Por Isabel Soto Mayedo
La
Habana, 9 may (PL) La confirmación de Luis Guillermo Solís como
presidente de Costa Rica, para el período 2014-2018, alienta la
perspectiva de oxigenar la gobernabilidad democrática y la
participación ciudadana en la gestión pública. Desde su elección
como mandatario, el 6 de abril, el representante del Partido Acción
Ciudadana (PAC) mostró su intención de dirigir los destinos del país
sobre la base de la negociación y con ello sembró la esperanza del
retorno a la vida democrática, lacerada por el liberacionismo.
Para el titular de la Asamblea Legislativa, Henry Mora, también del
PAC, la gestión del Partido de Liberación Nacional (PLN) puede
resumirse en tres aspectos: mucha corrupción, mayor desigualdad e
incapacidad para reducir la pobreza.
En diálogo con Prensa
Latina, vía internet, el economista recordó que los tres pilares de
este nuevo gobierno están dirigidos a frenar y revertir en lo posible
tales problemas, mediante la lucha frontal contra la corrupción en
todos los niveles del Estado.
El problema principal que aqueja
a la sociedad costarricense es el aumento en la concentración de la
riqueza y de la desigualdad, como resultado del modelo neoliberal
implementado en las recientes tres décadas, definió el secretario
general del Frente Amplio (FA), Rodolfo Ulloa.
Ante ese
panorama, el PAC prevé una ruptura parcial de ese esquema de
desarrollo, aunque ofrece un cambio moderado, comentó a Prensa Latina.
El gran reto para esta administración será impulsar el cambio soñado,
pues Costa Rica perdió hasta la capacidad de soñar y luego de tanto
tiempo de imposición del sistema neoliberal, desmontarlo resulta casi
imposible en apenas cuatro años, alertaron otros especialistas y
activistas sociales.
"Los retos para Solís y su equipo no son
nada sencillos, todo lo contrario. Llegar por primera vez a un gobierno
y arrancar de cero en todo (porque la estructura lleva décadas
herrumbrada), para ejecutar cambios, llevará su tiempo", señaló un
editorial del diario Extra.
La publicación instó a entender que
quizás las expectativas de cambio tomarán cierto lapso en ser
consolidadas, en un contexto marcado por un déficit fiscal creciente,
la falta de oportunidades de empleo para muchos y el deterioro de las
instituciones claves, por sólo citar algunas.
No obstante,
destacó, la investidura este 8 de mayo del primer presidente del PAC
simbolizará una renovación política histórica que marcará los destinos
de la nación y abrirá las puertas a la transformación del esquema
político costarricense en procura de fuerzas renovadoras.
Por
más caótico que el panorama pueda parecernos, la labor titánica de
domar no es imposible y en un primer momento será suficiente dar un
voto de confianza del avance por una senda equilibrada y responsable,
sugirió.
De acuerdo con el catedrático de la Universidad de
Costa Rica Alberto Cortés, el escenario que resultó de las elecciones
plantea una oportunidad para impulsar una nueva forma de reconstruir la
gobernabilidad, mellada tras dos gobiernos consecutivos del PLN.
Para alcanzar esa meta, propuso el politólogo, valdrá rescatar la
transparencia y la rendición de cuentas efectiva y permanente, así como
la incorporación de la participación ciudadana en la política pública.
Lo ocurrido durante la elección del directorio de la Asamblea
Legislativa prueba la disposición de varias fuerzas partidarias de
unirse para avanzar en cuanto a la gobernabilidad en el país.
"Si bien hay nueve fracciones partidarias y ninguna con la mayoría
absoluta, el PAC, el FA y el Partido Unidad Social Cristiana fueron
capaces de construir acuerdos que les permiten tener el control del
directorio y de la gestión del parlamento", rememoró.
"Que
estos partidos tuvieron la capacidad y claridad de entender la
importancia de constituir este bloque parlamentario, derrotando de
manera contundente al PLN, abre la posibilidad de una agenda
legislativa con prioridades distintas a la de los últimos 30 años",
opinó.
Cortes manifestó su confianza en que la ciudadanía
activa y su lógica de incidencia en la política pública llegaron para
quedarse de la mano del PAC, que desestimó comprometerse con los
partidos cristianos a postergar el análisis legislativo de temas claves
en cuanto a derechos sexuales y reproductivos.
Con base en esos
acontecimientos, el experto afirmó que los elementos que caracterizan
el nuevo contexto abren la posibilidad de un cambio político de largo
aliento que permitirá la construcción de una gobernabilidad democrática
en Costa Rica.
ro/rr/ism
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