Las élites que han dominado
históricamente Latinoamérica son responsables de la desigualdad en la
región, ha aseverado el presidente de Ecuador, Rafael Correa, para
luego abogar por la integración para solucionar estas diferencias en la
zona.
En un discurso, pronunciado la noche del miércoles en Santiago, capital de Chile, el mandatario ecuatoriano culpó a los colonizadores de América Latina por excluir de “los beneficios del progreso a las grandes mayorías”.
Según Correa, se deben fortificar los nexos entre los Estados latinoamericanos pero fuera de la Organización de Estados Americanos (OEA). “La OEA tiene graves distorsiones y para mí es insalvable por el peso hegemónico de Estados Unidos y Canadá”, dijo Correa para después destacar el papel importante que puede desempeñar la Comunidad de Estados de América Latina y del Caribe (Celac) como un sustituto para la OEA.
En otra parte de sus declaraciones, el jefe de Estado volvió a rechazar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), tachándola de una entidad “totalmente dominada por países hegemónicos”.
El dignatario del país andino, al marcar su postura contra CIDH, apuntó que sede de esta entidad se encuentra en Washington (EE.UU.), mientras que el Gobierno norteamericano aun no ha rubricado el reglamento del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, llamado el Pacto de San José.
Ecuador entró en conflicto con la CIDH después de que el Gobierno de Correa desechara las solicitudes de esta entidad a favor de tres opositores prófugos ecuatorianos.
mrg/ncl/hnb
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