiso con la
protección del medio ambiente, la garantía de los derechos humanos, la
lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad energética de la
región.
Por Prof. Norberto Ovando
Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales - AAPN -
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas - WCPA - de la IUCN-
Red Latinoamericana de Áreas Protegidas - RELAP –
Fuente AIDA/AAPN
http://alainet.org/active/78407